Película: La túnica sagrada
Los cristianos no participaban en la vida social normal ni compartían
los comportamientos cotidianos del común de la gente, eran considerados
elementos peligrosos de desestabilización del orden vigente. Se
exponían, así, a los malhumores, a las calumnias y a las maledicencias, e
incluso a la agresión física, por parte de los paganos que veían con
malos ojos y temían cada vez más la difusión y la penetración del nuevo
credo en la intimidad misma del seno de sus familias.
La predicación cristiana venía a perturbar el “tranquilo vivir” de los
paganos. La idea de persona, centro y sujeto de derechos morales, que el
mensaje cristiano iba difundiendo suscitaba furibundas reacciones entre
los paganos menos dispuestos a cambiar de registro en su vida.
Además los cristianos se sustraían en gran número de las obligaciones
del servicio militar, así como de determinadas responsabilidades
cívicas. Esto hacía que los paganos juzgasen el cristianismo como una
mala hierba que había que extirpar cuanto antes. Así se explicaría, que
los romanos, en general muy tolerantes hacia las creencias religiosas
existentes en el Imperio, no lograran impedir que contra los cristianos
de desencadenasen periódicamente matanzas sangrientas.
Las acusaciones que más se repetían en boca de los paganos, contra los
comportamientos de los cristianos eran:
- La antropofagia; al equiparar el sacramento de la Eucaristía a una de
las cenas tiesteas en las que eran servidas las carnes de una criatura
sacrificada.
- La acusación de incesto; la cual nacía de una vulgar equívoco sobre la
predicación cristiana del amor entre hermanos y hermanas.
- El ateísmo; esta acusación sí que era reconocida por los cristianos,
pues no aceptaban el culto a los dioses del panteón greco-romano. Por lo
cual rechazaban rendir honores divinos al emperador. En cuanto ateos,
los cristianos de adjudicaban la peligrosa etiqueta de subversivos
respecto el orden constitutivo.
Fuente: canal religión y cine
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