"He intentado interpretar lo que Mateo y Lucas cuentan al principio de sus Evangelios"
Jesús nació en una época determinada con precisión,
en el año 15 del imperio de Tiberio César, asegura el papa Joseph Ratzinger-Benedicto XVI en su libro "
La infancia de Jesús", que tay como informó este mediodía la Santa Sede, saldrá a las librerías la próxima
Navidad.
Fuentes de la
editorial Planeta, que lo distribuirá en España y
América Latina, confirmaron a Efe que el libro saldrá en el mes de
noviembre, aunque no precisaron la fecha.
En el libro, del que el Vaticano ha adelantado un pequeño extracto,
el papa subraya en el prefacio que no se trata de la tercera parte de
"Jesús de Nazaret", sino de "
la antesala" de los dos precedentes volúmenes sobre la vida, muerte y resurrección de Cristo.
"He intentado
interpretar, dialogando con exégetas del pasado y del presente, lo que Mateo y Lucas cuentan al principio de sus Evangelios sobre la infancia de Jesús", señaló el papa.
Benedicto XVI señaló que Jesús no nació y apareció en público en una fecha imprecisa, sino que pertenece a una época "
perfectamente datable y a un ambiente geográfico perfectamente indicado".
"Jesús nació en una época determinada con precisión. Al inicio de la
actividad pública de Jesús, Lucas ofrece un vez más una datación
detallada de ese momento histórico:
es el año 15 del imperio de Tiberio César.
Además se menciona el nombre del Gobernador romano de aquel año y los
tetrarcas de Galilea, Iiture y Traconitide, así como el de Abilene, y
jefes sacerdotes", escribe el papa.
Sobre el nacimiento, el papa señala que María envuelve al Niño en pañales, gasas. "Sin sentimentalismos,
podemos imaginar el amor con el que María se preparó para ese momento
y como preparó el nacimiento del Hijo", afirma el papa, que se detiene a
analizar cómo la tradición de los iconos ha interpretado el pesebre y
las gasas teológicamente".
El Niño envuelto en gasas se presenta como una anticipación de la hora de su muerte, subraya el papa, que agrega que
el Pesebre del portal de Belén se considera una especie de altar.
Benedicto XVI, que es un estudioso de san Agustín, dice que el santo
de Hipona interpretó el pesebre de una manera que en un principio se ve
incorrecta, "pero que encierra una profunda verdad".
"El pesebre es el lugar en el que los animales encuentran su comida.
En el pesebre nace el que es considerado como el verdadero pan que llega del cielo,
como el verdadero sustento que el hombre necesita para ser un ser
humano. Es el sustento que da al hombre la verdadera vida, la eterna",
escribe el papa.
En ese sentido, prosigue el pontífice, el pesebre es el comedor, la
mesa, a la que el hombre está invitado para recibir el pan de Dios.
El libro, precisó la editorial italiana
Rizzoli, que lo edita
junto a la Librería Editora Vaticana, lo presentará en la Feria
Internacional del Libro de Fráncfort (Alemania), que comienza mañana, y
será publicado
en 20 idiomas, entre ellos español, portugués, italiano, inglés, alemán y polaco.
"La infancia de Jesús" está escrito, precisó la editorial, con un
lenguaje sencillo, riguroso y valiente
y en el mismo Benedicto XVI analiza los textos del Evangelio e invita a
los lectores a preguntarse: "¿es verdad lo que se cuenta?".
En el libro el papa descubre al lector que el Evangelio no es una
historia del pasado, sino que pertenece al hombre contemporáneo.
En sus páginas analiza la
Anunciación de María, el Nacimiento o la visita de los Reyes Magos, la pobreza del lugar del nacimiento, el portal, etc.
Benedicto XVI comenzó a escribir "Jesús de Nazaret" en el verano de
2003 y, según contó, tras su elección como papa, en abril de 2005, ha
dedicado todos los momentos libres a completarlo.
En su primer libro como papa, Benedicto XVI muestra a un Jesús "real, el histórico", y afirma que
Cristo es una figura "históricamente sensata y convincente".
El segundo texto va desde la entrada de Jesús en Jerusalén hasta la Resurrección.
En ese tomo asegura que la
Resurrección de Cristo es históricamente creíble,
que los judíos no fueron los culpables de su muerte, que separó
definitivamente la religión de la política, y que la Iglesia actual
parece un barco que se hunde, pero que Jesús siempre está a su lado.
(Rd/Agencias)
Extractos del libro del Papa
La premisa de Benedicto XVI
Espero que pueda ayudar a muchas personas
Por fin puedo entregar en manos del lector el pequeño libro por largo
tiempo prometido sobre los relatos de la infancia de Jesús. No se trata
de un tercer volumen, sino de una especie de pequeña "antesala" de los
dos volúmenes precedentes sobre la figura y el mensaje de Jesús de
Nazaret. Aquí he buscado interpretar ahora, en diálogo con los exégetas
del pasado y del presente, lo que Mateo y Lucas narran al inicio de sus
Evangelios sobre la infancia de Jesús.
Una interpretación justa, según mi convicción, requiere dos pasos.
Por un lado hay que preguntarse qué querían decir con su texto los
respectivos autores, en el momento histórico -es el componente histórico
de la exégesis.
Pero no basta con dejar el texto en el pasado, archivándolo así entre
las cosas acontecidas hace tiempo. La segunda pregunta del exégeta
justo debe ser: ¿Es verdad lo que se ha dicho? ¿Me afecta? Y si me
afecta, ¿cómo lo hace? Ante un texto como el bíblico, cuyo último y más
profundo autor, según nuestra fe, es Dios mismo, el interrogante sobre
la relación del pasado con el presente forma indefectiblemente parte de
nuestra interpretación. Con ello la seriedad de la investigación
histórica no disminuye, sino que aumenta.
Me he apresurado a entrar, en este sentido, en diálogo con los
textos. Con ello soy bien consciente de que este coloquio en el
entrelazado entre pasado, presente y futuro jamás podrá acabarse y que
toda interpretación se queda atrás respecto a la grandeza del texto
bíblico. Espero que el pequeño libro, a pesar de sus limitaciones, pueda
ayudar a muchas personas en su camino hacia y con Jesús.
Castelgandolfo, en la solemnidad de la Asunción de María al Cielo.
15 de agosto de 2012
Benedicto XVI
Cuándo nació Jesús
Jesús nació en una época determinable con precisión. Al comienzo de
la actividad pública de Jesús, Lucas ofrece de nuevo una datación
detallada y cuidadosa de aquel momento histórico: es el décimo quinto
año del imperio de Tiberio César; se menciona además al gobernador
romano de ese año y a los tetrarcas de Galilea, Iturea y Traconítide,
así como de Abilene, y después a los jefes de los sacerdotes.
Jesús no nació y apareció en público en el impreciso "una vez" del
mito. Él pertenece a un tiempo exactamente datable y a un ambiente
geográfico exactamente indicado: lo universal y lo concreto se tocan
recíprocamente. En Él, el Logos, la Razón creadora de todas las cosas,
ha entrado en el mundo. El Logos eterno se ha hecho hombre, y de esto
forma parte el contexto de lugar y tiempo. La fe está unida a esta
realidad concreta, si bien, en virtud de la Resurrección, el espacio
temporal y geográfico es superado y el "ir por delante a Galilea" (Mateo
28, 7) por parte del Señor introduce en la vastedad abierta de la
humanidad entera (cfr. Mateo 28, 16ss).
[De la página 36 del manuscrito]
Aquel niño envuelto en pañales
María envolvió al niño en pañales. Sin sentimentalismo alguno,
podemos imaginar con qué amor habrá ido María al encuentro de su hora,
habrá preparado el nacimiento de su Hijo. La tradición de los iconos,
con base en la teología de los Padres, ha interpretado pesebre y pañales
también teológicamente. El niño bien envuelto en pañales se ve como un
reenvío anticipado de la hora de su muerte: Él es desde el principio el
Inmolado, como veremos aún con más detalle reflexionando sobre la
palabra acerca del primogénito. Así el pesebre se representaba como una
especie de altar.
Agustín interpretó el significado del pesebre con un pensamiento que,
en un primer momento, se presenta casi inconveniente; pero, examinado
con mayor atención, contiene en cambio una profunda verdad. El pesebre
es el lugar donde los animales encuentran su alimento. Pero ahora está
acostado en el pesebre Aquel que se indicó Él mismo como el verdadero
pan bajado del cielo -como el verdadero alimento del que el hombre tiene
necesidad para su ser persona humana. Es el alimento que da al hombre
la vida verdadera, la eterna. De este modo, el pesebre se convierte en
una remisión a la mesa de Dios a la que el hombre está invitado, para
recibir el pan de Dios. En la pobreza del nacimiento de Jesús se delinea
la gran realidad, en la que se realiza de forma misteriosa la redención
de los hombres.
[De la página 38 del manuscrito
Fuente:
http://www.periodistadigital.com/religion/libros/2012/10/09/la-infancia-de-jesus-saldra-la-venta-en-navidad-religion-iglesia-libros-vaticano-papa-benedicto.shtml