Ante la cercanía de las próximas elecciones autonómicas y generales, Religión Confidencial ha hablado con Antonio Espinosa, secretario de Acción Política de Ciudadanos, para conocer en profundidad la opinión oficial del partido en torno a, entre otras cuestiones, los acuerdos entre España y el Vaticano, la libertad de educación y las figuras de los vicarios castrenses.
«Sin que sea un apartado fundamental de nuestro próximo programa electoral, que de cara a las elecciones generales todavía está por definir y aprobar por parte del Consejo General de Ciudadanos, creemos que hay que revisar los acuerdos con la Santa Sede –principal, aunque no exclusivamente- en materia económica. En estos momentos de crisis hay aportaciones que son necesarias para los ciudadanos, y no me refiero solo a las que puede hacer la Santa Sede sino también a otras instituciones. Creemos que no pagar IBI por los edificios es algo sencillamente anacrónico.
Entre las políticas que habría que revisar –insisto; ahora mismo no es una prioridad en la redacción de nuestro próximo programa electoral- está el Concordato. Hay leyes que se redactaron en 1978 y que ahora, en 2015, con un nuevo marco social, se han quedado anticuadas. En 2008 no mencionamos este tema en el programa porque entonces no era una cuestión relevante desde el punto de vista político. Ahora sí lo es. A la hora de revisar el Concordato incluiría el referido sistema económico de exenciones fiscales del que goza la Iglesia católica junto con el sistema educativo y la figura, también anacrónica, del vicario castrense».
Asignatura de religión
«En nuestro programa electoral de 2008 ya propusimos implantar una asignatura que se llame Historia de las Religiones. En ella se estudiaría como las distintas espiritualidades han influido en las diversas culturas y, en concreto, en la nuestra. Proponemos que la manera de abordar el contenido fuera en formato histórico para que de esto modo la asignatura no tenga un planteamiento confesional.
También proponemos que se cree un cuerpo de profesores específicos para impartir esta asignatura de Historia de las Religiones. Al mismo tiempo, ofreceríamos todo el respeto y las garantías para aquellas personas que sí quieran una asignatura de tipo confesional para sus hijos. Pero esta asignatura no sería evaluable y no se debería de imponer. El actual Concordato sí establece que tiene que haber una asignatura de religión o, en su defecto, otra alternativa como, por ejemplo, ética. En Ciudadanos creemos que aquellos alumnos que no optasen por esta asignatura de religión no tendrían que optar por otra asignatura alternativa, sea esta del tipo que sea. En cambio, Historia de las Religiones sí sería evaluable».
Educación diferenciada
«En cuanto al modelo de educación, creemos que debe ser mixto. No somos partidarios de la educación separada para chicos y chicas. Creemos que el modelo mixto es más pedagógico porque al final las personas –mujeres y hombres- viven juntas durante toda su vida. Hay estudios pedagógicos que señalan que la educación separada es positiva, pero considero que no hay suficiente evidencias empíricas que justifiquen esta separación. La educación pública tiene que ser sin separaciones, es decir, mixta, porque los alumnos se forman más en los valores de la igual y respeto con este tipo de educación.
Apostamos por un sistema público integral en el que la educación concertada no compita con la educación pública. En los años ochenta ya se vivió un debate similar en torno a la compatibilidad del derecho a la educación con el derecho a la libertad de escoger centro. Creemos que la combinación de la educación pública con la concertada es el equilibro optimo. Dicho esto, Albert Rivera ha señalado recientemente que la educación de servicio público, la que pagamos todos, debe reflejar el actual modelo de sociedad en el todos vivimos juntos. Por tanto, las escuelas que separan a los alumnos en función de su sexo, respetándolas mucho, creemos que no pueden recibir dinero público del Estado».
Ausencia de símbolos religiosos
«La escuela pública debe de ser un espacio de laicidad, propio del Estado aconfesional en el que vivimos. No aspiramos a un laicismo agresivo, pero sí a una neutralidad por parte del Estado. Esta neutralidad se tiene que manifestar en un trato equitativo para las distintas confesiones religiosas y en que no puede haber símbolos religiosos, dado que no respeten dicha neutralidad».
Vicarios castrenses
«Los vicarios castrenses nos parece que son una figura anacrónica, que no tiene cabida dentro de unas Fuerzas Armadas modernas y del siglo XXI. No existe nada equivalente en todos los Ejércitos de la Unión Europea. Y aunque la hubiera, esta figura nos parece un sin sentido dado que no respeta la neutralidad que debe existir entre el Estado y la religión. Por eso proponemos la desaparición de esta figura».
Fuente: http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=24009