P.- Cada día saltan a la red miles de propuestas digitales. ¿Qué aporta ‘Religión y Escuela’ de nuevo más allá de su versión en papel?
R.- Varias cosas. La primera aportación que destacaría de la web tiene que ver, precisamente con el papel. A lo largo de estos años, la revista ha contribuido a generar pensamiento sobre la clase de Religión, ha publicado recursos de mucho valor y pensamos que es muy importante recopilarlos y ponerlos a disposición del profesorado para facilitarles la tarea en el aula. Por otro lado, el portal digital nos permite trasladar la actualidad con más inmediatez que la que nos permitía la publicación mensual. Dos cosas más, nos parecía necesario establecer un lugar compartido para difundir las buenas prácticas que se están generando por la iniciativa de los profesores y canalizar una presencia en las redes que permita construir en el ágora virtual un diálogo educativo sobre las aportaciones pedagógicas de la ERE y el compromiso educativo de su profesorado.
P.- ¿Por qué es necesario crear una plataforma a modo de comunidad virtual para los profesores de Religión?
R.- Porque es necesario sumar. Sin duda, ya existen acciones muy valiosas al amparo de las editoriales, de asociaciones profesionales, de sindicatos o de profesores comprometidos que han anticipado acciones en esta línea, pero, ante los retos de nuestro sistema educativo, ante la invitación del Papa de construir una aldea de la educación, ante el horizonte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible o la próxima ley de educación, nos parecía necesario abrir un espacio a todas las sensibilidades y actores de la ERE. Desde hace casi cuarenta años, ‘Religión y Escuela’ quiere ser un foco de pensamiento sobre la clase y el profesorado de Religión que contribuya, en línea con las orientaciones de 1979, a encajar la enseñanza religiosa y a su profesorado con naturalidad en el sistema educativo y en la sociedad. ‘Religión y Escuela’ siempre ha sido de todos.
P.- Este curso está siendo complicado para toda la comunidad educativa. Los profesores de Religión y la propia asignatura no se escapan…
R.- Pero ha sido también una ocasión para evidenciar que desde el carácter curricular de la asignatura se pueden ofrecer mediaciones educativas que sirvan para seguir anclados a la esperanza a pesar de la adversidad y sentir la urgencia del compromiso con los más desfavorecidos. En línea con la bellísima expresión del Papa Francisco: “Con la tempestad, se cayó el maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermano”. La clase de Religión y el profesor han entendido, perfectamente, la importancia de la cercanía y el acompañamiento en este momento tan crítico.
P.- La asignatura está en el punto de mira en esta ‘era covid’, porque rompe los grupos burbuja. Sin embargo, poco se dice de otras optativas que también exigen desdobles. ¿Se mira con lupa todo lo que tiene que ver con la Religión?
R.- Todavía nos quedan vaivenes que sufrir este curso. Es difícil anticipar, todavía, el recorrido que puede tener. No sería de extrañar que, desde las administraciones educativas, se acabase priorizando el desarrollo de asignaturas instrumentales para la promoción y titulación y que otras materias perdiesen peso específico. Con respecto a la ERE, sería mucho más fácil encontrar ejemplos de buena coordinación con las otras materias (especialmente Valores) que casos aislados en los que algunas personas reaccionan como si el trabajo curricular conjunto fuese una amenaza de adoctrinamiento o un riesgo para sus hijos . ¿Qué pensarán que se hace en clase Religión?
P.- La Conferencia Episcopal ha lanzado una propuesta de reinvención de la asignatura y de un fomento de la educación de valores en la nueva reforma educativa. ¿Cree que el Gobierno acogerá la propuesta o la ignorará, como está sucediendo, con las sugerencias de la escuela concertada?
R.- No conozco la propuesta concreta, pero me parece un acierto que, en consonancia con la invitación de Francisco y en coherencia con la emergencia educativa a la que debemos responder desde el diálogo leal, la Conferencia episcopal haya sido la que haya dado el primer paso. Lo celebro. Por lo que parece, la pelota está en el tejado del Ministerio. Si levanta la vista al panorama educativo internacional y a las recomendaciones de las instituciones educativas mundiales e internacionales UNESCO, Consejo de Europa, etc., no le quedará más remedio que abrirse al diálogo y propiciar el encaje escolar de la diversidad religiosa.
Fuente: https://www.vidanuevadigital.com/2020/10/21/antonio-roura-todavia-se-ve-la-asignatura-de-religion-como-una-amenaza-de-adoctrinamiento/
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