Película: "Hasta el último hombre"
En el mundo actual el creyente ha de luchar “contra la tendencia de reducir la fe a la esfera privada”. En la sociedad en la que vivimos "el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio ya no es ser ahorcado, descoyuntado y descuartizado", no obstante, quienes proclaman la fe con fidelidad en los tiempos actuales, no pocas veces deben pagar otro precio: "ser excluido, ridiculizado o parodiado". Es preciso vivir con coherencia la fe, pues la verdad se transmite "no sólo por la enseñanza formal", sino sobre todo "por el testimonio de una vida íntegra, fiel y santa". Ante la crisis de fe de la sociedad actual, los cristianos no pueden "permitirse el lujo de continuar como si no pasara nada".
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