@elprofebati
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La asignatura de Religión se reinventa. O al menos eso busca la Conferencia Episcopal Española al poner en marcha del Foro sobre el currículo de la Enseñanza Religiosa Escolar (ERE).
Se trata de una iniciativa inédita en la Casa de la Iglesia, puesto
que, hasta la fecha, los contenidos de la materia confesional se
elaboraban a puerta cerrada.
Por primera vez, se reclaman las aportaciones de toda la comunidad educativa para elaborar el menú pedagógico,
poniendo el foco en esos maestros que conocen de primera mano la
realidad de los alumnos y saben cómo hacerles llegar el Evangelio con
unos contenidos que no queden descolgados de un contexto secularizado.
Esta apuesta sinodal es fruto del trabajo que se viene realizando
desde la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura, presidida
por el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, y dirigida por Raquel Pérez Sanjuán, de la Institución Teresiana. Juntos, han configurado una red de asesores para moverse en el complejo contexto educativo y político. Con el diálogo como base, en apenas unos meses, ya se han dado algunos pasos más que significativos.
La innovadora propuesta de crear un área de valores y creencias para
todos los alumnos españoles no logró un primer acomodo en la nueva ley
educativa, que estaba prácticamente cerrada, pero sirvió para interpelar
al Ministerio de Educación para que se pueda abordar en su desarrollo.
Además, esta iniciativa abrió los ojos del Gobierno para
descubrir el empeño del Episcopado de abordar una educación de calidad
para todos los estudiantes, más allá de defender su parcela recogida en los Acuerdos Iglesia-Estado.
Como consecuencia de los encuentros que desencadenó la iniciativa, la ministra Isabel Celaá ha fichado a Pérez Sanjuán para el Consejo Escolar del Estado y, esta misma semana, el número dos de Educación, Alejandro Tiana, avalaba con su presencia el Foro.
Puntos de encuentro
Nadie duda del objetivo del Gobierno por arrinconar la Religión en la LOMLOE, dejando que no cuente para nota y evitando que tenga una alternativa.
Sin embargo, desde ahí resulta más que acertada la apuesta del
Episcopado de no ejercer una oposición frontal con las espadas en alto,
sino buscar puntos de encuentro planteando otras vías de negociación,
como hacer ver que se trata de un área necesaria para la formación
integral de todos los estudiantes, más allá del 63% que la eligen de
forma voluntaria cada año.
A buen seguro que el nuevo atrio para escuchar a los educadores no
solo será una puesta a punto del currículo, sino también un aval de su
razón de ser ante la clase política; pero, sobre todo, para que
los niños y jóvenes descubran el hecho religioso como un factor
imprescindible para construir su identidad personal y la fraternidad
universal.
La Conferencia Episcopal lanza un foro de diálogo on line ‘Hacia un nuevo currículo de Religión Católica’
“Esperamos a una plena consideración
académica. Que no sea tenida en cuenta la nota sí tiene repercusiones en
Bachillerato. Solicitaremos formalmente al ministerio que la evaluación
no sufra este tipo de recortes, que desprestigia la materia escolar”
El secretario de Estado de
Educación aseguró que la Ley Celáa respeta escrupulosamente los Acuerdos
Iglesia-Estado, "que dicen muchas cosas". "Eso no es todo y hay muchas
cosas que aclarar, y en eso estamos"
Cardenal Bagnasco: "La responsabilidad
educativa de la Iglesia no es una iniciativa suya particular, sino que
es intrínseca a su misión evangelizadora: si la Iglesia renunciara a
educar, renunciaría a evangelizar, se negaría a sí misma"
“Que no se limite la libertad de enseñanza o la libertad de la clase de Religión”.
Esta es la exigencia de la Conferencia Episcopal española de cara a los
desarrollos posteriores a la aprobación de la LOMLOE, en especial en lo
relativo a la clase de Religión, según planteó el obispo de Lugo y
responsable de Enseñanza de la CEE, Alfonso Carrasco Rouco, durante el foro de diálogo on line ‘Hacia un nuevo currículo de Religión Católica’ inaugurado esta tarde y que contó con la presencia del secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana.
“Esperamos
que los próximos desarrollos de la ley se hagan en diálogo con todos
los sectores implicados para el bien de la educación en España”, subrayó
Carrasco Rouco, quien no obstante admitió que la nueva reforma
educativa “no es el texto que nos gustaría, aunque se compromete a
cumplir con lo establecido en los Acuerdos Iglesia-Estado (…). No se ha suprimido la asignatura”.
Debe ser evaluable y computable
Pese
a ello, el obispo lamentó que “persistan los estereotipos” en torno a
la clase de Religión, y exigió que la materia “debe ser evaluable y con
los mismos efectos que otras materias. Así esperamos que se mantenga”.
“Esperamos a una plena consideración académica. Que no sea tenida en
cuenta la nota sí tiene repercusiones en Bachillerato. Solicitaremos
formalmente al ministerio que la evaluación no sufra este tipo de
recortes, que desprestigia la materia escolar”.
“Nos preocupa la
igualdad y el equilibrio entre los alumnos que optan por la asignatura y
los que no”, recalcó Carrasco Rouco, quien apuntó que “la vía del diálogo es nuestra opción primera, en la búsqueda de un consenso social en educación”, aunque no descartó la vía judicial.
Por su parte, Alejandro Tiana
reconoció que "nos hace falta diálogo", pero aseguró que la Ley Celáa
respeta escrupulosamente los Acuerdos Iglesia-Estado, "que dicen muchas
cosas". "Eso no es todo y hay muchas cosas que aclarar, y en eso
estamos". "Si no hay diálogo no habrá posibilidad de entendimiento, y es una buena noticia que exista esa voluntad de diálogo".
En
su disertación, Tiana pidió "acertar" en el diseño de las competencias y
las materias para que el "modelo pueda ir adelante y consolidarse",
sobre la base de "destrezas, conocimientos y actitudes". Dentro de esto, "el papel de la Religión tiene un lugar en el modelo escolar", aunque no quiso avanzar en su desarrollo concreto. "Puede implicar un paso adelante en nuestro sistema educativo".
Grave falta de pensamiento y de fe
Con anterioridad, el cardenal Angelo Bagnasco, presidente del Consejo de Episcopados de la UE, había subrayado en su intervención que
"educar significa encontrar la vida, dialogar con ella", pero
especialmente "encontrarse a sí mismo", mostrándose muy crítico con "la
cultura mediática quiere hacer creer creando ilusiones a jóvenes y
adultos".
"Hoy, en Occidente, hay una grave falta de pensamiento y, por tanto, de fe",
recalcó el purpurado italiano, quien subrayó que "los padres son los
primeros e insustituibles educadores de sus hijos, y la familia es el
primer campo de formación educativa", junto a la escuela y, también, la
Iglesia. "La responsabilidad educativa de la Iglesia no es una
iniciativa suya particular, sino que es intrínseca a su misión
evangelizadora: si la Iglesia renunciara a educar, renunciaría a
evangelizar, se negaría a sí misma".
Al tiempo, reivindicó el papel del Cristianismo en el Viejo
Continente. "Gracias al Evangelio, Europa ha llegado a una concepción
antropológica de altura y plenitud que no tiene comparación en ningún
otro lugar de la tierra, como también lo reconocen estudiosos que se
declaran no creyentes", declaró Bagnasco.
"Nos toca a todos nosotros - docentes, educadores, catequistas, comunidad cristiana - ayudar a los jóvenes a encontrarse a sí mismos, a abrir horizontes,
a tener confianza, a resistir la indiferencia, a descubrir la belleza
de la fe cristiana", concluyó Bagnasco quien cerró su intervención con
una cita de T.S. Eliot: “Si el cristianismo desaparece, desaparece toda
nuestra cultura. Y entonces vosotros tendréis que empezar fatigosamente
desde el principio, y no podréis llevar una cultura ya hecha. Tendréis
que pasar por muchos siglos de barbarie".
En
Cope León hoy jueves 18 de febrero de 2021, dentro del espacio
"Relipalabras: ecos del aula", hablamos con la profesora de religión
católica en el IES Legio VII Estrella París García.
Mira,
conscientes de que la salud seguirá estando como nuestra primera
preocupación y aunque parece que vende más el dolor, lo negro que la
alegría. Queremos empeñarnos en focalizarnos en lo bueno, en la
gratitud, en el optimismo… Y queremos en esta ocasión contar a nuestros
oyentes, de primera mano, algunos ecos del aula de esta temporada.
Pensamos que estos ecos pueden servirnos para reaccionar y sacar la
sombrilla de la resistencia del esfuerzo, de la confianza…. Comenzamos
con voces de alumnos de 1º ESO que nos cuentan que no esperaban que
pasase, Nos cogió de sorpresa: De repente el mundo se puso patas arriba.
Se nos llevó a gente que queríamos, alguno de nuestros abuelos. Y es
que ellos estaban bien. Y de repente nos quedamos sin ellos, sin su
cariño, sin sus abrazos y sin sus cuentos… Y también quiero dar voz a
Nonia y Miguel de Bachillerato: ellos hablan de la pandemia, de las
situaciones jamás vividas, nos hemos quedado en casa, los hospitales
saturados… pero hemos vivido momentos inolvidables: profesores,
reponedores, farmacéuticos, transportistas… que han trabajado por el
bien común… Como cristianos que somos nos parece que la ayuda de la
iglesia ha sido fundamental… ¿Y para quién el Relieco en esta ocasión?
Queremos darle el Relieco a Don Luis Ángel de las Heras, nuestro nuevo
obispo. Él nos ha escrito una preciosa carta en la que felicita a padres
y alumnos por elegir la enseñanza religiosa y en la que nos felicita a
los profesores e instituciones por impulsar esta opción educativa. ¿Y el
Relipalabro? El Relipalabro se lo ha ganado en esta ocasión el
Consejero de Educación de La Rioja, Pedro Uruñuela, por sus últimas
actuaciones y declaraciones en contra del profesorado de Religión y s
asignatura.
La Comisión Jurídica Nacional
por la Libertad de Educación es un grupo de profesionales españoles del
Derecho en el que participan también diversas instituciones educativas.
Este equipo ha presentado ante la Comisión de Peticiones del Parlamento
Europeo, una Petición en la que se solicita el amparo de las
instituciones comunitarias frente a la violación de derechos
fundamentales y los ataques a la Libertad de Educación (y contra la educación católica y concertada) que significa en España la recientemente aprobada Ley Celaá.
La Comisión Jurídica denunció el apresurado modo de aprobación de la
LOMLOE, tramitada bajo situación de pandemia, y con el rechazo del
gobierno y afines, a que los agentes educativos intervinieran en la
tramitación de la proposición de ley.
La Comisión Jurídica, en su escrito ante el Parlamento Europeo,
registrado por esta cámara el pasado 28 de enero, denunció, entre otros,
la violación de los artículos 14 de la Carta de los Derechos
Fundamentales de la Unión Europea y 27 de la Constitución Española, que
protegen la libertad de educación y de enseñanza. En particular, la
libertad de los padres a que sus hijos puedan recibir una educación
conforme a sus convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas.
6 vulneraciones de derechos
La LOMLOE violenta los más elementales principios de libertad y de
igualdad de derechos entre familias y alumnos. En concreto, la Comisión
hizo hincapié en seis aspectos básicos que vulneran la normativa
comunitaria o nacional:
1- La vulneración de la libertad educativa y religiosa, al no relacionarse laasignatura de religión
de entre las materias a impartir, lo que puede dar lugar a su directa
supresión, o a su minusvaloración, al perder la exigencia de
equiparabilidad y evaluación de la asignatura.
2- La inclusión de asignaturas de carácter ideológico que podrían violentar las creencias de padres y alumnos,
alejándose de valores comunes y al margen de aquellos que encuentran
acogida en la Constitución Española y textos comunitarios.
3- La abierta discriminación de la escuela concertada, al incluir un pseudoderecho a la educación pública que hace de la concertada un sistema educativo subsidiario,
y que, al eliminar concepto de demanda social pretende su paulatina
asfixia, quebrantando la libertad de creación de centros de enseñanza y
la libertad educativa.
4- La persecución del modelo de educación diferenciada,
violentando el ideario de los centros y la libertad de elección del
modelo pedagógico o educativo que los padres entiendan más adecuado para
el desarrollo de la personalidad de sus hijos en libertad.
5-La progresiva desaparición de la educación especial frente
al criterio de una amplia mayoría de padres, quienes ven cómo sus hijos
no van a poder optar libremente por un sistema pedagógico adecuado a sus
circunstancias.
6- La desprotección del español o castellano en las aulas, al
quedar la utilización de la lengua oficial del Estado al albur de
arbitrarias decisiones administrativas o políticas, ignorando el deber
de todos los españoles de conocerla y su derecho a usarla.
La Comisión Jurídica trabaja para que la vulneración de Derechos
Fundamentales reciba una respuesta política desde el Parlamento Europeo.
Pide vías de intervención para que las instituciones comunitarias
protejan jurídicamente los derechos esenciales de tantas familias
españolas.
Un
grupo de familias, de profesorado de Religión Católica y de otras
asignaturas y de ciudadanos "concienciados por la libertad" han creado
el colectivo 'Reliesmás', con que el que buscan "defender la asignatura
de religión y su profesorado en La Rioja".
Un
colectivo que surge ante los últimos hechos acaecidos en nuestra
Comunidad Autónoma en relación a la "denuncia unilateral" del convenio
de Colaboración entre la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño y la
Consejería de Educación, Cultura, Deporte y Juventud de La Rioja.
Han
insistido en que buscan defender la asignatura de Religión Católica y
su profesorado, ante lo que "consideramos un atropello a nuestros
derechos como padres y como profesionales de la educación".
Por
ello, se presentan a toda la sociedad riojana como un "colectivoque
cree firmemente que la asignatura de Religión Católica, los cerca de
28400 alumnos que la eligen libremente cada año en nuestra Comunidad
Autónoma, y los casi 430 profesionales que la imparten, merecen un
respeto".
"Todos hemos leído, con asombro y
perplejidad las noticias que informaban del cese unilateral y sin
anuncio previo del Convenio General de Cooperación entre la Comunidad
Autónoma de La Rioja y la Diócesis de Calahorra y La Calzada- Logroño
sobre Enseñanza de la Religión y Moral Católica".
La
"gravedad de la acción" y las consecuencias derivadas de la misma son
de tal calibre, que creemos que la sociedad civil riojana "debelevantar
su voz y decir alto y claro que defender a la asignatura de Religión
Católica, a las familias que la eligen, a los alumnos que la cursan y a
los profesores que la imparten, no es un privilegio de la Iglesia
Católica sino un derecho que nos asiste".
Este
derecho está reconocido en la Constitución Española, que nos ampara a
todos los ciudadanos sin distinción, en el artículo 27.3; los Acuerdos
Internacionales entre la Santa Sede y el Estado Español, que sontratados
legislativos de rango internacional.
La Carta
Europea de Derechos Fundamentales, que en su artículo 14.3 sostiene que
"los padres deben tener la posibilidad de asegurarse de que la educación
que se les da a los niños corresponde a sus convicciones religiosas".
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 26.3
Y
además "porque la presencia de la asignatura de Religión Católica en
nuestro sistema educativo es un bien común para toda la sociedad
riojana" y porque "las autoridades deben velar por cumplir y hacer
cumplir la ley que nos ampara a todos los ciudadanos y garantizar que la
ciudadanía pueda ejercer en libertad todos sus derechos.
Han
anunciado que próximamente "haremos la presentación del manifiesto que
nos representa e informaremos sobre las acciones que iremos
desarrollando". Por todo ello, el Colectivo 'ReliEsMás-La Rioja' "se
pone a disposición de la sociedad riojana para dar voz a todos los que
piensan que, con la presencia de la asignatura de Religión Católica de
una maneradigna, la educación en La Rioja será más".
¿Por
qué debe estar en la escuela la asignatura de Religión? ¿Y por qué
apuntar a los niños y a los jóvenes a Religión? Son dos cuestiones a las
que me gustaría brevemente responder.
Algunos piensan que la
formación religiosa en la escuela es un privilegio o un añadido especial
a la formación humana, cultural, científica o tecnológica. Otros,
simplemente, se quedan en la superficie y consideran que una educación
integral no debe incluir una dimensión religiosa y moral que, para
nosotros, los creyentes, es decisiva para el diálogo entre la fe y la
razón, para promover el respeto entre todos y para entender las raíces
de nuestra existencia y de nuestra historia.
Decía el Papa emérito
Benedicto XVI que «eliminar a Dios de la enseñanza significa romper el
círculo del saber». Y no le faltaba razón. Porque Dios es connatural al
ser humano. Y ciertamente, no podemos apagar la dimensión trascendente y
religiosa que habita en el corazón de toda persona que solo anhela
vivir en paz.
Una educación integral, que abarca todas las
dimensiones del ser humano, también su dimensión transcendente, nos abre
las puertas hacia un conocimiento verdadero y armónico de la realidad,
nos sitúa adecuadamente en ella como un don y una misión. Una educación
que incluya la dimensión religiosa del ser humano, nos impulsa hacia una
misión en la construcción de una sociedad habitable, que responda a las
ansias más profundas del corazón humano. Asimismo, da respuestas
actuales a los desafíos del presente, teniendo una mirada preferencial
por los más necesitados y vulnerables. Y, por supuesto, invita a
responder a tantas preguntas que surgen en la mente y corazón de niños y
jóvenes que buscan el sentido primero, actual y último de sus vidas.
¿De
qué serviría acumular conceptos, disciplinas y temarios si olvidamos
educar la mente y el corazón? Se constata que en determinados campos se
plantea, de modo erróneo, la asignatura de Religión como si fuera algo
ajeno a la identidad cultural, moral y religiosa de la persona y de
nuestra sociedad. Y, si esto pasa, el bien común deja de echar sus
raíces donde le es propio, que es en la dignidad del ser humano imagen y
semejanza de Dios.
El Papa Francisco, en su discurso a los
participantes en la plenaria de la Congregación para la Educación
Católica en 2014, dijo que la educación católica «es uno de los desafíos
más importantes de la Iglesia, dedicada hoy a realizar la nueva
evangelización en un contexto histórico y cultural en constante
transformación». Unas palabras, desde luego, certeras para un momento
tan importante como el que ahora vivimos. Porque la educación católica
es un escenario de diálogo intercultural, un signo de acogida, un arte
que tiene como fundamento a Quien instituyó el mandamiento principal del
amor; es la raíz donde crecen frutos de compasión infinita, hasta
alcanzar la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4, 13).
Por
eso, padres y madres, responsables y custodios de la educación de
vuestros hijos: está en vuestras manos continuar el compromiso que
adquiristeis el día de su Bautismo. La clase de Religión aporta las
razones fundamentales para la vida. Y qué mejor herencia para ellos que
cimentar cada uno de sus latidos en Quien es la Verdad que nos hace
realmente libres.
Entre las buenas noticias
tenemos el pronunciamiento de la Unión Europea a favor del derecho de
las familias a elegir la educación de sus hijos de acuerdo a sus
convicciones religiosas, filosóficas y educativas.
(Agencias/InfoCatólica) La portavoz
de Educación de la Comisión Europea, Sonya Gospodinova, en
declaraciones el viernes 5 de febrero con respecto a la Let Celaá, ha
dicho: «La educación es una competencia nacional. Por tanto, es potestad
exclusiva de los gobiernos decidir cómo se organiza la enseñanza, y la
Comisión no tiene ninguna posibilidad legal de definirlo.
Dicho esto, seguimos de cerca la situación en Espala, también el
desarrollo de la nueva ley de educación, y las intenciones del gobierno
español de reemplazar los sistemas que había por otros sistemas
públicos, en referencia al ataque a la escuela concertada (escuelas
privadas que reciben una subvención pública para que sean más
económicas, o incluso gratuitas), para priorizar las escuelas públicas
controladas por los gobiernos regionales.
Quiero destacar, que la Comisión sostiene que los padres tienen el
derecho de asegurarse de que la educación que se les da a los niños
corresponde a sus convicciones religiosas y a sus visiones filosóficas y
educativas. Ese derecho está recogido en el artículo 14.3 de la Carta
Europea de Derechos Fundamentales».
Continuó la portavoz: «la Carta Europea de Derechos Fundamentales
impone obligaciones a los Estados miembro solo en los asuntos donde las
instituciones europeas son competentes. Como ya he dicho, la educación
es competencia nacional exclusiva, lo que no permite ninguna base a la
Comisión para opinar sobre los nuevos avances legislativos del Gobierno
español».
La nueva Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación
(LOMLOE), que acaba de entrar en vigencia el 19 de enero, ha sido una
gran polémica desde sus inicios, pero nada la ha podido detener.
El presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza
(CECE), Alfonso Aguiló, declaró que esta ley «ataca y perjudica a las
escuelas concertadas, un modelo de escuela que permite que la oferta de
educación sea mucho más plural, porque cualquier familia tiene acceso
gratuito tanto a la enseñanza pública como a una pluralidad muy grande
de escuelas que son privadas, pero que reciben esta ayuda y gracias a
eso son gratuitas. En buena parte porque esa escuela es católica, que
son más o menos el 25% de todas las escuelas del país».
También hizo hincapié en que «la asignatura de Religión, según los
acuerdos con la Santa Sede, tiene que ser una asignatura como otra
cualquiera del mismo nivel y tiene una asignatura optativa para los que
no quieren religión».
Esto margina las enseñanzas religiosas y el otro aspecto negativo
impuesto es la introducción de la ideología de género en todos los
niveles educativos, como se lee en su artículo 22.
El sindicato de profesores de religión Apprece ha
recibo con optimismo el deseo de Cristianos Socialistas quienes han
asegurado que es hora de llegar a un acuerdo con el Gobierno y las
comunidades autónomas para dar estabilidad a los profesores de religión.
En el sindicato APPRECE, sin entrar en su análisis de la realidad, compartimos el deseo de “Cristianos Socialistas” y públicamente hacemos unas propuestas para mejorar el Real Decreto 696/2007, que regula las relaciones laborales del Profesorado de Religión, con las Administraciones Públicas, como desarrollo de la Disposición Adicional Tercera de la LOE", afirman.
Religión confesional
Recuerdan que en la tramitación de la Ley Celaá, hubo quienes "la
quisieron modificar, pero, finalmente, ha quedado como fue aprobada en
el año 2006, con el añadido de la palabra “confesional”, para que quede claro que, en el sistema educativo español, se seguirá enseñando la “Religión Confesional”,
de oferta obligatoria para los Centros educativos y de opción
voluntaria para las familias y para el alumnado, si es mayor de edad".
Para Apprece,
transcurridos 15 años de su aplicación, es hora de mejorar estas
condiciones de trabajo del Profesorado de Religión: "No se puede
defender la estabilidad laboral del Profesorado de religión confesional,
si al mismo tiempo, no se defiende la presencia de la Religión Confesional en la escuela,
con unos horarios, en los que se pueda desarrollar, con garantía y
calidad, el proceso de enseñanza/aprendizaje del Currículo de Religión",
afirman.
Contratos indefinidos
Los profesores de religión agrupados en este sindicato considera que las mejoras deben empezar por asegurar contratos indefinidos
del Profesorado titular para una jornada laboral de 37.5 horas
semanales, como ya ocurre en la Comunidad Autónoma de Galicia, o, en las
CC.AA. donde la jornada de los empleados públicos es de 35 horas, como
es el caso de Andalucía con el fin de que las jornadas lectivas puedan
ser las que estén estipuladas por la Consejería de Educación
correspondiente para los empleados públicos docentes.
Otra de sus reivindicaciones es que el número de horas de trabajo, así como la distribución en horas lectivas, complementarias o de libre disposición será la misma que la del personal funcionario docente de los centros en los que presten servicios.
Horas lectivas
Así mismo, se formalizarán contratos a jornada completa en Educación
Infantil y Primaria a partir de 18 horas lectivas hasta 25 y en
Educación Secundaria a partir de 13 horas lectivas hasta 18, cuando en
uno o varios centros queden restos horarios que no alcancen, acumulados,
las 25 horas lectivas en Educación Infantil y Primaria o las 18 horas
lectivas en Educación Secundaria.
Además, para regular en las CC.AA. la representación del Profesorado
de Religión Confesional se celebrarán elecciones propias del Profesorado
de Religión en todas las provincias.
Convenios colectivos
Estos constituirán Comités de Empresa en cada centro de trabajo para
que, de acuerdo con el Estatuto de los Trabajadores, puedan negociar convenios colectivos del Profesorado de Religión de la CC.AA. en el marco del Convenio Colectivo de toda España de cara a negociar con el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Entre otras mejoras, el sindicato reivindica que las nuevas
necesidades de cada curso escolar, para la atención al alumnado, que
haya optado por la enseñanza de la Religión Confesional, serán cubiertas, en primer lugar, por el profesorado de Religión Confesional,
con contratos de jornada parcial, teniendo en cuenta la antigüedad, y,
en segundo lugar, por el profesorado de Religión Confesional de su
Comunidad Autónoma.
Los puestos de trabajo vacantes serán cubiertos, mediante concurso público.
Por último, para que no haya equívocos a la hora de reducir las horas
de religión, el sindicato alega que, si por causas objetivas hubiera
que reducir horario lectivo, en contratos indefinidos,
se seguirá el procedimiento legal correspondiente, dando cuenta a la
Autoridad Laboral y a los representantes del Profesorado de Religión
Confesional, para su estudio y la negociación de las soluciones legales
que procedan.
Desde la delegación de Educación de la diócesis de Vitoria, ha
comenzado la campaña para animar a padres y alumnos de la escuela
pública a elegir –de entre todas las optativas ofertadas– la asignatura de Religión
de cara al curso 21-22. Del 29 de enero al 8 de febrero, comienza el
plazo de preinscripción en los colegios de la red pública de la
comunidad autónoma vasca. Tal y como nos cuenta José Antonio Rosado, de
la oficina de comunicación de la diócesis vitoriana, el delegado de
educación del obispado, Txomin Gómez, se ha dirigido por carta a las
asociaciones de padres, parroquias y direcciones de colegios públicos
recordando que la clase de Religión tiene «plena actualidad dentro de
una escuela abierta, plural e integradora». Esto se debe a «los
conocimientos que aporta, los valores que enseña y la sensibilidad
social que destaca, con el ser humano en el centro de toda acción» .
Para Gómez, la importancia de esta materia radica en poder «aumentar
los conocimientos del alumno y su capacidad de interpretar lo que le
rodea».
Dificultades a la hora de elegir la Religión
Año tras año, la delegación de Educación ha venido informando
de su preocupación por los problemas administrativos derivados a la hora
de que los padres puedan escoger esta optativa en algunos centros
educativos. Gómez ha advertido que «supondría una enorme pérdida para
el alumno y para su conocimiento completo que la materia de Religión
desapareciera del ámbito de la educación reglada en la escuela
pública», por lo que ha animado a «no amedrentarse por presiones y
apostar porque los alumnos logren adquirir el amplio y transversal
conocimiento que ofrece esta materia». En esta linea, el delegado
diocesano de Educación ha recordado que «la presencia de la Religión en
el espacio público escolar es fundamental en cualquier sociedad
avanzada y tolerante» y ha subrayado que con la nueva Ley de Educación
–conocida como la Ley Celaá–
«la amenaza sobre esta asignatura es evidente» por lo que ha animado
«ahora más que nunca» a elegir Religión como asignatura optativa en la
red pública vasca presente en Álava.
Como viene señalando la Iglesia española, la propuesta de la asignatura de religión no implica ningún tipo de situación privilegiada para la institución sino que obedece al derecho de los padres de elegir, tal y como señala Gómez,
«una educación acorde para sus hijos según sus propias convicciones
culturales, sociales y religiosas», algo de lo que «ya gozan otras
confesiones y que se vive con total normalidad en gran número de los
países de la Unión Europea». Desde instancias europeas «insisten en la
necesidad de la presencia de la cultura religiosa en todas las aulas
dentro de un marco legal respetuoso con las opciones de cada uno», ha
destacado el delegado diocesano de Educación subrayando además que esta
es «una elección libre y voluntaria, con variedad de alternativas que
se han de respetar y promocionar sin discriminaciones».
En el contexto del Día Internacional de la Educación,
celebrado el pasado domingo 24 de enero, se muestra como elemento
indispensable para las generaciones en edad escolar el fomentar el
encuentro y la pluralidad en el diálogo abierto sobre la cosmovisión del
hombre, su relación con al trascendencia y su historia personal.
Me ha llamado la atención que
algunos han puesto mucho énfasis en la novedad, para ellos, de una
enseñanza no confesional de la religión en la LOMLOE. Sin embargo, esta
perspectiva de la religión viene de lejos. Se creó en 1995 y también la
LOE la estableció como materia opcional y alternativa a la religión
confesional en los cuatro cursos de ESO.
El tratamiento de las enseñanzas de religión en la
tramitación parlamentaria de la LOMLOE está siendo, como en todas las
reformas educativas, polémico. Los puntos más controvertidos son, como
siempre, la evaluación y la alternativa. Pero hay otros que pasan más
desapercibidos y tienen su importancia. Fijémonos ahora solo en dos
aspectos menos conocidos, pero muy esenciales.
El primer dato de esos que pasan desapercibidos -esencial, pero negativo por ahora- es la ausencia de cualquier planteamiento educativo
sobre el saber religioso en la LOMLOE. La ya tradicional disposición
adicional segunda, desde 1990 con la LOGSE, consagró la incorporación de
la religión al currículo escolar como consecuencia del escrupuloso
cumplimiento de las Acuerdos del Estado con la Iglesia Católica. Pero
esta afirmación, que ha garantizado la presencia de la clase de Religión
como oferta obligatoria para los centros y opcional para las familias,
ha dificultado otros desarrollos pedagógicos. Desde entonces, la LOE y
la LOMCE mantuvieron este modo estrecho de justificar la religión en la
escuela, por imperativo legal. Solo la LOCE hizo un planteamiento
educativo del saber religioso por su importancia para la formación
integral, pero no se implantó, ni siquiera se tuvo en cuenta en la
LOMCE.
El segundo dato tiene que ver con las enseñanzas de religión desde una perspectiva no confesional y
nos vamos a detener un poco más en ello. Si se hubieran tomado en serio
estas propuestas, quizá se hubiera ensanchado el espacio pedagógico al
que quedaba reducida la enseñanza de la religión por el solo
cumplimiento de los acuerdos con las religiones. Pues bien, las
enseñanzas sobre lo religioso, sin un enfoque confesional, se crearon en
la LOGSE, en los desarrollos de 1995, como consecuencia de hasta cuatro
sentencias del Tribunal Supremo; continuaron en la LOCE, de 2002,
manteniendo aquella primera denominación como una modalidad del área
curricular que se creaba entonces; se prolongaron en la LOE, creándose
como materia alternativa a las enseñanza de religión confesional en los
cuatro cursos de ESO; desaparecieron por completo en la LOMCE; y ahora
se recupera en la LOMLOE añadiéndose un párrafo en la adicional segunda
sobre enseñanza de religión. Pero solo su tratamiento en la adicional
segunda es novedad ahora, lo demás ya venía de atrás, como la propia
adicional.
Para que no queden dudas, sin remontarnos a sus orígenes de 1995 (muy
recomendables de conocer), recordemos aquí su tratamiento en la LOE de
2006. El Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se
establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación
Secundaria Obligatoria, en su (otra vez) disposición adicional segunda
sobre enseñanzas de religión, establecía (aprovechamos para recordarlo
porque no se alejará mucho de los futuros desarrollos):
Las enseñanzas de religión se incluirán en la
Educación Secundaria Obligatoria, de acuerdo con lo establecido en la
disposición adicional segunda de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo,
de Educación.
Las administraciones educativas garantizarán que, al inicio del
curso, los alumnos mayores de edad y los padres o tutores de los alumnos
menores de edad puedan manifestar su voluntad de recibir o no recibir enseñanzas de religión.
Los centros docentes dispondrán las medidas organizativas necesarias para proporcionar la debida atención educativa en el caso de que no se haya optado
por cursar enseñanzas de religión, garantizando, en todo caso, que la
elección de una u otra opción no suponga discriminación alguna. Dicha
atención, en ningún caso comportará el aprendizaje de contenidos
curriculares asociados al conocimiento del hecho religioso ni a
cualquier materia de la etapa. Las medidas organizativas que dispongan
los centros deberán ser incluidas en su proyecto educativo para que
padres, tutores y alumnos las conozcan con anterioridad.
Quienes opten por las enseñanzas de religión podrán elegir
entre las enseñanzas de religión católica, las de aquellas otras
confesiones religiosas con las que el Estado tenga suscritos Acuerdos
Internacionales o de Cooperación en materia educativa, en los términos
recogidos en los mismos, o la enseñanza de historia y cultura de las
religiones.
La evaluación de las enseñanzas de la religión
católica y de historia y cultura de las religiones se realizará en los
mismos términos y con los mismos efectos que las otras materias de la
etapa. La evaluación de la enseñanza de las diferentes confesiones
religiosas con las que el Estado haya suscrito Acuerdos de Cooperación
se ajustará a lo establecido en los mismos.
La determinación del currículo de la enseñanza de
religión católica y de las diferentes confesiones religiosas con las que
el Estado ha suscrito Acuerdos de Cooperación en materia educativa será
competencia, respectivamente, de la jerarquía eclesiástica y de las
correspondientes autoridades religiosas. La determinación del currículo de historia y cultura de las religiones se regirá por lo dispuesto para el resto de las materias de la etapa en este real decreto.
Con el fin de garantizar el principio de igualdad y la libre concurrencia entre todos los alumnos, las calificaciones
que se hubieran obtenido en la evaluación de las enseñanzas de religión
no se computarán en las convocatorias en las que deban entrar en
concurrencia los expedientes académicos, ni en la obtención de la nota
media a efectos de admisión de alumnos, cuando hubiera que acudir a ella
para realizar una selección entre los solicitantes.
Como avanzábamos, más allá de los aspectos más conocidos, la
evaluación y la alternativa, conviene prestar más atención a estos otros
asuntos que acaban siendo de vital importancia, tanto el planteamiento
educativo del saber religioso como el aprendizaje de todos los alumnos
sobre la religión. Es muy posible que prestar más atención a estos temas
podría ayudar a superar posibles reduccionismos y
plantear nuevos paradigmas sobre la presencia de la religión en el
sistema educativo. Un planteamiento más pedagógico y menos jurídico
podría ayudar. Una mirada más internacional también. Creo que, por lo
que hasta ahora sabemos, las nuevas propuestas de la Comisión Episcopal
para la Educación y la Cultura suenan en esta dirección y podrían
contribuir a ensanchar fundamentos y mejorar soluciones. Ojalá vaya por
ahí.
De momento, conformémonos con completar aquí la atención de desde
hace años se viene prestando a la enseñanza de la religión no
confesional. Como ya hemos indicado, la Disposición Adicional Segunda
del Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, sobre las enseñanzas mínimas para ESO establece que quienes opten por las enseñanzas de religión podrán elegir entre
las enseñanzas de religión católica,
las de aquellas otras confesiones con las que el Estado tenga suscritos acuerdos,
o la enseñanza de historia y cultura de las religiones.
Pues bien, el mismo decreto estableció también las enseñanzas mínimas de esta nueva materia de historia y cultura de las religiones. Aquel currículo de 2006 decía lo siguiente:
La etiqueta o hashtag
#ConReliEsMas, en defensa de la clase de Religión, se ha convertido en
tendencia o 'trendin topic' de la red social Twitter, este jueves 12 de
noviembre.
Las diferentes diócesis españolas, a través de sus
departamentos de enseñanza, han publicado mensajes durante la tarde de
este jueves para defender que "la escuela con Religión es más" y para
mostrar su rechazo a la nueva ley de Educación, la LOMLOE, conocida como
'ley Celaá', con la que Religión dejaría de contar para la nota media.
Así,
por ejemplo, la Delegación Episcopal de Enseñanza de la Archidiócesis
de Madrid, ha asegurado en un mensaje que "el estudio de las religiones
educa en la pluralidad".
"Buscamos promover una cultura del
diálogo, del encuentro de una mutua comprensión, de modo pacífico,
respetuoso y tolerante. Una educación que capacita para identificar y
fomentar los verdaderos valores humanos en una perspectiva intercultural
e interreligiosa", subraya.
La Delegación de Enseñanza de la
diócesis de Cádiz y Ceuta añade que "en clase de Reli" se comprometen
para "poner en el centro en todo proceso educativo la persona, su valor y
su dignidad, para hacer sobresalir su capacidad de relacionarse con los
demás y con la realidad que la rodea".
Para el Arzobispado de
Valladolid, la sociedad no puede "dejar perder esta oportunidad de
seguir formando a una ciudadanía madura y crítica que cuente, entre su
equipaje de camino, con el conocimiento del fenómeno religioso y con las
alarmas que avisen de cualquier patología de la religión".
Otros
motivos para mantener la clase de Religión los da el Obispado de Oviedo
cuando asegura que esta asignatura "hace más libres" a los alumnos y
permite "conocer la cultura y la tradición de los antepasados".
Precisamente,
la delegación de enseñanza de Valencia remarca que "la dimensión
cultural e histórica está presente en la enseñanza religiosa, dado que
el patrimonio cultural, histórico y antropológico-axiológico que gran
parte de las sociedades reciben del pasado está vertebrado por
contenidos religiosos".
Además, la diócesis de Ciudad Real ha
compartido un mapa de Europa en el que muestra que en países como
Finlandia, Suecia, Austria, Grecia o Irlanda es obligatoria la
asignatura de Religión.
Los obispos españoles han propuesto al
Ministerio de Educación integrar los contenidos de la asignatura de
Religión en un "ámbito específico de educación moral en la escuela". Así
lo plantearon los prelados durante la última reunión con la ministra de
Educación, Isabel Celaá.
Entrevista Amelia Álvarez Rodríguez
responsable de la coordinadora estatal de plataformas de religión.
Desde su amplia experiencia en negociaciones políticas en defensa de la
asignatura de religión, ofrece una visión optimista y esperanzadora
sobre la situación actual.
Los trámites parlamentarios
en relación a la LOMLOE avanzan a ritmo de crucero. La comisión de
educación gestiona en cada jornada de trabajo muchas enmiendas. Es un
momento muy importante, los avezados en política saben que en estas
tramitaciones aún caben muchas oportunidades para se modifique
sustancialmente la propuesta inicial. Es un tiempo de esperanza en el
que no cabe otra actitud que la confianza. En relación a la asignatura
de religión, la Conferencia Episcopal Española [CEE] planteó al Gobierno
actual una propuesta abierta, flexible, que invita al diálogo de todos.
Es precisamente en el “diálogo” con mayúscula donde hay que poner la
confianza, al margen de posicionamientos propios o intereses personales
-por muy legítimos que sean-. Si hay diálogo, todo es posible.
La entrevista a Amelia Álvarez
es una puerta a la esperanza y a la confianza en ese diálogo. Es
profesora de religión desde hace 33 años, y tiene amplia experiencia en
la defensa de la asignatura y de las condiciones laborales de aquellos
que la hacen posible cada día, 14000 profesores de religión. Ve con
optimismo la propuesta de la CEE, sobre todo la voluntad de diálogo y
apertura de sus representantes.
Recorrido biográfico
Estudié en el colegio de las
Mercedarias de San Fernando en la calle José Ortega y Gasset, 82 ahora
desplazado a Tres cantos. Estoy casada y tengo 3 hijos, de 30, 28 y 21
años. Soy Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la
Universidad Complutense de Madrid y máster en “Educación para la
ciudadanía” por la Fundación Zubiri. Tengo varios expertos en Ciencias
Religiosas, Fenomenología Religiosa y Hecho Religioso por la Universidad
Pontificia de Comillas.
Desde siempre
mi enclave fue la parroquia de mi barrio como catequista y desde allí
pasé a formar parte de una comunidad de Catecumenado durante 6 años, en
la parroquia de Guadalupe de Madrid. Desde ese momento siempre he
participado de actividades organizadas con entidades comprometidas con
el Sida como BASIDA, y con otras iniciativas del contexto penitenciario,
prostitución.
Soy activista sindical desde los 25
años y con gran actividad política en estas asociaciones desde siempre,
especialmente en CCOO y UGT de los cuales soy afiliada.
Trayectoria docente
Empecé trabajando en centros educativos
privados como profesora de Religión. Estos centros eran colegios muy
grandes con mucho alumnado pero con la base educativa del negocio y eso
no era lo que yo entendía que debía ser la educación.
Entré a trabajar en la enseñanza
pública rápidamente y después de pasar los exámenes que por aquel
entonces se hacían en las delegaciones.
Me destinaron al IES Virgen de la
Paloma durante varios años. Allí realicé tareas propias del departamento
de Orientación que desempeñaba por las tardes, fuera de mi horario
escolar. Lo que me dejaban, sobre todo, eran los casos más complejos de
familias desestructuradas y con problemas de drogas. Cerca del instituto
había asentamientos de familias con este problema. Me quede sin horas,
pues éramos 5 profesores de Religión y yo era la última en llegar. Un
poco después me destinaron al IES Severo Ochoa y compartí centro con el
IES Barajas durante dos años. Desde entonces sigo allí aunque hace 6
años tuve que compartir 6 horas con el CEIPSO El Cantizal. Ahora estoy estable en el Severo Ochoa.
¿Cómo llegaste a ser profesor de religión?
Lo tuve muy claro desde siempre,
durante la carrera tuve prácticas como educador en prisiones. En un
principio ese trabajo me gustaba, luego reflexioné y consideré que era
mejor adelantarse y poner medios para la prevención antes. El mensaje
de Cristo es algo que muchos de los presos no conocen y por eso pensé
en llevárselo a los chicos con mayores descompensaciones sociales y
familiares. También en los colegios de niños con familias adineradas
pero solos y abandonados en muchos casos. Este ha sido mi motor siempre,
acercarles a Dios para que se sintieran queridos y nunca solos.
ASIGNATURA DE RELIGIÓN
¿Cómo ves la asignatura de religión? ¿Cuáles crees que son sus retos principales?
Me preocupa mucho la asignatura, es la
gran desconocida para la sociedad. Además, debido al marco en el que se
sustenta, siempre ha tenido muchas connotaciones políticas, por no decir
manipulaciones políticas. Siempre ha sido la moneda de cambio y la
herramienta de discusión o favor, según grupos políticos, para tratar
aspectos generales o incluso educativos entre la Iglesia Católica y el
gobierno de turno. Es muy difícil empezar a construir desde este tipo de posicionamientos.
He trabajado
durante muchos años en llevar al diálogo a las instituciones y los
agentes implicados en la resolución de la asignatura y que se centren en
un diálogo constructivo y específicamente educativo. Es muy difícil. En
los últimos tiempos y con la aprobación de la LOE, parecía que se
podría construir algo más, en esa línea, por la buena disposición de las
personas directamente implicadas, todas ellas con talante dialogante y
con un alto concepto de la responsabilidad y de Estado. Quedó abierta
la posibilidad pero después se volvió a cerrar, como hemos visto
actualmente.
Yo creo y confió en las personas que
tienen una responsabilidad educativa de este país. Deben entender que su
ejercicio no es el de gobernar a través de la educación, es hacer
educación. Los políticos han de poner al alcance de todos una buena
educación para que los alumnos de nuestro país puedan desarrollarse no
solo técnicamente o académicamente, sino como personas, en sociedad, con
los principios y valores que marquen o deseen. Desde mi punto de vista, los retos educativos que han de tenerse en cuenta hoy son:
La pluralidad de culturas, credos, lenguas.
La diversidad de creencias o conciencias.
La inclusión de otros, los diferentes.
La libertad y defensa de los principios fundamentales.
El respeto a la persona como centro de la educación.
La defensa con acciones globales de nuestro planeta y mundo.
La buena respuesta de todos a un mundo para todos.
La defensa de los valores de la Paz,
la libertad, la justicia, la libertad frente a la exclusión, el abuso,
la injusticia, la marginación, el totalitarismo.
El desarrollo de la misericordia como capacidad humana fundamental.
Educamos en la protección de aquellos más vulnerables, los niños y nuestros mayores. Educar para la Caridad.
Todos estos aspectos deben incluirse en
un área de formación en nuestro sistema educativo. Ese es el lugar del
profesor de religión, una asignatura en el que la persona sea el centro,
una asignatura que eduque en “identidad global”.
¿Y al profesor de Religión? ¿Cómo está después de tantos años de reivindicaciones?
El profesor de Religión observa con
desconcierto todo lo que se ve en la prensa y con la falta de respeto
que se nos trata, las justificaciones absurdas para no resolver el
conflicto, etcétera. En el día a día el profesor de religión realiza un
buen trabajo con sus alumnos, cargado de entusiasmo, coherencia y con la
certeza de que lo que hace tiene sentido y es bueno.
Por otro lado, tengo que confesar que
es difícil trabajar con entusiasmo cuando tu puesto de trabajo está
sometido a la inestabilidad, a la precariedad laboral. Esto impide
muchas veces realizar proyectos educativos de mayor envergadura y de
continuidad en los centros. Esta incertidumbre, a muchos de nosotros,
nos afecta en los proyectos personales, familia, vivienda, etcétera.
Los retos del profesor son formarse
académicamente muy bien y así dar cada vez mejor sus clases,
actualizarse en nuevas metodologías de aprendizaje, ser innovadores.
Además de eso, es importante estar actualizados en cuanto a novedad
informativa e implicarse en la sociedad para adquirir mayor experiencia
humana, para poder enseñar a sus alumnos a dar respuestas a sí mismo y
al mundo desde la Fe. Esa es nuestra mejor contribución, llevar el
mensaje humanizado y de salvación al mundo.
En España se da la situación
que en cada comunidad autónoma, la asignatura de religión, tiene una
carga horaria dispar. ¿Cómo se adapta el currículo a esta diferencia de
carga horaria?
Mal, muy mal. El currículo no es
posible darlo completo, ni cumplir con el objetivo yacente que es educar
a las personas. No es creíble para nadie que educar o poner al
individuo en el centro de la educación, trasformar a un niño en un
adulto, sea el primer objetivo del sistema educativo actual. Esto
anterior es una evidencia cuando se dota a este área y a sus asignaturas
(valores y religión) 1 hora semanal por nivel o 2 horas según
comunidades. ¿Cómo es posible plantear cuantitativamente algo tan
importante? Esto demuestra la falta de posición de los responsables
educativos ante este principio y su defensa, claramente.
Este es otro de los errores
estructurales del sistema educativo, hay diferencias básicas que no
deben dejarse al azar ni a las intenciones políticas de las Comunidades
Autónomas. Es el Ministerio de Educación quien debe asumir este aspecto
tan importante en todo el Estado. Los países europeos han centrado esta
área en pactos con la Iglesia y ambos han asumido la situación, muy
satisfactoriamente.
¿Cómo se podría aterrizar el concepto de “Iglesia en salida” en la asignatura de religión?
Me parece una idea magnifica y además
centra a la Iglesia Católica y a todos nosotros en el lugar que nos
corresponde y nos sugiere cómo hacerlo. Los valores más identificativos
del cristiano, son la clave para la construcción de un mundo global y
positivo. Es necesario un nuevo enfoque y una renovación de los
cristianos y de la Iglesia Católica, de nuestra Misión, abrirnos al
mundo y el mensaje de Cristo ponerlo en el centro del mundo. Es
necesaria una profunda revisión y el papa Francisco es el elegido para
hacerlo mejor.
La asignatura de Religión debería tomar
muestra de todos estos retos que el papa Francisco nos propone. Un
primer paso sería un currículo que plantee estas líneas de actuación, de
planteamientos y respuestas desde la Fe en Cristo. Me encantaría que
nuestro currículo fuera así. Sería importante el “salir al encuentro de
los más necesitados”, que ésta sea una línea importante en nuestro
currículo.
En relación a la invitación del papa Francisco a un Pacto Educativo Global, ¿cómo se podría hacer eco la asignatura de Religión?
Creo que es una invitación necesaria y
urgente y que cualquier presidente de cualquier país entendería como
vital en estos momentos. Las injusticias y los crímenes contra los
vulnerables en muchas partes del mundo, las amenazas al ecosistema y su
respeto hacen de esta invitación un llamamiento urgente. El riesgo a
perdernos en un montón de debilidades pone en peligro a la humanidad. Es
una invitación llena de Revelación.
¿Cómo sueñas la asignatura de religión dentro de 10 años?
Espero verlo y no tener que esperar 10
años. Como he dicho confió en los hombres que luchan por el bien y hay
muchos hombres buenos, afortunadamente metidos en este asunto. Desde mi
opinión, la actual Comisión de Enseñanza y Cultura de la CEE está
formada por personas de estimable capacidad y grandes cualidades
humanas que no hay duda son los más adecuados para este proceso de
diálogo, negociación y realización con el Ministerio de Educación de una
nueva asignatura de Religión. Creo en una asignatura que afecte a la globalidad/integral de la persona.
Lo primero es entender que debemos
tener una asignatura con rigor, con presencia y coherencia en el
sistema educativo en relación a los objetivos que se marquen. Debería
ser una asignatura global, inclusiva de personas, culturas y religiones
que llene al hombre de cuestiones vitales y para la vida, que eduque
para la preservación de lo de todos.
La situación del profesor tendrá que
ser en igualdad al resto de las asignaturas del sistema educativo. Tanto
desde su propuesta, por la Iglesia y su acceso, adecuándose a los
mecanismos propios de la administración. No podemos ser distintos
haciendo lo mismo.
PLATAFORMAS Y LOMLOE
¿Cómo nace la coordinadora de plataformas de profesores de religión?
Me puse en contacto con los presidentes
de cada una de las plataformas autonómicas cuando el Gobierno
socialista público quería sacar del sistema educativo la enseñanza de
la religión. Yo tenía experiencia política del proceso anterior en la
aprobación de la ley LOE. Desde Madrid se organizó una plataforma con el
objetivo de defender la asignatura y a su profesorado. Una de nuestras
pretensiones fue establecer una adicional laboral que nos pudiera dar
estabilidad dentro de la ley LOE Adic III gestionada con el Gobierno y
aprobada por la Iglesia. Las tareas en aquel tiempo fueron múltiples:
conocer y dialogar con los distintos grupos del colectivo, unificar las
propuestas de algunos colectivos representantes de los profesores
(asociaciones, sindicatos), organizar recogidas de firmas de todos los
representantes sindicales en educación, establecer el diálogo
interreligioso y gestionar las propuestas del colectivo en el Congreso y
el Senado,…
También establecimos una estrecha
relación con la Comisión de Enseñanza y Catequesis. Todos los grupo de
profesores de religión trabajaron mucho y al final pudimos conseguir
entre todos un texto en el cual nos permitía avanzar laboralmente y como
consecuencia dar mayor proyección a la asignatura. En esta coordinadora
me apunté para ayudar y aportar mis contactos políticos, experiencia y
trabajo, todo esto lo puse al servicio de mis compañeros y del colectivo
y ellos generosamente me aceptaron.
¿Cómo llegas a ser coordinadora de las Plataformas?
En la Coordinadora no hay un único
presidente estatal, todos representan a grupos de profesores
autonómicos. Desde esos grupos se gestiona un trabajo muy serio y
constante con los grupos políticos en sus distintas Comunidades, y se
llevan a cabo propuestas de mejoras del colectivo y propuestas de la
coordinadora como estrategia estatal.
A mí me toca llevar adelante la gestión
de Madrid con otros compañeros de religión y provocar encuentros y
visitas de la coordinadora con los diferentes grupos políticos, tanto
del Congreso como del Senado, también con grupos federales, sindicales,
Ministerio de Educación, etcétera. Un trabajo apasionante y difícil
porque no todos los grupos políticos participan de nuestras
consideraciones, en muchas ocasiones servimos más para abrir un diálogo
constructivo y darnos a conocer (quienes somos y que hacemos). También
es necesario en muchas ocasiones tirar abajo muchos prejuicios, falsas
informaciones e intolerancias en relación a la asignatura de religión.
¿Cuáles son las principales reivindicaciones de las Plataformas de Profesores de Religión?
La defensa de La asignatura de Religión y de su profesorado.
La propuesta de un gran Pacto en educación como propuesta urgente.
La dignificación y equiparación de nuestra asignatura al resto de asignaturas del sistema educativo y a su profesorado también.
Ser vínculo para la inclusión de los diferentes a través de los valores religiosos.
La apuesta por la competencia
espiritual y de sentido la cual está incluida y respaldada por los
mejores sistemas educativos europeos.
¿Cómo se valora la futura Ley LOMLOE?
Creo que aunque esta ley no haya tenido
un buen comienzo pueda enderezarse y ser enriquecida con apuestas más
representativas, justas y legales. Para esto hay que llevar a las
fuerzas políticas a un gran pacto educativo. Proporcionando un trabajo
constructivo y enriquecedor por todas las partes implicadas. Esto hará
que perdure en el tiempo y pase a la historia de nuestro país como una
ley necesaria, de calidad y de todos.
¿Cómo se valora la propuesta
por parte de la Conferencia Episcopal española al Gobierno? ¿Cree que
tiene algún futuro de salir adelante?
Con Esperanza y confianza. Es estupenda la actitud de diálogo de la actual Comisión de Enseñanza, de don Luis Argüello como secretario general de la CEE y don Alfonso Carrasco como presidente de la comisión, así como del presidente de la CEE, don Juan José Omella.
Es suficiente para poder generar cuestiones de interés y calidad. Creo
que sería un gran error y una gran incoherencia propagar estos valores
en los programas electorales de los partidos políticos y desaprovechar
esta apertura de la Iglesia y la escuela por parte del Gobierno. Sería
algo entendido como irracional. Yo creo que todo saldrá bien y que en lo
venidero tendremos muestras de un trabajo conjunto, responsable y de
altura. Este es nuestro más profundo deseo, por estar en juego la
formación personal, cultural, social y religiosa de nuestros alumnos.
Una misión sin reconocimiento social. Así ven los profesores de Religión su trabajo en las aulas,
ya que solo el 8,7% se siente valorado por la sociedad. Una cifra que
se eleva al 20% sumando a todo el profesorado. Tampoco ven en su labor
el reconocimiento eclesial. De hecho, solo el 42% afirma sentirse
valorado por la Iglesia. No obstante, tienen el respaldo total del alumnado.
Y es que los alumnos valoran a sus profesores de Religión en mayor
medida que a los de otras asignaturas. Incluso más en los centros
públicos que en los concertados.
Más de un tercio de los alumnos (36%) considera que sus profesores de Religión son mejores que los de otras materias. Pero en la pública la mitad de los alumnos valora mejor a sus profesores de Religión que al resto de docentes de otras asignaturas, una percepción del profesorado que ha mejorado en la última década, como pone de manifiesto el Informe 2020 Panorama de la Religión en la Escuela publicado el pasado 4 de noviembre por la Fundación SM en el espacio O_Lumen de Madrid.
Además, el 80% de los profesores de Religión estima que tiene una
buena relación personal con sus compañeros docentes y el 76% con las
familias de sus alumnos. Una amplia mayoría se siente valorado por sus alumnos (86%) los equipos directivos y los claustros (61%),
según radiografía este informe que ha tomado el pulso a una materia que
cuenta con 14.000 profesores en centros públicos y 60.000 en centros
religiosos.
El profesorado de Religión, en cuanto al estado civil, está casado en dos de cada tres casos. Y un 4% son divorciados o separados.
Además de su actividad docente, está comprometido cívicamente, puesto
que el 71% tiene algún compromiso social de voluntariado. El asociacionismo también es alto.
En los centros públicos, tres de cada cuatro (74%) pertenecen a un
sindicato a asociación profesional. En los centros concertados este dato
desciende hasta el 27%.
Romper estereotipos
En cuanto a la enseñanza de la religión, los profesores la valoran
por sus contribuciones educativas. “Reconocen que son aportaciones que
se proponen, no se imponen, para mejorar el pleno desarrollo de la
personalidad del alumno, el cuidado de la autonomía personal y la
construcción responsable de una ciudadanía global con sentido”, afirma Carlos Esteban Garcés, autor del Informe y director del Observatorio sobre Religión en la Escuela. En su opinión, la asignatura, aunque viva en entredicho, es “un bien común” necesario para la construcción de “una sociedad inclusiva”.
El 86% del profesorado aprecia que la asignatura ayuda a comprender las culturas; el 85% estima que contribuye educativamente a construir la diversidad social y religiosa en las sociedades actuales;
el 83% opina que la formación religiosa es constitutiva del pleno
desarrollo de la personalidad de los alumnos; el 84% considera que la
Religión facilita una educación de la interioridad que contribuye a la
autonomía personal y la responsabilidad social; y el 84% valora que la
enseñanza de la religión contribuye a la formación ética y la ciudadanía
global.
El ambicioso estudio, que ha contado con 20.000 encuestados entre
profesores, alumnos, familias, antiguos alumnos y futuros profesores,
también rompe con estereotipos. “Todavía se ve la asignatura de Religión como una amenaza de adoctrinamiento”, explica Antonio Roura, director de la revista Religión y Escuela, que ha puesto en marcha la primera comunidad virtual de profesores de la materia (ReligionyEscuela.com).
“Nosotros, los protagonistas, los que estamos en el aula, hemos sido
alumnos o mandamos a nuestros hijos a la clase de Religión, nos
sorprendemos al pensar en lo que suponen que hacemos en las aulas. Dar razón de nuestro ser y nuestro quehacer es una de las pocas maneras de derribar los muros de la ignorancia”, agrega el experto en la asignatura.
El 78% de los profesores rechazan abiertamente que la asignatura
manipule o adoctrine a los alumnos y un 72% considera que la clase de
Religión no es ningún privilegio de la Iglesia, puesto que también se puede acceder a clases de religión evangélica o musulmana.
Siete de cada diez familias rechazan que se adoctrine en el aula. Para
tres de cada cuatro familias, la asignatura de Religión es necesaria en
la educación de sus hijos.
Eso sí, la mayoría afirmó no participar en ninguna parroquia o
colectivo religioso (65%). El 83% aprecia que la clase de Religión es
buena por los valores que propone; un 81% estima que aumenta la cultura
general; un 61% valora que hace más responsables a sus hijos; y un 67% aprecia que fomenta el espíritu crítico de sus hijos.
El informe revela que las familias están globalmente satisfechas con
la enseñanza de la religión que reciben sus hijos e hijas en los
colegios, que la califican con un notable. Por su parte, el 81% de los
alumnos cree que la asignatura les ayuda a ser mejores personas y el 82%
afirma que les ayuda a ser más tolerantes. ‘Reli’ es, por tanto, una ‘fábrica’ de alumnos tolerantes en medio de una sociedad necesitada de este valor. En otro orden, el 83% de los jóvenes estiman que Religión les ayuda a separar el bien y el mal, y el 65% valora que la materia les proporciona mayor cultura.
Por otro lado, más del 64,5% de los estudiantes españoles cursan la asignatura de Religión,
teniendo en cuenta todos los niveles y centros educativos, según datos
del Ministerio de Educación, que estima que se acercan a cuatro millones
los alumnos que cursan enseñanza de las religiones. De estos, más de la
mitad valora la clase de Religión como necesaria para su educación.
Pero la mitad del alumnado no cree que la Religión deba ser obligatoria. Por su parte, dos de cada tres alumnos consideran que gracias a las clases de Religión conocen otras religiones.
La mitad valora que les ha ayudado a conocer la Iglesia. También a dos terceras partes de los alumnos, la clase de Religión les ha ayudado a creer en Jesucristo.
En cuanto a la experiencia religiosa, el 68% de los estudiantes se
considera católico, un 11% afirmó ser ateo, un 17% se calificó como
indiferente y un 2% profesa otras religiones. El porcentaje de católicos
desciende del 74 al 68% con respecto a 2010. Así, respecto a su práctica religiosa, más de la mitad (57%) afirmó que es poco o nada habitual, siendo habitual para el 34%.
La publicación del Informe coincide con la tramitación parlamentaria
de una nueva reforma educativa que vuelve a cambiar la regulación de la
Religión. No obstante, Esteban Garcés considera que “la asignatura
tiene más futuro que presente porque afecta a la esencia de lo humano y
la educación cuidará siempre esta realidad invisible, pero esencial, tan
constitutiva de la persona. Podrá cambiar el enfoque, el
nombre, el currículo, pero siempre será necesario educar ese ‘hondón’
que, a la postre, constituye las raíces de la identidad personal y
ciudadana”.
De hecho, los obispos han puesto sobre la mesa una nueva propuesta sobre la enseñanza de la religión que incluye un área de valores morales y creencias para todos los alumnos,
pero que sigue sin respuesta del Gobierno. Para el experto en la
materia, “la enseñanza de la religión es más esencial para la educación
que para las iglesias. Su futuro está garantizado en Europa y aquí,
aunque tardemos en acertar con una solución estable”.
Entrevista a Juan Carlos López Hernández, delegado
diocesano de Zamora, y uno de los integrantes e impulsores de
"ReliEsMás". Plataforma que nace en defensa de la asignatura de religión
ante la falta de diálogo en la elaboración de la LOMLOE.
El día 15 de octubre el papa Francisco
nos invitaba a un “pacto educativo global” marcando siete líneas
fundamentales que tocan el corazón de la escuela y de cualquier sistema
educativo. La asignatura de religión no se puede quedar al margen de esa
llamada, porque es parte de lo académico y de lo educativo. Partiendo
de lo anterior y ante la nueva Ley educativa, LOMLOE, hace unas semanas
la Conferencia Episcopal Española mostró su voluntad de diálogo con el
Gobierno. Presentó una propuesta novedosa, de consenso y que le daría
normalidad a una asignatura que en España ha vivido en la incertidumbre
durante todos estos años, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de
países de Europa.
Frente a la voluntad de diálogo y consenso, se sitúa un
Gobierno conformado por PSOE y UP, que parece no tener voluntad de
diálogo. Como ejemplos de lo anterior, la rapidez en la tramitación
parlamentaria y la exclusión de la comunidad educativa en el debate.
Como respuesta a esta falta de diálogo, se han creado plataformas como
“iniciativas de encuentro”, cuyo objetivo es “dar voz social a cuantos
consideran que la enseñanza de la religión suma”. Una de esas
plataformas es #ReliEsMas de la que forman parte más de 50 delegaciones
diocesanas de enseñanza. Hablamos con uno de los integrantes de esta
plataforma, Juan Carlos López, delegado diocesano de enseñanza de Zamora y coordinador de los delegados de Castilla y León.
¿Cómo valoras la asignatura de Religión en la LOMLOE (tal como está en estos momentos)?
A día de hoy la enseñanza de religión se ha convertido en un
problema. Quizá ese sea el mayor logro de sus detractores. Han insistido
tanto en vaciarla de su contenido real para travestirla a base de
mensajes burdos y simplistas que cuesta entender en su amplitud su
significado académico, como por cierto sí ocurre en el resto de Europa.
Que la LOMLOE de la ministra Celaá insista en
arrinconar la asignatura de religión para provocar su muerte por
inanición es más propio de perversos estrategas ideologizados que de
servidores del bien común. Porque varios millones de alumnos han
manifestado positivamente que esta disciplina les aporta en su proceso
formativo. Y detrás de ellos están los padres, verdaderos garantes de la
educación de sus hijos. Por todo lo anterior no se entiende que la
LOMLOE siga condenando a la enseñanza de las religiones a enfrentarla a
la nada, es decir a eliminar su asignatura espejo o alternativa. Tampoco
parece decente (por no decir que es absolutamente indecente) que se
hable de la no computabilidad de su nota, es decir que el 5 valga lo
mismo que el 10 en su evaluación académica. Es sabido por todos que la ministra Celaá le da poca importancia a estos de los suspensos, pero anular incluso los aprobados parece un suicidio pedagógico.
¿Cómo valoras la propuesta que la Conferencia Episcopal Española ha elevado al Ministerio de Educación?
Se difundió hace unas semanas una propuesta novedosa de la
Conferencia Episcopal Española. Si bien debe ser más explicitada por su
parte, parecía mostrar la buena voluntad de los obispos para el diálogo,
pero conocido por todos es que dos no riñen si uno no quiere. Tampoco
hablan si uno lo evita. Y así andamos. Parece que el núcleo de la
propuesta fue el de reconocer la necesidad de una formación integral que
contemplara todas las dimensiones fundamentales de la vida para la
educación del alumno. La CEE planteó la posibilidad de que el Ministerio
estableciese los estándares y, a partir de ahí, que todos los alumnos
fuesen adquiriéndolos desde sus respectivas cosmovisiones, entre las que
evidentemente está la católica. Una propuesta que integraba el
conocimiento de la religión confesional en un ámbito que estaría formado
también por disciplinas como la ética. Una propuesta en definitiva de
consenso y que le daría normalidad a lo que en el resto del mundo está
perfectamente asumido, a saber: el conocimiento de la religión como
herramienta para la construcción de la persona y del bien común. El
Ministerio en su hondo saber habrá descubierto las oscuras intenciones
de la propuesta y por eso la respuesta ha sido el silencio.
¿Tienes esperanzas de que se logre un diálogo entre el Gobierno y la CEE?
Esta pregunta es muy profunda y comprometida. Los que junto a
la fe y la caridad entendemos la esperanza como virtud teologal no
podemos nunca desesperar, al menos teóricamente. No obstante, después de
dos décadas dedicado a la docencia y tras sufrir el descalabro de unos y
otros gobiernos, la previsión no es favorable al éxito del diálogo.
Primero porque no existe. A las pruebas me remito: la celeridad en la
tramitación parlamentaria, la falta de escucha a la comunidad educativa,
a los agentes sociales y a la sociedad civil dibujan un estilo de
gobierno sordo, ideologizado y egocéntrico. El milagro, no obstante,
siempre puede llamar a la puerta…
¿Qué soluciones verías en caso de que CEE y Gobierno no lleguen a un acuerdo?
Hace unos días escribí un tweet en el que ponía algo así como
que “La libertad es innegociable, si no es la razón la que nos ayuda a
blindarla, serán los tribunales”. Pues eso. Por desgracia la pandemia ha
asolado con la ya escasa e inoperante sociedad civil. No existen
cuerpos intermedios capaces de frenar lo que a todas luces es un exceso
del ejecutivo. No queda otra que seguir reivindicando la bondad de la
enseñanza de la religión y hacer un esfuerzo de creatividad para
reconvertirla en un área que demuestra en el día a día su capacidad
educadora. No cabe duda de que en este momento la pasividad es la mejor
aliada de la señora Celaá. Si estas medidas no
consiguieran el efecto que perseguimos, serían los tribunales los que
dirimirían la cuestión. Porque en un estado de derecho los pactos se
firman para cumplirlos. Serán los padres los más interesados en
movilizarse para exigir un modelo de escuela respetuoso e integrador,
pero también profesores, asociaciones, sindicatos y movimientos de todo
tipo y condición. Judicializar la educación es un error, pero también
abre un camino para quienes se sienten agraviados y como ciudadanos de
pleno derecho apelan a los tribunales para que se defiendan sus
intereses.
¿En qué sentido se está organizando la campaña a favor de la asignatura de religión? #reliEsmas
#ReliEsMas se ha consolidado en los últimos meses como una
iniciativa de encuentro, promovida por buena parte de las delegaciones
diocesanas de enseñanza de España, cuyo objetivo es dar voz social a
cuantos consideran que la enseñanza de religión suma y contribuye a
convertir la educación en un tesoro. Surgió de unos pocos delegados que
han ido arrastrando a la gran mayoría de las diócesis y que hemos
descubierto el potencial de las redes sociales para generar opinión y
promover la rebelión por las formas y el fondo de la LOMLOE. La pandemia
nos encierra, pero las redes nos dan la posibilidad de reivindicar en
el espacio digital que la enseñanza de la religión es un plus formativo
imprescindible. Decirlo en unos pocos caracteres el día 12 de noviembre
es nuestro proyecto inmediato. Twitter es nuestra red. Ya hemos
conseguido entrar en el Trending Topic varias veces. Y esto es
importante. Porque somos capaces de hacer llegar un mensaje propositivo
en la línea del Pacto Educativo Global al que nos llama el papa
Francisco. Porque nos damos cuenta de que somos muchos más de los que
creemos. En nuestro entorno hay profesores, padres, movimientos,
instituciones que valoran y creen que nuestra marca resume perfectamente
un modelo educativo construido en libertad y para la libertad. Es
tiempo de dar un paso adelante, aunque sea desde el sofá de casa. En
pocos días sacaremos nuestro nuevo # para decirle a Celaá que si no
dialoga ni pacta será una ministra amortizada. Nuestro tono es siempre
propositivo, lo hemos manifestado en todo momento y ha llegado de nuevo
la oportunidad de manifestarlo.
Psicólogo social, vinculado al ámbito de la educación desde hace más
de doce años: educación formal y no formal, orientación educativa,
apoyo docente, pastoralista, formador del profesorado. Es especialista
en la Asignatura de Religión, apuesta por la innovación educativa y la
incorporación de las tecnologías en el aula. Colabora como columnista en
La Nueva España sobre temas políticos y sociales y en la revista RyE
sobre temas relacionados con la ERE.