Película: Hannah y sus hermanas
Woody Allen siempre ha dicho que era ateo. Pero siempre lo ha dicho con gesto de disgusto. A él le gustaría creer en Dios. A Allen le aterroriza la idea de la nada y la posibilidad de morir y desaparecer. Tal vez por esto Woody Allen habla mucho de Dios en sus películas. El actor y director parte de la premisa de que estamos solos en el universo y a partir de ahí, organiza sus historias.
Como es bien sabido, Woody Allen es judío y fue educado como tal. Aunque él siempre ha declarado que sus películas no son en absoluto autobiográficas, el que más y el que menos siempre ha querido ver en su filmografía un reflejo bastante aproximado de lo que Woody Allen debe ser fuera de la pantalla.
Es curioso no obstante, que un hombre que afirma ser ateo admita también que es judío. Como es sabido, el judaísmo no es solo una etnia, una lengua, una ética, una filosofía vital o una religión, el judaísmo es también una forma de relacionarse con Dios. Es por esto que si Allen afirma no creer en Dios, en el fondo no puede evitar tenerlo constantemente presente.
En las películas de Woody Allen abundan los personajes pesimistas y hasta negacionistas que ocupan buena parte de sus tramas en dialogar con Dios o en discutir su ausencia o no.
El cine de Woody Allen con sus ocurrencias y sus disquisiciones bien pueden invitar a la reflexión. No necesariamente sobre la propia existencia de Dios sino sobre el comportamiento del hombre ante el infinito.
Hannah y sus hermanas (1986) es fundamental para percibir la evolución ideológica del cineasta, fue su primera "comedia teológica". En ella, Allen es un productor de TV obsesionado con el sentido de la vida. Su acercamiento al catolicismo dará lugar a los pasajes más cómicos de la trama.
Si le interesa ver películas religiosas completas pu
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