Blog del Profesorado de Religión Católica

Novedades en Religión y Escuela

lunes, 16 de febrero de 2015

La Biblia en el aula. Recursos bíblicos

UNION IS STRENGH. Vídeo
PARÁBOLA DEL BUEN PASTOR (Videos)
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO
CARTAS A LA COMUNIDAD
EL HIJO PRÓDIGO: PALABRA E IMAGEN
Primer Museo Virtual de la Biblia, una entretenida experiencia al alcance de un clic
Curación de un paralítico
El tesoro escondido
Zaqueo, recaudador de impuestos
La mujer adúltera
Bienaventuranzas Mt 5,2-12 (dibujosparacatequesis)
PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO (Videos)
El hijo pródigo
Unidad 2 para cuarto :Los evangelistas.
Video: Ayuno de Daniel
Juego: Rompecabeza
PARÁBOLA "EL HIJO PRÓDIGO" 4ºA
FICHAS DE ACTIVIDADES DEL EVANGELIO DOMINICAL: Marcos 1, 40-45.
LOS AMIGOS DE JESÚS - 3ºC
JESÚS ENSEÑA A ORAR. Cita bíblica
David y Goliat
Las Parábolas de Jesís Lbro y actividades...
Trabajo completo sobre las Parábolas de Jesús...
Unidad de aprendizaje 6 de tercero de Primaria . Los milagros de Jesús
A ovella perdida.
PARÁBOLA DEL PADRE BUENO (Videos)

Recursos para la pastoral y catequesis. Liturgia y oración

Reflexión: ¡Qué lástima!
El mundo
Producir frutos
Querer es poder - 6º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
6º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO-CICLO B
COMENTARIO AL EVANGELIO 6º DOMINGO
CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO
Oración comunitaria
Experiencia sana de la culpa, de José Antonio Pagola
Si quieres, puedes limpiarme Mc 1,40-45 (TOB6-15)
Vivir el 6º domingo de TO, ciclo B
LECTIO DIVINA PARA EL MES DE FEBRERO
Sintió compasión de él Mc 1,40-45 (TOB6-15)
La Limpieza Mc 1,40-45 (TOB6-15)
Oración comunitaria 6º domingo de TO, ciclo B
Evangelio del Domingo
En movimiento...
Hoy puedes empezar de cero
De los ricos en los Evangelios
RECURSOS - 6º domingo T. O.- Ciclo B
(...)
Si quieres, puedes limpiarme
Poder y compasión. Domingo 6º. Ciclo B
PARA PREPARAR LA REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO DEL DOMINGO
Quiero, queda limpio Mc 1,40-45 (TOB6-15)
Para perdonar hay que curarse Mc 1,29-39 (TOB5-15)
LA ORACIÓN. Pequeña definición
Adoración Eucarística para la Santificación de los Sacerdotes y la maternidad espiritual - Santa Teresa de Lisieux
¿Te apuntas contra la pobreza? - 5º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
Nuevo Dibujo de Fano Quinto Domingo Tiempo Ordinario Ciclo B
CRÓNICA DE LA JORNADA APOSTANDO POR UN CAMBIO EN EL PARADIGMA EDUCATIVO. LA EDUCACIÓN EN MENORES, ADOLESCENTES Y JÓVENES
REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO PARA CADA DÍA DE LA SEMANA
Se le pasó la fiebre Mc 1,29-39 (TOB5-15)
La importancia de la pastoral: Y Él les dijo: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación” Marcos 16,15
La oración de cada día: La escuela católica. Oferta de la Iglesia en España para la educación en el siglo XXI
Jesús y los enfermos Mc 1,29-39 (TOB5-15)

Recursos para cuaresma 8

MIÉRCOLES DE CENIZA
Carnaval y Cuaresma
CALENDARIO PARA LA CUARESMA
I Domingo de Cuaresma. Vídeos para niños
I Domingo de Cuaresma, 22 febrero. Oración de los Fieles 3
I Domingo de Cuaresma, 22 febrero. Oración de los Fieles 2
I Domingo de Cuaresma, 22 febrero. Misa Familiar I
I Domingo de Cuaresma, 22 febrero. Oración de los Fieles I
I Domingo de Cuaresma, 22 febrero. Moniciones I
I Domingo de Cuaresma, 22 febrero. Guión Litúrgico 3
I Domingo de Cuaresma, 22 febrero. Guión Litúrgico 2.
I Domingo de Cuaresma, 22 febrero. Guión Litúrgico 1.
Misa con jóvenes. I Domingo Cuaresma, 22 febrero
Misa con niños. I Domingo de Cuaresma, 22 febrero
Reflexión al Evangelio para cada día de la semana
Frases del Papa para la Cuaresma
35 FRASES DEL PAPA PARA ESTA CUARESMA
ESPECIAL DE CUARESMA
Calendarios de Cuaresma - ciclo B - 2015
Miércoles de ceniza. Ayuno, limosna y oración Mt6,1-6.16-18
Fortalezcan sus corazones
Ahora es el tiempo favorable
Abriendo puertas...
So what's the story with LENT
La Cuaresma
Miércoles de Ceniza
Miércoles de Ceniza,origen y significado
Cuaresma: nos ponemos en obra…
Cuaresma 2015: " pon tu corazón en obras" ( tiempo de cambio y conversión)
CUARESMA: TIEMPO DE CONVERSIÓN
Fichas para trabajar la CUARESMA
Cuaresma. Acróstico del mensaje del Papa Francisco.
RECURSOS PARA LA CUARESMA
Mensaje Cuaresma 2015
Cuaresma: Presentaciones power point
Recursos Catequesis. Domingo I de Cuaresma 22 febrero
Recursos Cuaresma 1. Ciclo B. Juego de la Oca
Recursos Cuaresma 2015...¡¡Actualizado!!
REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO PARA CADA DÍA DE LA SEMANA
PREGÓN DE CUARESMA
De viaje al país de la vida, dinámica de Cuaresma
Diez decálogos y meditaciones de Cuaresma
Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2015 – Pistas para su lectura
Brasil: Lanzamiento de la Campaña de Cuaresma Fraternidad 2015
La mini-Doña Cuaresma.
El Perdón, empezamos la CUARESMA
Recursos Catequesis Domingos de Cuaresma 2015 Ciclo B para colorear e imprimir
Juego de la Oca Cuaresma Ciclo B
PREPARANDO EL MIÉRCOLES DE CENIZA
Mensaje papa Francisco Cuaresma 2015 (St 5,8)
DOMINGOS CUARESMA - Ciclo B
Si fuéramos... la Cuaresma sería
DNI para Cuaresma
Recursos Catequesis Miércoles de Ceniza
Recursos Catequesis Segundo Domingo de Pascua Ciclo B
Recursos Catequesis Domingo de Ramos Ciclo B
Recursos Catequesis Primer Domingo de Pascua Ciclo B
Recursos Catequesis Quinto Domingo de Cuaresma Ciclo B
Recursos Catequesis Cuarto Domingo de Cuaresma Ciclo B
Recursos Catequesis Tercer Domingo de Cuaresma Ciclo B
Recursos Catequesis Segundo Domingo de Cuaresma Ciclo B
Nuevo Dibujo de Fano Sexto Domingo Tiempo Ordinario Ciclo B
MATERIALES PARA TRABAJAR LA CUARESMA (INFANTIL)
MATERIALES PARA TRABAJAR LA CUARESMA (PRIMARIA)
Unidad de aprendizaje 7 para 6 º:" La semana santa en la Laguna.Tenerife..
ANTE LA CUARESMA UN DESAFÍO
Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2015
Mi Calendario de Cuaresma
Lapbook Cuaresma 2015 Niños Pequeños
Cuaresma 2015 Niños Mayores,Lapbook
Página Litúrgica Cuaresma 2015
MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2015
Lapbook de Cuaresma 2015 para niños de 9 a 12 aprox.

domingo, 15 de febrero de 2015

Recursos y novedades para primavera

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Grandes y magníficos recursos como novedades sobre moral, liturgia, pastoral, didáctica, etc.
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«Lo esencial» de la Cuaresma. El seguimiento de Cristo.

Marta García Fernández, hnsc*

Algunos tiempos litúrgicos, como el Adviento y la Cuaresma, se presentan como tiempos de «preparación» para la vivencia de los misterios centrales de la fe cristiana: la Navidad o la Pascua. Acerca del primero solemos escuchar que tenemos que preparar nuestra casa para acoger al Niño que llega. Con respecto a la Cuaresma, el acento recae en la conversión.
En sendos casos parecería que se trata de unos «previos» necesarios antes del «Encuentro». Y aunque es cierto que debemos prepararnos, esta forma de plantearlo puede descentrar la verdadera motivación de su objetivo, que es el seguimiento. De hecho, a veces la conversión viene inducida por el perfeccionamiento ético y espiritual y no tanto por el amor.
La Escritura contempla este posible desplazamiento de lo esencial a lo periférico. Por esta razón vamos a recorrer algunos pasajes que nos resitúan en lo que debería ser fundamental para la vivencia de este tiempo.


1. Del qué al quién

El modo en que empieza y termina el evangelio de Juan puede sernos un buen punto de partida. En aquel famoso pasaje de vocación de los primeros discípulos, al ver que le seguían, Jesús se da media vuelta y les pregunta: «¿Qué buscáis?». Ellos al instante responden: «¿Dónde vives?». Entonces Jesús les lanza la invitación al seguimiento: «Venid y lo veréis» (Jn 1,37-39). Sin embargo, al final del evangelio la conversación entre el Resucitado y María Magdalena no se cifra en un «qué», sino en un «quién». De hecho, ante el llanto de ella, Jesús interviene con la pregunta: «¿A quién buscas?» (Jn 20,15).
El paso del «qué» al «quién» probablemente es intencional. Tras la invitación, los discípulos han ido con Jesús y han podido ver dónde y cómo vive. En el camino han hecho experiencia de su persona y de lo que comporta el seguimiento y el vivir volcados día y noche por y para el Reino. Se podría decir que su itinerario vocacional, poco a poco, se ha ido perfilando como un pasar de «buscar algo» a «buscar a alguien» y, en este sentido, se ha producido un crecimiento en lo esencial. Veamos cómo este aspecto se modula en otros textos.

1.1. De lo «exterior» a lo «escondido»
El Miércoles de Ceniza se abre con el conocido texto de Mateo sobre la limosna, la oración y el sacrificio (Mt 6,1-18). Dicho pasaje se halla en el corazón del sermón de la montaña (Mt 5–7) y versa sobre la relación con Dios a través de sus tres expresiones típicas y visibles.
Aunque el elemento central sobre la oración está más desarrollado, pues contiene el Padrenuestro, en las tres unidades se repite la misma estructura. Se comienza de la misma forma: «y cuando des limosna / oréis / ayunéis»... A continuación, se indica lo que no se debe hacer: «no lo anunciéis a toque de trompeta»; «no seáis como los hipócritas»; «no pongáis cara triste». En su defecto, se señala cómo se debería actuar: «tú, en cambio». Las tres unidades concluyen: «y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará».
En referencia a lo que no se debe hacer, Mateo caricaturiza, exagera y amplifica el comportamiento erróneo. ¿Dónde está el fallo? ¿En la práctica en sí misma? No. El texto no critica el que se dé limosna o se haga sacrificio u oración, sino el por qué y el para qué de todo ello: «para llamar la atención»; «para que la gente los alabe»; «para ser vistos».
Por un lado, la forma de gestionar la oración, el sacrificio y, especialmente, las dádivas fraguó ciertas prácticas sociales que suponían instrumentalizar la beneficencia con la intención de mejorar la imagen pública1. Por otro lado, vivido así, estos comportamientos suponen igualmente la instrumentalización de la relación con Dios, ya que te hacen merecedor de la salvación2.
El reproche de Jesús no va en la línea de que la justicia no deba tener una dimensión pública. Sucede algo parecido con la crítica profética acerca del culto. Evidentemente, este debe gozar de una visibilidad externa; de otro modo, no sería un acto de culto. El problema surge cuando interior y exterior no coinciden: «Este pueblo me honra con la lengua, pero su corazón está lejos de mi» (Is 29,13).
Aquí la consecuencia es clara. Si lo que se busca no es la apertura a Dios ni al hermano, sino el que la «gente los alabe», entonces ya «han recibido su recompensa». Es decir, si se hace de la limosna, la oración y el ayuno una auto-celebración o exhibición de sí, la recompensa ya se obtiene por el mismo hecho de ser visto.
El texto corrige esta forma de vivir las tres prácticas presentando un contra-modelo cuyo acento recae en un Dios que ve «en lo secreto». Ahora bien, «hacer algo en lo secreto» no indica hacer un acto «a escondidas» o sin que nadie lo vea. Apunta hacia dónde debe estar orientado el comportamiento y cuál debería ser su verdadero motivo: el Padre y no la auto-referencialidad. Pues daría igual hacer algo que nadie viera, si al final uno se auto-celebra.
La relación con Dios debe ser gratuita. La tentación más frecuente del creyente es intentar domesticar la libertad de Dios y convertirse en su origen. Es la otra cara de la moneda del episodio del pecado de Gn 3. De hecho, se puede «apresar el fruto» con el comportamiento. Y en consecuencia, «si yo soy bueno», «Dios tiene que ser bueno». Nos constituimos así en el origen de su bondad. Y querer convertirse en el «origen» y no confiar es lo que Génesis describe como el pecado fundamental.
En el mismo corazón de estos pasajes –el Padrenuestro (Mt 6,9-13)– se observa cómo el término Padre, que hasta el momento ha aparecido en un contexto de responsabilidad ética –esto es, de «lo que debemos hacer»– recibe un nuevo giro. Pues no se trata ya de lo que debemos hacer, sino de lo «que podemos esperar» de un Padre que sabe lo que necesitamos antes de pedírselo: «mientras que, tradicionalmente, la relación con Dios se cifraba en lo que el ser humano debía hacer para atraerse la benevolencia divina (hacer limosna, hacer oración, hacer ayuno), la oración que Jesús enseña es más bien un recibir de Dios»3.
En consecuencia, un primer elemento esencial para el tiempo de cuaresma es vivir la «ascesis» de no hacer prácticas auto-referenciales, de no convertirnos en el origen, de recibirnos de Dios y de los hermanos. Para esto es fundamental la apertura hacia el Otro y hacia los otros o, como indica la Escritura, no «cerrarse en la propia carne».

1.2. Del perfeccionamiento ético al seguimiento
Otro episodio que ilustra cómo tras comportamientos nobles podemos desplazar la búsqueda de un «quién» por la de un «qué» es el del joven rico (Mt 19,16-22). El diálogo de Jesús con este personaje está marcado por los contrastes. Así pues, el joven comienza con una pregunta ubicada en el ámbito del «hacer»: «¿qué debo hacer de bueno...?». Y la finalidad del «hacer» se formula con el verbo «tener»: «...para obtener la vida eterna».
Jesús, sin embargo, sitúa su respuesta en otro ámbito. Primero reconduce el objeto directo del «hacer» a un sujeto con mayúsculas: «¿Por qué me preguntas por lo bueno? El Bueno es uno solo». Luego no es cuestión solo de «hacer lo bueno», sino de «ser» como Dios es: Bueno. El verbo «tener» también se cambia por «entrar» en la vida eterna. La vida eterna no se «obtiene»; en la vida eterna se «entra».
Puntualizando de este modo, Jesús pone el tema en el lugar correspondiente. Sin embargo la condicional que formula parecería mantenerse en las mismas coordenadas del «hacer»: «si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos». De hecho, el joven pregunta: «¿Cuáles?». Y, tras la retahíla de preceptos, él insiste: «¿Qué me falta todavía?». De nuevo Jesús precisa que no se trata de cantidad, sino de calidad, y le muestra hacia dónde debe ir dirigida la «perfección» que ansía: «Si quieres ser perfecto, vete a vender lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos. Luego, ven aquí y sígueme».
Con esta puntualización se entiende que «guardar los mandamientos» no se reduce para Jesús al mero cumplimiento formal, sino al cumplimiento del espíritu, y esto compromete la conciencia e implica discernimiento. Guardar el espíritu de los mandamientos equivale a obedecer al corazón de la Ley, que en la segunda tabla del decálogo es el amor al prójimo (Lv 19,18). En consecuencia, si lo normativo es el hermano, obedecer a la Ley no es tan solo no robar o no matar. El rostro del «otro» debe cuestionar también mi modo de poseer y mi relación con las riquezas4. Por tanto, no basta con no robar; es necesario además querer el bien del prójimo por encima del propio. Por eso se le invita a vender lo que tiene y darlo a los pobres. Esa es la «perfección».
Al joven que pregunta por «hacer lo bueno» se le dice que «uno solo es el Bueno». Esto es, la relación no es con una norma, sino con una Persona, y en esto se muestra la «madurez». De hecho, se utiliza el término «joven» en contraste con el de «perfección», que, si bien puede señalar esta acepción, tiene el matiz de madurez5. El paso de la inmadurez a la madurez es el paso del cumplimiento de una norma al seguimiento de una persona; del formalismo a la vivencia del espíritu de la Ley, que comporta un «quien». El rostro del hermano debe cuestionar mi modo de vivir.


2. Con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas

El paso del «qué» al «quién» no es un previo para encontrarse con Dios. En la Escritura, ese paso se da dentro del mismo seguimiento. Pues, tanto en el AT como en el NT, no es la conversión la que produce el perdón, sino que es el perdón el que produce la conversión. El seguimiento de una persona embauca en un dinamismo continuo que requiere la constante conversión.
La respuesta al joven rico nos ha dejado dos elementos vertebrales: amar a Dios y amar al prójimo. ¿Qué significa amar a Dios con todo el corazón, con toda la mente y con todas las fuerzas? Inevitablemente, me viene la respuesta de Pedro Arrupe: «Nada puede importar más que encontrar a Dios. Es decir, enamorarse de Él de una manera definitiva y absoluta. Aquello de lo que te enamoras atrapa tu imaginación y acaba por ir dejando su huella en todo. Será lo que decida qué es lo que te saca de la cama por la mañana, qué haces con tus atardeceres, en qué empleas los fines de semana, lo que lees, lo que conoces, lo que rompe tu corazón y lo que te sobrecoge de alegría y gratitud».
Dos textos se suelen leer en este tiempo de cuaresma: el de Nicodemo (Jn 3,1-21) y el de la Samaritana (Jn 4,1-30). Aunque son dos pasajes de una densidad teológica inconmensurable, los traemos a colación para profundizar en uno de sus aspectos, ya que en cierto modo forman un díptico. De hecho, en sendas narraciones se habla de «nacer del agua y del espíritu» y de «adorar en espíritu y en verdad».

2.1. Nacer del espíritu
El diálogo con Nicodemo introduce el término «nacer», que expresa magistralmente algo esencial del seguimiento. Jesús habla de «nacer de lo alto», mientras que Nicodemo se plantea la dificultad de «nacer de nuevo siendo ya viejo». El potencial metafórico de esta última consideración es enorme, ya que Nicodemo apunta a una de las que suelen ser nuestras mayores resistencias.
A lo largo de la vida hacemos experiencias que nos dejan como necrosados. A veces sentimos que aquello que amamos profundamente nos ha traicionado; que valores en los que creíamos muestran su lado oscuro. En ciertas ocasiones experimentamos cómo nuestro propio pecado resulta un impedimento que hace casi imposible el nacer. Por eso nos cuesta volver a poner todo el corazón y toda la carne en el asador y volver a amar con todas nuestras fuerzas, porque nos sentimos heridos y tocados.
Todas estas experiencias, que forman parte del bagaje existencial, pueden «hacernos viejos» o, por el contrario, pueden convertirse en el punto de partida del «nacer» con otra lógica que no es la humana. Según Jesús, todo aquel que «nace del espíritu» es como el viento: se puede escuchar su voz, pero no se sabe de dónde viene ni hacia dónde va (Jn 3,8). Si ponemos este episodio en paralelo con aquel de Pedro al final del evangelio (Jn 21), quizá se entienda mejor lo que significa.
En el lago de Tiberíades, el Resucitado se aparece y, tras la comida con los discípulos, tiene lugar el diálogo con Pedro. Así como tres han sido las negaciones, así por tres veces se le pregunta por su amor. A través de un juego de verbos –«querer» y «amar»– Pedro parecería reconocer que, aunque él «le quiere», como ha quedado patente, es incapaz de un «amor» hasta el extremo.
Jesús, sin embargo, le promete un amor así. De hecho, un día llegará a dar su vida por él. En este contexto reaparece la metáfora de «ser viejo» y el campo semántico del «ir»: «cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras» (Jn 21,18). A continuación le invita a seguirle con la fórmula típica de la llamada: «Tú, sígueme» (Jn 21,19). Como en Gn 3, el pecado no elimina la vocación.
Si hacemos una lectura simultánea del texto de Nicodemo y el de Pedro, se puede inferir que «nacer de lo alto» y, con ello, del Espíritu es meterse en un dinamismo de confianza donde incluso uno es llevado adonde humanamente no quiere ir. Ser hombres y mujeres movidos por el Espíritu no es sinónimo de ir adonde uno quiere o ser simplemente imprevisibles, sino vivir movidos por Dios y polarizados por su Reino. Dejarse alterar y renunciar a llevar el propio control de la historia y la seguridad que suele producir el formalismo. Como Abraham a sus 75 años, «dar el salto en el vacío, de la partida sin retorno y de un acto de fe que le proyecta hacia un lugar desconocido y enteramente por descubrir»6.
Es más, según el texto de Jn 21, «ser viejo» no impide nacer de nuevo. Todo lo contrario: posibilita esta experiencia, ya que el ser humano, siendo menos autosuficiente y habiendo hecho experiencia de la fragilidad de su fidelidad, se abre más a Dios. La primera llamada se renueva y, aunque vivida con más realismo, no por ello es un realismo escéptico o desesperanzado. De hecho, la promesa de llegar a un amor hasta el extremo sigue vigente, solo que con la conciencia de que a eso no llegamos a fuerza de puños, sino porque «somos llevados», aunque ciertamente nosotros «extendamos las manos».

2.2. No te harás una imagen de Dios
El segundo mandamiento prohíbe hacerse una imagen de Dios. Ahora bien, no hace falta fabricarse una estatua para hacerse un ídolo. El creyente se construye inconscientemente dioses que son proyección de sí, de sus pensamientos y deseos7. Como cantan algunos salmos, se trata de una relación autorreferencial y, por ello, estéril: «tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven [...] sean así cuantos los hacen, cuantos confían en ellos» (Sl 113,5-8).
En el pasaje de la samaritana (Jn 4,1-30) se saca a colación este asunto. De hecho, como nota Jean-Louis Ska, se pasa del tema del agua al del esposo, para culminar en el de adorar. Temas que pueden parecer inconexos, si no fuera por el trasfondo veterotestamentario. Pues, como muestra este estudioso, el pasaje de Os 2 ilumina este episodio, ya que allí el que da el agua es el marido, y el matrimonio es una metáfora para indicar la alianza con Dios8. Por este motivo, la samaritana concluye con el tema de dónde adorar a Dios, que, según Jesús, no se confina a un lugar, sino «en espíritu y en verdad».
En los evangelios, tras los tres anuncios de la pasión, los discípulos reaccionan proyectando la imagen de mesianismo que tienen en la cabeza. Pero no solo. En las confrontaciones con las autoridades religiosas se halla latente una imagen de Dios9. De hecho, la condena de Jesús es por ser un blasfemo, y las controversias versan sobre la verdadera interpretación de la Ley. En las mismas tentaciones, lo que se pone en duda no es que Jesús sea el hijo de Dios, sino el modo de llevar adelante el mesianismo. Y esto igualmente comporta una idea de Dios y de su Reino basada en una manifestación triunfalista y apabullante, o la de un Dios que, más bien, cree en la misericordia y en la fuerza del amor, no obstante el rechazo de unos y la deserción reiterada de otros.
Renunciar a construirse una imagen de Dios es estar siempre dispuestos y abiertos al cambio, para acoger el modo en que Dios se quiere manifestar, que en muchos casos rompe nuestros esquemas. Es dejar que él corrija los marcos teóricos en los que lo encuadramos, así como las proyecciones y justificaciones religiosas que tantas veces podemos hacernos. Estar dispuestos a «nacer de nuevo», «adorar en espíritu y en verdad», es, como apuntaba el papa Francisco, estar dispuestos a no vivir «una cuaresma sin pascua» (EG 6). Es creer que «Él siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y, aunque atraviese épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece. Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los que pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina» (EG 11).


3. Misericordia quiero

El amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables, hasta el punto de que, según Juan, no se puede amar a Dios si no se ama al prójimo (1 Jn 4,20). A lo largo del evangelio de Mateo, hasta por dos veces se repite la cita de Os 6,6: «misericordia quiero, más que sacrificios». Con este reclamo revela Jesús la tendencia humana a desplazar lo esencial por lo periférico. Es más, a sustituir lo central por una práctica que, vaciada de su motivación profunda, se vuelve estéril.
Esencial en el seguimiento de Jesús es la misericordia y el hambre y la sed de la justicia. Esto es, que los seres humanos puedan vivir como hermanos y que a todos les llegue el pan de cada día, fruto de un trabajo digno y de unas condiciones de vida estables. La resurrección supone la inversión de los valores, pues la muerte no vence a la vida. Vivir desde esta hermenéutica comporta arriesgarse por la causa del Reino.

3.1. El ayuno que yo quiero
Mientras en las bienaventuranzas de Lucas Jesús llama dichosos a los que tienen hambre (Lc 6,21), Mateo matiza que el hambre y la sed lo son por la justicia (Mt 5,6). Y precisamente la crítica profética va en esta línea. Pues mientras en Isaías se denuncia el «ayuno de la justicia», los evangelios realzan la experiencia contraria: «el hambre y sed» de la misma.
Dos son los pasajes de Isaías que especialmente escuchamos en cuaresma y que apuntan con mucho tino al corazón de lo que es central. En Is 1,10-20 encontramos una crítica bastante mordaz sobre el sacrificio. Dios, en estilo directo, interviene y ridiculiza las prácticas religiosas que están haciendo. Se utilizan dos imágenes muy potentes que, personalmente, me resultan extremadamente plásticas: Dios se tapa los ojos y los oídos para no ver ni escuchar.
Pues bien, tras la denuncia se invita a la conversión a través de una serie de imperativos y de promesas. Llama especialmente la atención el que se inste no solo a dejar de hacer el mal, sino también a «aprender a hacer el bien», que se concreta en buscar lo que es justo para las que son consideradas las categorías más débiles: el pobre, el huérfano y la viuda.
Igualmente gráfico es el segundo pasaje de Isaías, esta vez centrado no en el sacrificio, sino en el ayuno (Is 58,1-12). Dios, también en estilo directo, hace una especie de sátira a través de preguntas retóricas que culminan con la pregunta: «¿Acaso es este el ayuno que yo quiero el día en que se humilla el hombre? [...] ¿A esto le llamáis “ayuno” y “día grato al Señor”?» (Is 58,5).
Si antes se había dicho que su ayuno es para ser vistos por Dios, aquí es para hacer oír sus voces en el cielo, mientras en la tierra explotan a los trabajadores y actúan con violencia. A partir del v. 6 se explicita cuál es el ayuno que Dios quiere: desatar los lazos de la maldad, deshacer la coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, partir el pan con el hambriento, recibir a los pobres en la propia casa, cubrir al desnudo y no apartarse de los semejantes. Igualmente, la invitación va acompañada de promesas muy motivadoras.
Recapitulando, de los textos de Isaías se podría inferir que el ayuno que Dios quiere es el de no cometer injusticias. Pero rastreando en los textos se puede también concluir que eso no es suficiente, ya que no solo se ordena la abstención de la maldad, sino la realización de lo bueno. Y con ello damos un paso más.

3.2. El ayuno que no quiero
En la celebración de Cristo Rey escuchamos el impresionante pasaje del llamado «juicio final» (Mt 25,31-45). Se trata de un texto muy rico y, además, ubicado en Mateo justo antes de la pasión y muerte, que comienza a continuación. El pasaje muestra muchos contrastes, pero voy a señalar dos que resultan especialmente llamativos. Tras presentar a los dos grupos diferenciados, uno a la derecha y otro a la izquierda, el texto trabaja sobre los motivos de la separación.
El primer motivo que cabe destacar es que la causa de estar a la derecha o a la izquierda no es por ser cristianos o no, ni tampoco en base a una ideología, cultura, procedencia o religión, sino por mostrar caridad hacia los más pequeños en gestos concretos que más o menos aparecían recogidos en el texto de Is 58: dar de comer al hambriento y de beber al sediento, acoger al forastero, vestir al desnudo y visitar a quienes están enfermos o en la cárcel.
El segundo elemento interesante es que un grupo está a la derecha por hacer el bien, y el otro a la izquierda no por hacer el mal, sino por no hacer el bien. Por tanto, la distinción que se establece no es entre «buenos» y «malos», en el sentido de que los unos han obrado la injusticia, y los otros la justicia. La diferencia está en hacer el bien o dejarlo de hacer.
Se podría decir que, en cierto modo, esta postura se asemeja a la parábola del buen samaritano (Lc 10,29-37). De hecho, Jesús muy inteligentemente cambia la pregunta, pues si el letrado le cuestiona sobre un tema de moda y candente en aquella época –«¿quién es mi prójimo?»–, tras la parábola Jesús le lanza otra pregunta: «¿Quién se hizo prójimo?». No se trata de teorizar sobre a quién me debo acercar y con quién debo actuar de una determinada manera, sino que la posibilidad de «hacerse prójimo» está en nuestro tejado. No hay condicionamientos externos para hacerse hermanos. Los condicionamientos son internos.
Por tanto, según lo que hemos visto, no sería suficiente ayunar de injusticia. Esto es, de no hacer el mal. De lo que no se debe ayunar, en cambio, es de hacer el bien. La vida en su cotidianeidad nos presenta muchas ocasiones de hacernos prójimos o de mostrar, al menos, un poco de acogida, comprensión y solidaridad con los más pequeños. Ser prójimos está al alcance de nuestra mano y en muchas ocasiones supone ayunar de nuestros tiempos y proyectos, pues, como el samaritano, nos encontramos con situaciones no previstas que nos hacen detenernos y desviarnos por un momento de nuestra ruta para acompañar el camino de otros.
La paradoja es que a veces damos «un rodeo», porque en este camino de «seguimiento» todos estos encuentros fortuitos con los desvalidos de la historia parecen «retrasarnos», y no llegamos a misa, a las actividades pastorales, a nuestras obligaciones diarias, etc. Y, sin embargo, lo sorprendente es que al final Jesús no nos preguntará por los resultados de todas estas actividades, sino si hemos sido capaces de hacernos prójimos. Ciertamente, los textos no instan a la irresponsabilidad, pero sí a la caridad y a la no auto-justificación. Como en el caso de aquella mujer que se acercó a ungir los pies de Jesús, lo que cuenta no es que no tuviera pecados, sino que «amó mucho» (Lc 7,47). Ojalá al final de esta cuaresma Jesús pueda decir algo parecido de nosotros. Entonces seguramente es que habremos vivido lo esencial.


* Profesora Universidad Pontificia Comillas. .
1. Cf. U. Luz, El evangelio de Mateo (Mt 1–7), vol. I, Sígueme, Salamanca 1993, 451.
2. Cf. S. Guijarro Oporto, «Evangelio según San Mateo», Comentario al Nuevo Testamento, Casa de la Biblia, Estella 1995, 49.
3. Cf. J. A. Badiola, La voluntad de Dios en el evangelio de Mateo, Eset, Vitoria-Gasteiz 2009, 42.
4. Cf. P. Bovati, Giustizia e ingiustizia nell’Antico Testamento, Dispense PIB, Roma 2001, 184.
5. Cf. U. Luz, El evangelio de Mateo (Mt 18–25), vol. III, Sígueme, Salamanca 2003, 170-172.
6. Cf. J.-L. Ska, Abraham y sus huéspedes. El patriarca y los creyentes en el Dios único, Verbo Divino, Estella 2004, 95.
7. J. M. Mardones, Matar a nuestros dioses. Un Dios para un creyente adulto, PPC, Boadilla del Monte 20098.
8. Cf. J.-L. Ska, El camino y la casa. Itinerarios bíblicos, Verbo Divino, Estella 2005, 221-235.
9. J. Peguero Pérez, La figura de Dios en los diálogos de Jesús con las autoridades en el templo. Lectura de Mc 11,27–12,34, Editrice Pontificia Università Gregoriana, Roma 2004.

Fuente: vía e-mail Paco Aranda

Recursos: V Centenario de Santa Teresa de Jesús

http://bit.ly/1yVJnbf
En el V Centenario de Santa Teresa de Jesús, sus pensamientos, su oración y sus obras.
Cliquea aquí o sobre la imagen para acceder a más información.
http://bit.ly/1yVJnbf

sábado, 14 de febrero de 2015

Sindicatos mantienen vía de negociación con la Junta para propuestas que "palíen" la reducción de Religión en las aulas

Los sindicatos representativos del profesorado de Religión en Andalucía —CSIF, USO, ANPE y Apprece— han mantenido esta semana una reunión con la secretaria general de Educación de Andalucía, Elia Maldonado, como resultado de la cual se ha acordado mantener una vía de negociación, con posteriores encuentros adicionales, al objeto de tratar de articular medidas que "palíen" la anunciada reducción de la carga lectiva semanal mínima del área de Valores Cívicos/Enseñanzas de Religión a 45 minutos semanales en todos los cursos de Educación Primaria. Según han explicado a Europa Press fuentes sindicales, la Junta, por boca de Maldonado, se ha ratificado en lo contemplado para la materia en los Proyectos de Decreto y Orden de Desarrollo de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) correspondientes a esta etapa educativa en Andalucía. Los sindicatos han planteado varias posibilidades tendentes a informar a los centros para que en función de sus módulos de autonomía disponibles puedan aumentar otro módulo a Religión, y de otras asignaturas, así como otros cauces de negociación, si bien la Junta se mantiene en una "cerrazón" en cuanto que está decidida a no modificar la reducción horaria. En el caso de que la negociación emprendida —en la que hasta ahora se admite que no ha habido avances— no surta efecto, los sindicatos están dispuestos a proseguir con las movilizaciones, entre las cuales se baraja, aunque no de inmediato, la presentación de una Iniciativa Legislativa Popular para la modificación de la orden, con el aval de una determinada cantidad de firmas. Las centrales sindicales, que entienden que debe haber una respuesta "rápida" por parte de la administración, recuerdan al respecto que recientemente han presentado unas 450.000 rúbricas ante la Presidencia de la Junta para reclamar que este extremo no se lleve a efecto, tras lo cual han sido recibidos por primera vez. CSI-F, USO, ANPE y Apprece ya convocaron en diciembre una manifestación desde la Plaza de España, sede de la Delegación del Gobierno central, hasta el Palacio de San Telmo para protestar por el "grave problema social y laboral" que, con el desarrollo en Andalucía de la reforma educativa, se cierne sobre los docentes de Religión.

Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/2376808/0/sindicatos-mantienen-via-negociacion-con-junta-para-propuestas-que-palien-reduccion-religion-aulas/


Nota del blogger:
Hay un sindicato, APPRECE, que ha manifestado que este llamamiento a la movilización permanente, NO TIENE EL VISTO BUENO DE APPRECE ANDALUCÍA, porque, una vez abiertos cauces de diálogo con la Consejería de Educación, con el compromiso de continuarlo próximamente, no lo considera procedente.
APPRECE tiene su propia política sindical en la defensa única del Profesorado de Religión en España, en colaboración con sindicatos similares de la Unión Europea, mediante el DIÁLOGO y la NEGOCIACIÓN, a través de los cauces legales que ofrece la sociedad democrática y de derecho, como medios que, huyendo del enfrentamiento ideológica que divide, y busca el entendimiento y el acuerdo entre las partes, donde todos nos respetemos mutuamente.

viernes, 13 de febrero de 2015

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2015.

Papa Francisco
«Fortalezcan sus corazones» (St 5,8)

Queridos hermanos y hermanas:

La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de gracia» (2 Co 6,2). Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes: «Nosotros amemos a Dios porque él nos amó primero» (1 Jn 4,19). Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás (algo que Dios Padre no hace jamás), no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que padecen... Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia: yo estoy relativamente bien y a gusto, y me olvido de quienes no están bien. Esta actitud egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una globalización de la indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que afrontar como cristianos.

Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente. Uno de los desafíos más urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje es el de la globalización de la indiferencia.

La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.

Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra. Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad (cf. Ga 5,6). Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida.

El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no ser indiferente y para no cerrarse en sí mismo. Querría proponerles tres pasajes para meditar acerca de esta renovación.

1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26)
La Iglesia
 La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en sí mismos de la indiferencia, nos la ofrece la Iglesia con sus enseñanzas y, sobre todo, con su testimonio. Sin embargo, sólo se puede testimoniar lo que antes se ha experimentado. El cristiano es aquel que permite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él, siervo de Dios y de los hombres. Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito del lavatorio de los pies. Pedro no quería que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros. Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo. Sólo éstos tienen “parte” con Él (Jn 13,8) y así pueden servir al hombre.

La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente hacia los demás. «Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él» (1 Co 12,26).

La Iglesia es communio sanctorum porque en ella participan los santos, pero a su vez porque es comunión de cosas santas: el amor de Dios que se nos reveló en Cristo y todos sus dones. Entre éstos está también la respuesta de cuantos se dejan tocar por ese amor. En esta comunión de los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee sólo para sí mismo, sino que lo que tiene es para todos. Y puesto que estamos unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abramos a su obra de salvación.

2. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9)
Las parroquias y las comunidades

Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31). Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones.

En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. La Iglesia del cielo no es triunfante porque ha dado la espalda a los sufrimientos del mundo y goza en solitario. Los santos ya contemplan y gozan, gracias a que, con la muerte y la resurrección de Jesús, vencieron definitivamente la indiferencia, la dureza de corazón y el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos. Santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, escribía convencida de que la alegría en el cielo por la victoria del amor crucificado no es plena mientras haya un solo hombre en la tierra que sufra y gima: «Cuento mucho con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la Iglesia y para las almas» (Carta 254,14 julio 1897).

También nosotros participamos de los méritos y de la alegría de los santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliación. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para nosotros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón.

Por otra parte, toda comunidad cristiana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres.

Esta misión es el testimonio paciente de Aquel que quiere llevar toda la realidad y cada hombre al Padre. La misión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,8). Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad.

Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia.

3. «Fortalezcan sus corazones» (St 5,8)
La persona creyente

También como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos saturados de

noticias e imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia?

En primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celestial. No olvidemos la fuerza de la oración de tantas personas. La iniciativa 24 horas para el Señor, que deseo que se celebre en toda la Iglesia —también a nivel diocesano—, en los días 13 y 14 de marzo, es expresión de esta necesidad de la oración.

En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia. La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad.

Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos. Si pedimos humildemente la gracia de Dios y aceptamos los límites de nuestras posibilidades, confiaremos en las infinitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios. Y podremos resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos.

Para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia, quiero pedir a todos que este tiempo de Cuaresma se viva como un camino de formación del corazón, como dijo Benedicto XVI (Ct. enc. Deus caritas est, 31). Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro.

Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: “Fac cor nostrum secundum Cor tuum”: “Haz nuestro corazón semejante al tuyo” (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia.

Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.


FRANCISCO

jueves, 12 de febrero de 2015

Boletín Formación

D.E.C.A. Módulo 3. Mensaje Cristiano Formación inicial
Tercer módulo del curso Declaración Eclesiástica de Competencia Acádemica.
MÁS INFORMACIÓN 

Fecha de inicio: 02/03/2015
Duración: 150 horas
Precio: 190 €
Acreditación: 6 ECTS
INSCRIPCIÓN ................................................................................ D.E.C.A. Módulo 4. Pedagogía y Didáctica de la Religión Católica
Formación inicial
Cuarto módulo del curso Declaración Eclesiástica de Competencia Académica.
MÁS INFORMACIÓN
 

Fecha de inicio: 27/04/2015
Duración: 150 horas
Precio: 190 €
Acreditación: 6 ECTS
INSCRIPCIÓN

El 64% de los alumnos en Asturias escogen la asignatura de Religión

Un total de 72.482 alumnos han escogido este curso en Asturias la asignatura de Religión, lo que supone el 64 por ciento del total, cuatro décimas más por encima de la media nacional.
En un comunicado, la Delegación de Enseñanza del Arzobispado de Oviedo ha apuntado que se trata de una cifra ligeramente inferior a la del año pasado debido a una caída en las matrículas en Infantil y Primaria que ha atribuido a la aplicación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).
En los centros de titularidad pública, en el curso 2014-2015, el 64% de alumnos de Educación Infantil y Primaria escogió la asignatura de Religión, frente al 68% que había en el curso pasado o el 73 por ciento del curso 2010-2011.
La Delegación de Enseñanza del Arzobispado ha advertido de que estos datos contrastan con los de la Educación Secundaria y Bachillerato, también en la escuela pública, donde, con un porcentaje del 26%, el número de alumnos que eligen la asignatura de Religión se encuentra "más estable desde hace años".
En el caso de los centros de titularidad social -concertados y privados, laicos y religiosos-, la cifra de alumnos que escogen cursar Religión asciende, en total, al 96 por ciento, con 32.599 alumnos.
Desde la Delegación de Enseñanza del Arzobispado de Oviedo se apunta que son datos que señalan "un cambio de tendencia en la sociedad española", pero "al mismo tiempo, la confirmación de que, cada vez que tiene lugar un cambio legislativo, la matrícula de la asignatura de Religión sale perjudicada".
La delegada episcopal de Enseñanza, Pilar Hernández, ha afirmado que la caída de este año ha estado motivada por la implantación de la LOMCE "y el desconcierto que ha podido crear entre las familias en cuanto a la reducción del horario de la asignatura y las condiciones en las que se ha de impartir a partir de ahora".

Fuente: http://www.elcomercio.es/asturias/201502/11/alumnos-asturias-escogen-asignatura-20150211183002.html

¿Te vas a perder el evento del año en educación?

Más de 1553 profesores de 356 centros ya han confirmado su asistencia. Y tú, ¿Te lo vas a perder? 
No te pierdas el evento del año en educación, donde conocerás,
de la mano de Javier BahónRichard Gerver,
cómo abordar los principales retos a través de las nuevas metodologías.




2015 smsavia@grupo-sm.com 

miércoles, 11 de febrero de 2015

CSIF exige que no se renueven los conciertos educativos en aquellas localidades donde se están suprimiendo plazas de la pública

interinosconcertada
Tras la renovación, por parte de Consellería de Educación, de los conciertos educativos hasta 2019, CSIF insta a la Consellería de Educación a que no renueve esos conciertos en aquellas localidades donde la pública esté sufriendo supresiones. CSIF basa esta petición en la propia filosofía con la que se crearon los conciertos educativos, que fue dar respuesta a la demanda de escolaridad que no pudiera ser absorbida por la escuela pública. Siguiendo este criterio, no sería necesario renovar determinados conciertos educativos al poder cubrirse toda la demanda por parte de los centros públicos.
En este sentido, CSIF pide a la Administración que, en el caso de querer seguir adelante con estos conciertos educativos, lo haga sin suprimir unidades de la pública y aproveche esta situación para reducir las ratios de las aulas, una medida que ha sido demandada desde que comenzaron los recortes educativos, y que sin duda contribuiría a mejorar la calidad de nuestro sistema educativo.
Así mismo, CSIF ha pedido a la Administración que aproveche la ampliación de 4 a 6 años en los conciertos educativos para introducir otras modificaciones, como la cobertura de las bajas de la concertada por integrantes de las bolsas de la pública, una medida que CSIF reivindica desde hace años y que permitirían que los interinos de la pública sin plaza asignada tuvieran preferencia a la hora de cubrir bajas en centros concertados, siempre de forma voluntaria.

  
Repercusión en Prensa:


Fuente: http://www.csi-f.es/content/csif-exige-que-no-se-renueven-los-conciertos-educativos-en-aquellas-localidades-donde-se-est

Religión y el sofisma en Andalucía

Hace unos días, en un diario cordobés (www.eldiadecordoba.es), se podían leer las mezquindades de estómagos agradecidos respecto, una vez más, a los profesores de religión de educación primaria de Andalucía, y a sus previsibles condiciones laborales.
El citado diario trae, negro sobre blanco, que la responsable de la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte en Córdoba, Dª Manuela Gómez Camacho, ha realizado las siguientes manifestaciones: “Al no ser personal contratado por nosotros, no podemos hacer nada”.
Se está refiriendo a la situación a la que la Junta está abocando a este colectivo, en virtud de lo contenido en el proyecto de Decreto por el que se establece la ordenación y las enseñanzas correspondientes a la educación primaria en Andalucía, que desarrolla la LOMCE para este concreto nivel educativo, y que reduce la asignación horaria de la asignatura de religión, lo que, consecuentemente, provocará la reducción de este profesorado en parecida proporción, es decir, podrán ser despedidos o se les mantendrá con un contrato y unas retribuciones ínfimas para la dignidad de cualquier persona.

Y dice aquello, porque estos docentes de religión de educación primaria, al no estar transferidos a la Junta de Andalucía, dependen contractual y retributivamente del Ministerio de Educación, quien deberá asumir estas consecuencias arbitrarias y caprichosas, en una curiosa situación que cubre de mayor ignominia a los dirigentes andaluces, que sin vergüenza alguna dicen que tendrá que ser el “Ministerio de Educación quien dé respuesta a qué va a hacer con ellos y buscar una solución”.
Tamaña desvergüenza sólo es comprensible desde la bajeza moral y la despreocupación de quien está bien alimentado, aunque sus justificaciones se revistan con florituras como que, “se ha optado por reforzar y equilibrar los tiempos de las materias instrumentales como las matemáticas y las áreas de comunicación lingüística, tanto la Castellana como los idiomas extranjeros, áreas que son básicas por sí mismas, así como para que el alumnado pueda desarrollar las restantes áreas del currículo sin dificultad”.
En Andalucía, como en otros lugares, siempre se ha recurrido a que eran las administraciones públicas las que pagaban las decisiones de la jerarquía eclesiástica respecto a ciertos “despidos” de profesores de religión, pero ahora, a esa misma administración autonómica, no le duelen prendas en provocar una situación mucho más grave, en términos cuantitativos, más allá del incumplimiento de una norma de carácter supra legal como es un Acuerdo internacional.
El problema añadido, es que ese Ministerio de Educación que respecto a estos docentes hace de empresario, tiene una actitud parecida en el territorio en el que controla la fijación del horario correspondiente a los contenidos de las asignaturas de los bloques de asignaturas específicas (Ceuta y Melilla), por lo que expresar, como hace la administración autonómica “el deseo de que tanto el Ministerio de Educación, que es quien contrata a este personal, como las autoridades eclesiásticas, adopten las medidas necesarias para que no se perjudiquen sus derechos laborales y profesionales como consecuencia de la regulación planteada por la LOMCE”, supera los confines del cinismo y de la falta absoluta de empatía.

En el presente caso, hay un despropósito de gravísimas y dolorosas consecuencias, tal y como se atisba el panorama, esto es, como una relación triangular o cuadrangular, donde primero se da una propuesta para enseñar (Obispos), luego una administración contrata (MEC) y la otra controla los centros públicos e impone los horarios y las jornadas (Junta de Andalucía), por lo que se rompe toda la lógica bilateral consustancial al contrato de trabajo, produciendo confusión y desconcierto en el papel desempeñado por cada uno de los sujetos, a costa de los trabajadores.
Esta situación “kafkiana”, deberán resolverla los Tribunales si así lo deciden los propios profesores, probablemente previa petición como medida cautelar, de la suspensión del apartado del Decreto que reduce el horario de la asignatura de religión, acreditando la difícil o imposible reparación del daño causado de aplicarse el mismo. Los recurrentes, tendrán sobrados motivos, los que a nadie se nos escapan, pero que pueden ampliarse tanto como la creatividad de los recurrentes.
También es cierto y más que probable, que las discrepancias bien conocidas, entre la Junta de Andalucía y los Obispos del Sur, hayan tenido estas consecuencias, a las que siempre ha estado sometido como moneda de cambio, el profesorado de religión, además del guiño simplista de los dirigentes de la Junta, en año electoral, para sus presuntos fieles. En definitiva, se mercantiliza la dignidad de las personas y se ignora el bien común con eufemismos vacíos.

En cualquier caso, pese a quien le pese, la clase de religión elegida por los padres de alumnos y, en su caso, por ellos mismos, es mucho más libre, coherente y democrática que la elección de la Presidenta de la Junta de Andalucía y todos sus asesores y cargos de “confianza”.
Todavía están a tiempo para rectificar: Por favor, háganlo.



Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/speculum.php/2015/02/11/religion-en-andalucia

JUEGOS Y CREATIVIDAD

¡Creatividad al poder! es el lema de este libro. La misión de su contenido es potenciar la capacidad creativa y divertir. ¡Divertir mucho! Juegos y creatividad es un manual práctico que propone 60 juegos, tres cuentos, varias sugerencias pedagógicas y un taller de escritura creativa que darán un nuevo color a nuestras sesiones. Una propuesta para ser desarrollada en el área de Educación Física y en otros ámbitos educativos y lúdicos. La esencia de la obra combina con estas palabras: creatividad, imaginación, sueños, literatura, poesía, diversión, cooperación, salud y esfuerzo.
Colección: JUEGOS Nº 33  Págs.:96 P.V.P.: 9,50 €
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martes, 10 de febrero de 2015

Agendas Escolares y muchas más cosas

Estimados/as amigos/as,

Desde la Editorial CCS queremos informaros que ya estamos trabajando en las Agendas Escolares del próximo curso. Este año tenemos más modelos para ajustarnos a vuestras necesidades.

Si estáis interesados podemos enviaros muestras de agendas del curso actual ó, si lo preferís, podemos pasar a visitaros para informaros de las distintas posibilidades y dejaros algún modelo de muestra.

Además de lo ya mencionado, podéis pedirnos presupuesto (sin compromiso) para elaboraros cualquiera de los siguientes trabajos:

- Maquetación e impresión de la/s revista/s y libros de vuestro centro.

- Impresión de vuestra publicidad y folletos de presentación para nuevas matriculas y jornadas de puertas abiertas.

- Elaboración de todo tipo de carteles y lonas con logos, imagenes, etc...

- Creación de regalos para vuestros alumnos y/o profesores:

* Pendrives, llaveros ...

* Libretas de notas, cuadernos ...

* Marcapáginas, tazas ...

* Y todo tipo de Merchandising que se os pueda ocurrir


Para contactad con nosotros, podéis hacerlo por teléfono en el 91 725 20 00 preguntando por Eduardo Ponce ó al e-mail ccscomercial@editorialccs.com

Muchas gracias por vuestra atención e interés.

Un saludo

Fuente: vía e-mail 
En calidad de Afiliado de Amazon, obtengo ingresos por las compras adscritas que cumplen los requisitos aplicables