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La religión católica no se ha quedado atrás en su proceso de modernización digital. Tras varios años de cierta lentitud en su puesta apunto para la nueva era de la comunicación, tanto el Vaticano como como otras instituciones oficiales religiosas ya están para quedarse. Tal y como afirma la Iglesia en uno de sus escritos: "el interés por Internet es una expresión particular de su antiguo interés por los medios de comunicación social". El Vaticano considera estos medios como "un resultado del proceso histórico científico" por el que la "humanidad avanza cada vez más en el descubrimiento de los recursos y de los valores encerrados en todo lo creado".
La Iglesia se plantea dos objetivos respecto a la comunicación de masas. Uno de ellos es fomentar el correcto uso y desarrollo de los mismos "con vistas al progreso humano, la justicia y la paz" para construir una sociedad basada en la solidaridad. Por otro lado, la "preocupación de la Iglesia también se refiere a la comunicación en y por la Iglesia misma".
En este sentido, tanto el Vaticano como sus feligreses se han puesto las pilas y hoy ya pueden verse los resultados. Hace un año que las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) tuvieron lugar en Madrid. Su éxito fue debido, en gran parte, a la gran coordinación y comunicación que mostraron los organizadores: se explotó Facebook y Twitter como nunca lo habían hecho. Hoy por hoy, con las futuras JMJ en Brasil, las cuentas de Twitter siguen animando e invitando a todo el mundo a participar. Ya disponen de más de 25.000 seguidores solo en su cuenta oficial, sin contar otros idiomas.
Casos particulares
Xiskya es de Nicaragüa, tiene 43 años y es hija de un cardiólogo y una abogada. Entre sus oficios se encuentran el de periodista, filóloga, fotógrafa aficionada y monja. Su actividad en Internet y en las redes sociales le han valido el sobrenombre de "la monja tuitera" entre algunos de sus seguidores. Aunque reconoce que siempre le ha interesado la informática y la tecnología, cuenta que, al principio, no le gustaban las redes sociales.
Religiosa de la Pureza de María y directora de la revista de su congregación Mater Purissima, explica que veía en las redes sociales una forma de perder el tiempo y algo que fomentaba "el chismorreo". Su interés por su utilidad llegó al mismo tiempo que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a Madrid, en 2011, cuando escribió la crónica "El diario de una peregrina" e hizo un vídeo para un servicio on line de un diario nacional. Para Xiskya fue una de las mejores experiencias de su vida, ya que gracias a ella confirmó que es necesario "vivir la fe en comunidad" y que la combinación periodista-religioso es una "fórmula muy potente para vivirla".
Con casi 5.000 seguidores en su cuenta y más de 27.000 tuits, la red social favorita de Xiskya es Twitter, aunque también es una usuaria habitual de Facebook, Google Plus, Flickr, Youtube y Linkedin. La siguen todo tipo de personas, creyentes y ateos, pero dice encontrar pocos religiosos entre sus "followers" y, en este terreno, cree que la Iglesia en Latinoamérica "le lleva mucha ventaja" a la española que, en su opinión, "no ha sabido aprovechar el enorme potencial de las redes sociales" ante lo que le insta a "un cambio de mentalidad".
Aún así, Xiskya no es la única que participa de las oportunidades que ofrece Internet. Sor Lucía Caram, dominicana de nacimiento pero residente en Manresa, Cataluña, también tiene un gran historial a sus espaldas. Participa como vocal en la Fundación Rosa Oriol, dedicada a ayudar a los más desfavorecidos. Construyen viviendos de protección o imparten cursos formativos para educar a aquellos que no han tenido la oportunidad. Con más de 4.280 seguidores y 1.980 tuits, Sor Lucía se centra en la concienciación sobre los problemas básicos de hambre y exclusión social.
En cuanto a instituciones se refiere, el Opus Dei y Cáritas Española se llevan la palma. Los primeros llevan más de tres años en la red social Twitter, disponen de 10.628 seguidores y han publicado 5.476 tuits. A Cáritas Española, con menos de dos años de 'vida' en esta red social, le siguen 9.513 y tiene 604 tuits publicados. El Vaticano versión española dispone de casi 98.000 seguidores con poco más de 2.000 publicaciones.
Los medios de comunicación religiosos tampoco se quedan atrás. Religión el Libertad tiene equiparados los seguidores con las publicaciones. 3.425 ante 3.248. Religión Digital presenta un balance a favor de los tuits, pero con menos seguidores. 1.226 ante 10.718.
A nivel personal, destaca un sacerdote que ejerce como tal desde 1997. Llamado así mismo "un cura", tiene 1.573 seguidores y 6.913 tuits. Estadísticamente, se aprecia un mayor volumen de publicaciones por parte de individuos que de instituciones u organismos oficiales. ¿Influirán más los individuos en su misión de mensajeros, o las propias instituciones religiosas?
Fuente: http://ecodiario.eleconomista.es/comunicacion/noticias/4197059/08/12/xiskya-la-monja-twitera-apuesta-por-la-religion-en-version-digital.html