Foto: SVD España
La Iglesia de Villatuerta
(Navarra) se llenó el domingo 7 de septiembre de 2025 con más de 350 asistentes
para la Eucaristía del 150 aniversario de la Sociedad del Verbo Divino (SVD),
acto que a la vez cerró la celebración de sus 80 años de presencia en España.
La celebración fue presidida por el arzobispo de Pamplona y Tudela, monseñor
Florencio Roselló y concelebrada por numerosos misioneros verbitas, entre ellos
Pedro de Dios, provincial de la SVD en España. Durante la misa se realizó la
confirmación de votos de los hermanos Dougles Silva a Cruz, Theovanus Jehadul y
Melkisedek Deni.
La eucaristía
del Jubileo
La liturgia se desarrolló en un clima de alegría
serena y gratitud por una historia que, desde 1875, ha echado raíces fecundas
en Navarra y en toda España. En su homilía, monseñor Roselló situó el
aniversario en una doble clave: acción de gracias por el camino recorrido y
renovación del compromiso misionero ante los desafíos actuales. Subrayó que la
misión de la Iglesia «no se detiene» y pidió mantener una mirada universal,
capaz de descubrir y acompañar las nuevas pobrezas de nuestro tiempo: jóvenes
que buscan sentido, ancianos que reclaman cercanía, familias que requieren
aliento, migrantes que necesitan acogida y personas en situación de
vulnerabilidad que esperan una palabra y gestos concretos de esperanza.
Junto al arzobispo, concelebraron numerosos
padres y hermanos de la SVD, con la presencia del provincial Pedro de Dios, así
como religiosos y laicos vinculados a las parroquias donde la Congregación
tiene presencia. La participación de coros y equipos de liturgia contribuyó a
una celebración cuidada y participativa, en la que resonaron los acentos
interculturales propios de la familia verbita.
La celebración tuvo un momento especialmente
significativo con la confirmación de votos de Dougles Silva a Cruz, Theovanus
Jehadul y Melkisedek Deni, signo visible de que el carisma verbita sigue
llamando hoy a una entrega generosa y perseverante.
Tras la renovación
de votos, Pedro de Dios presentó la colecta misionera del mes,
destinada al Centro Hospitalario-Maternidad de Katende
(República Democrática del Congo), obra que la SVD sostiene junto con las Misioneras del Corazón de María.
Explicó la urgencia de medicación,
suministro eléctrico e incubadoras para atender
partos y bebés prematuros, e invitó a una colaboración generosa: «Hagamos posible que estas madres den a luz con
seguridad».
Una
fiesta compartida: comunidad, cultura y gratitud
Concluida la Eucaristía, la celebración continuó
a las puertas del templo con la actuación del grupo de danzas Virgen del
Puy-San Andrés de Estella, que ofreció un breve festival en honor de la
efeméride. La música y la danza pusieron el acento popular a una jornada vivida
como encuentro de comunidad, al que se sumaron familias, jóvenes, agentes de
pastoral y vecinos de la zona. Posteriormente, todos los presentes compartieron
un ágape fraterno, espacio de conversación y reencuentro que prolongó el clima
festivo y permitió saludar a los misioneros y voluntarios que hicieron posible
la jornada.
En nombre de la Congregación, se dirigieron
palabras de agradecimiento al arzobispo por su cercanía y presidencia, a los
sacerdotes concelebrantes, a los equipos parroquiales, a las comunidades
religiosas y a quienes colaboraron en la preparación y desarrollo del
aniversario. Se reconoció, asimismo, la colaboración de Editorial Verbo Divino
en aspectos organizativos y logísticos, así como el apoyo de diversas
realidades eclesiales de la diócesis.
El acto de Villatuerta culminó un año de
celebraciones realizadas en diversas parroquias y diócesis donde la SVD está
presente, y ofreció una síntesis elocuente del carisma que la Congregación
comparte con la Iglesia: anunciar la Palabra con obras y palabras, cuidar la
vida en sus etapas más frágiles, acompañar procesos educativos y pastorales, y
tejer vínculos de fraternidad más allá de fronteras geográficas y culturales.
La jornada dejó imágenes de oración y fiesta —el
templo lleno, la emoción de las familias, el gesto vocacional de los hermanos,
la danza en la plaza y el encuentro alrededor de la mesa— que condensan el
sentido profundo del Jubileo del 150 aniversario y de los 80 años de la SVD en
España: memoria agradecida, presencia viva y envío misionero. Con la mirada
puesta en los próximos años, la SVD renovó su deseo de seguir sirviendo a las
personas y comunidades allí donde la Iglesia la envíe, con la misma confianza
que inspiró a los primeros misioneros y que hoy sostiene a quienes continúan
esta historia.
Fuente: vía email