Carlos Ruano: "La clase de Religión contribuye a la educación integral del alumno"
Afirma que las familias están contentas y que los docentes se sienten parte del claustro
(Jesús Bastante).- Carlos Ruano es miembro del grupo
Edebé,
una editorial especializada en contenidos educativos. Están trabajando
en una serie de estudios, y este año están presentando uno que aborda la
situación de los profesores de religión. Lleva por título
"Las tendencias en la enseñanza de la Religión". Y Carlos es el responsable de este estudio.
Bienvenido Carlos. Si te parece vamos a empezar por el título. ¿Qué tendencias hay hoy en la enseñanza de la Religión?
Desde algún tiempo venimos observando cambios en la innovación
metodológica. Y en las estrategias que utilizan los profesores en clase
para desarrollar los contenidos.
Se están introduciendo innovaciones importantes.
También queríamos saber cómo afectan estas innovaciones a la clase de
Religión. Por otro lado, estábamos interesados en hacer una radiografía
del profesorado de religión.
Tenemos la impresión de que la mayoría de los profesores de
Religión son sacerdotes, monjas, o curas secularizados. Gente sin una
formación específica como docente. Y ya no es así.
Una de las conclusiones del estudio más llamativa, es esa. Hemos hecho un perfil tipo de cómo es ese profesor.
El primer dato que llama la atención es que son fundamentalmente mujeres, y son seglares.
Laicos. En el caso de la escuela religiosa, hay más presencia de
sacerdotes y de religiosos y religiosas. Pero la mayoría son laicos.
Como un 16% del total.
Eso es. Son profesores con experiencia. Lo que nosotros llamamos, ni recién llegados ni a punto de jubilarse.
Prácticamente el 90% tiene entre 30 y 60 años.
Que no es un territorio para becarios ni un cementerio de elefantes.
Así es. Y luego, también hay una proporción elevada de estos
profesores que tiene más de 15 años de experiencia. Es gente que ya
tiene un rodaje, que más o menos ya ha experimentado y sabe lo que
quiere.
Otra de las conclusiones interesantes es el perfil formativo, la
capacitación que tienen estos docentes. Más allá de la formación reglada
que se les exige, (como sabemos diplomados o licenciados, según ejerzan
en primaria o secundaria) es un profesorado muy bien formado, que
además de esa titulación mínima,
tienen casi en un 40% otra titulación añadida.
Es, además, un profesorado muy activo. Una proporción muy elevada
hace formación continua permanente. Nosotros damos aquí el dato de más
de 20 horas de formación continua en el último año, en más de la mitad
de estos profesores.
En resumen, un profesor muy activo e inquieto. Muy permeable a los
cambios metodológicos. Quizá más que otros profesores, no tienen tanto
reparo a la hora de probar nuevos métodos.
¿Son profesores, únicamente de religión, o imparten otras
materias? Uno de los problemas que tienen estos profesores es que forman
parte, a medias, del claustro. Es una especie de estoy dentro, pero
depende mucho de mis compañeros y de cómo me lo monte yo, para ser un
profesor 100%. ¿Cómo viven ellos esa situación?
Nosotros preguntamos hasta qué punto ellos se sienten como un
profesor más. Casi el 70% afirma que perciben el mismo trato por parte
de los alumnos que con el resto de profesores.
Ellos sí que se sienten parte de ese claustro.
Es cierto que la situación cambia, en cuanto al tipo de asignatura que
imparten, en la escuela religiosa y en la escuela pública. En esta
última dan menos asignaturas, además de religión. En la escuela
religiosa, el 80%, además de religión imparten otras áreas. Más en
primaria que en secundaria. Pero están muy implicados en la vida del
centro.
¿Y las relaciones con el resto del claustro?
Sobre este tema solo les hemos preguntado a ellos. La percepción que
tienen por parte de los alumnos, es de que se sienten parten del
claustro. Y preguntamos también otra cosa que es interesante, aunque
también muy mediática: qué imagen creen ellos que tienen las familias
con respecto a la clase de religión. Y los datos son sorprendentes.
Lejos, un poco, de esta imagen conflictiva que hay socialmente, de que
es una imposición, etc.
Un gran número afirma, que las familias de estos alumnos están bastante contentas con esta materia. El dato es relevante, teniendo en cuenta que una gran parte de esas familias no son creyentes o no son practicantes.
¿Por qué ven importante la clase de religión? Porque muchas familias
perciben que en esa clase se trabajan una serie de valores, que, más
allá de la práctica religiosa, que no tiene que ver, son importantes.
Valores universales que son útiles para la formación de las personas.
Y de la propia cultura. Yo siempre digo que llegará un momento
en que los chavales no puedan ir al Museo del Prado y entender el 90% de
los cuadros si no tienen la mínima formación religiosa. Más allá de lo
confesional.
Además de continente y de contenido, ¿cómo ven los
profesores su asignatura y cómo pueden cambiar la forma de impartirla?
Las nuevas tecnologías están llegando a la educación, y también a la
asignatura de Religión.
Sí, efectivamente. Una de las cosas que muestra el estudio, es ese
debate que hay abierto ahora mismo, entre los profesores de Religión. Y
que tiene que ver con la orientación que queremos darle a esta
asignatura.
En general, todos tienen claro que son ellos quienes tienen que tomar
la iniciativa. Hay un dato evidente, esta clase, en los últimos años ha
ido perdiendo matrículas. Estos profesores han recogido este testigo.
Ellos han hecho un poco de la necesidad virtud y saben que tienen que
moverse. Una de las alternativas que tienen clara, sería por medio de la
innovación metodológica.
Las innovaciones que más se aplican son la utilización de contenidos y herramientas digitales.
Estos profesores son muy conscientes de que lo audiovisual es un buen
camino para acercarse a estos alumnos. Y lo han incorporado masivamente a
sus clases.
Y otras innovaciones que coinciden con las que aplican otros profesores. Por ejemplo,
el aprendizaje cooperativo y la introducción de inteligencias múltiples.
Innovaciones que son un poco más específicas. Por ejemplo, el
aprendizaje a través del juego, donde el objetivo es hacer de la clase
de religión algo lúdico. O la educación en valores, que en otras aulas
es más difícil de introducir o los profesores son más reticentes. Pero
que los docentes de religión consideran fundamental.
¿Están preocupados por el futuro de la clase de Religión?
Cuando surge el debate político, el tema de Religión está ahí. Hay una
preocupación entre los obispos, no sé si entre los profesores también se
nota.
Prácticamente, sobre esto no hemos preguntado. El tema es delicado.
Es verdad que cuando vas a los centros y hablas con estos profesores, es
una preocupación que está. Lo que sí preguntábamos en el estudio es,
hasta qué punto, ellos se sienten respaldados a la hora de hacer su
labor, tanto por la sociedad como por la Iglesia.
La mayor parte de los docentes declaran estar muy contentos con su labor, pero reconocen que socialmente no siempre es apreciada.
En el caso de la Iglesia, casi un 40% de ellos también reconocen no sentirse muy apoyados.
Desde fuera, son catequistas y desde dentro, parece que lo bueno es lo que hacen en el otro lado.
Pero es un profesorado muy optimista. Muy seguro de su misión, de su vocación docente.
Es una doble vocación, supongo. La de profesorado y la de
transcendencia. Aunque la mayoría no sean religiosos, todos los
creyentes tenemos una vocación por causa de nuestra fe.
De hecho,
casi la mitad de ellos consideran tan importante la formación pedagógica como su vocación creyente. Para ellos es fundamental que exista una coherencia clara entre lo que enseñan y cómo viven.
¿El tema de la coherencia entre vida y profesión es un tema que
preocupa? En los medios solo sale lo típico, el profesor divorciado al
que se le requirió la venia docente.
Sí. Para ellos es importante, porque el marco hacia el que quieren
contextualizar esta asignatura es del trabajo en valores. Resaltar,
reforzar el carácter vivencial del área. Sin dejar de lado los
contenidos curriculares.
El profesor, como ejemplo.
Sí. Como apoyo y como referencia. Casi como "coach" educativo. Es una
figura de apoyo. Ellos dicen que uno de los rasgos que los alumnos más
destacan de este profesorado, es precisamente
el hacer de las clases de Religión un contexto muy abierto y muy flexible. Nos decían que muchas veces los alumnos vienen a contarles un problema personal.
Alguien en poder confiar. Probablemente sea uno de los docentes, junto con el tutor, con el que más confianza se tenga.
Mucho más que con otros profesores, a los que ven con cierta distancia. En este contexto, para ellos
es importante que haya cierta coherencia entre su forma de vida y de lo que están enseñando en el aula.
Fuera del estudio. ¿Crees que hay futuro para la enseñanza de la Religión?
Yo estoy convencido de que sí. Creo que hay una necesidad clara,
socialmente, de esa parte más espiritual de las personas. Es lo que
nosotros llamamos "educación integral". No todo son contenidos.
Hay muchos aspectos que forman parte del proceso educativo de una persona, que tienen que ver con los valores.
La clase de religión, trabaja y ayuda a mejorarlos. Le veo bastante
futuro. Aunque se trate de una materia muy expuesta a todos estos
vaivenes políticos, o ideológicos, si me apuras.
Habrá que ver qué sucede en el futuro. Lo que es cierto es que
los profesores de religión, hoy, tienen una presencia importante en las
aulas y en la vida de los alumnos. No hay que olvidar que no se está
vendiendo un producto, sino que se está educando a personas.
Fuente:
http://www.periodistadigital.com/religion/educacion/2016/06/19/religion-iglesia-espana-ensenanza-religion-tendencias-religion-iglesia-edebe-educacion-carlos-ruano.shtml