Manuela B. G., profesora jubilada de enseñanza religiosa en Huelva, ha ganado el pulso judicial que inició en solitario hace diez años contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social (ISNN),el Ministerio de Educación, la Tesorería General de la Seguridad Social y la Junta de Andalucía para que se le reconocieran todos sus años de trabajo, sin páginas en blanco, de manera que su trayectoria profesional completa tuviera reflejo en su pensión.
Cuando Manuela se jubiló, en su cotización había una laguna de varios años, justo en el arranque de su carrera, en el periodo que comprende desde 1995 a 1998. La norma entonces – en términos generales- era no dar de alta en la Seguridad Social a los profesores de religión y una lucha del colectivo en los tribunales acabó con una resolución favorable por parte del Supremo (TS).
Fue después de la jubilación, tras cumplir 65 años, cuando comentó el calvario de la profesora onubense para que la Administración educativa y la Seguridad Social le reconocieran sus derechos, un recorrido en vía administrativa y judicial que se ha prolongado toda una década, hasta que finalmente el Juzgado de los Social 1 de Huelva le ha dado la razón y ha venido a poner luz a los años en negro de su carrera en la enseñanza.
El juzgado corrige la resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social de 2010, por la que le concedió una pensión con una base reguladora de 1.510, 18 eruos en porcentaje del 58% por 17 años cotizados, quedando fuera del cómputo tres años de trabajo, incrementando el porcentaje al 63%, con efectos desde hace ocho años (2012).
Así, el órgano judicial condena alINSS y al Ministerio de Educación – que no asistió a la vista celebrada en Huelva- al abono de los atrasos en la proporción de sus respectivas responsabilidades: hasta el 58% la primera entidad y el 5% restante el Ministerio.
El juzgado absuelve a la Junta, al considerar que la materia educativa los años no reconocidos a la profesora eran competencia del Gobierno central.
La profesora comenzó a trabajar por cuenta ajena en 1995, a través de nombramientos de la Consejería de Educación, y prestó sus servicios – hasta que se jubiló- en centros públicos de educación Primaria y Secundaria de la provincia de Huelva: en El Cerro del Andévalo, Berrocal, El Rompido (Cartaya) y Huelva capital. Siempre estuvo dada de alta a nombre de la Consejería, en una relación laboral que se mantuvo de forma continua en el tiempo.
Cuando tuvo que dejar la enseñanza por cuestiones de edad, inició su viacrucis con una primera reclamación en el INSS que tuvo por respuesta una negativa que se repitió varias veces. «Toda vez - argumentaba la administración- que según contestación de la Dirección Provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social, no consta afiliación ni cotización para el periodo indicado correspondiente a la solicitante».
Manuela no se rindió ante los sucesivos rechazos de la Seguridad Social y ahora los tribunales le han reconocido sus cotizaciones.
La representación legal de la profesora, que ejerce el bufete Bidón Abogados en nombre del sindicato de Profesores de Religión en Centros Estatales (Apprece), destaca por «novedosa» la resolución del juzgado onubense ya que los efectos económicos se retrotraen hasta ocho años atrás, cuando las norma de Seguridad Social solo permiten efectos retroactivos de tres años. La sentencia indica, en este sentido, que «no hay obstáculo legal que impida la aplicación retroactiva del plazo de prescripción cuando la revisión que da lugar a su posterior reconocimiento obedece a la rectificación de error material , de hecho o asimétrico”, situando la fecha a efetos económicos en mayo de 2012.
Fuente: https://www.cope.es/emisoras/illes-balears/baleares/mallorca/noticias/obispo-mallorca-los-colegios-publicos-deben-impartir-religion-prohibicion-anticonstitucional-20200923_909131
El obispo defiende el valor de la Religión en las aulas
El obispo de Segovia, César Franco, ha realizado una encendida defensa de la enseñanza de la religión en las aulas y ha criticado el proyecto de Ley de Educación que se tramita actualmente en sede parlamentaria, significando la intención de “devaluar” la asignatura y “relegarla a un mero entretenimiento”.
En la homilía de la solemne Eucaristía que se celebró en la Catedral el pasado domingo para entregar a los profesores de religión la ‘missio canónica’ con la que pueden ejercer la docencia de esta asignatura en los centros educativos, Monseñor Franco recordó que a través de este nombramiento los padres “tienen la garantía de que la formación que reciben sus hijos responde a lo que la iglesia cree y enseña”.
Así, señaló que sacar la signatura del horario escolar y no evaluarla “iría contra la consistencia de la asignatura y relegarla a un mero entretenimiento”, y pidió para los profesores de religión que sean tratados “como el resto de los miembros del claustro de profesores con sus mismos derechos y obligaciones, sin discriminaciones ni censuras de ningún tipo”.
Se refirió también al proyecto de Ley de Educación, lamentando que “no se ha dado el necesario diálogo con las fuerzas sociales propio de una sociedad democrática”, y precisó que hay aspectos “que atentan contra la libertad de enseñanza, como la desaparición del concepto de demanda social, que paradójicamente funciona para la ley de la eutanasia”.
De igual modo, señala que el proyecto pretende quitar la alternativa de la asignatura de religión para los alumnos que no deseen cursarla, así como retirarla del cómputo general de notas para acceder a una beca, lo que en su opinión “supone una devaluación de la asignatura que va en contra de lo que establecen los acuerdos de la Iglesia y el Estado, y de lo que se desprende de la Constitución cuando afirma que la educación se dirige a la formación integral de la persona”.
El obispo rechaza el argumento esgrimido por los colectivos contrarios a la asignatura de religión de que los padres “ya tienen las parroquias para dar catequesis”, y señala que “ignoran con ignorancia cuplable que hay dos modos de enseñar la religión: la catequética que se imparte en las escuelas y la académica, que es propia de la escuela”. De este modo, señala que lo que se hace en la escuela “no es como ha dicho algún político adoctrinamiento ni catequesis, es sencillamente enseñanza académica según su propio método”.
Por todo ello, señaló que los profesores de religión “no tienen fácil su tarea”, ya que la sociedad actual “que se denomina democrática posee demasiados tics de estilo totalitario que no tienen en cuenta que la sociedad es anterior al estado y la familia anterior a la escuela”
“Se quiere quitar a Dios de las aulas y de la sociedad –arguyó el obispo- y con esto se conculcan los derechos de los padres a transmitir sus valores religiosos y éticos que dan consistencia a sus hogares y a su modo de vivir. Los rancios prejuicios antirreligiosos y anticatólicos que deberían estar superados, están de moda y pretenden implantar un modelo de sociedad que ha sido denominado por el Papa Francisco como ‘colonización ideológica’”
Fuente: https://www.eladelantado.com/segovia/el-obispo-defiende-el-valor-de-la-religion-en-las-aulas/