Película: La herencia del viento (1960)
La publicación de "El origen de las especies", de Charles Darwin (1809-1892), en la segunda mitad del siglo XIX supuso un verdadero cambio de perspectiva en el modo de comprender los procesos naturales asociados a los seres vivos. La aportación de este científico constituye uno de los pilares a partir de los que se desarrolla la biología moderna.
Algunos consideraron que la teoría de la evolución era un modo de explicar el mundo natural sin necesidad de recurrir a Dios. En cambio, otros contemplaron la teoría de la evolución como una verdadera amenaza para la fe. Se han opuesto firmemente a la evolución diversos grupos protestantes de Estados Unidos (creacionistas). En el ámbito católico también hubo un rechazo inicial por parte de algunos, pero otros muchos no vieron ninguna oposición entre evolución y creación.
Nunca ha habido una condena oficial por parte de la Iglesia católica. En realidad, el creyente no tiene ningún problema en decir que precisamente es ese el designio creador de Dios. Muchos católicos han contribuido al desarrollo de la biología según el nuevo paradigma iniciado por Darwin.
Darwin era profundamente creyente y aceptaba a Dios como autor de las leyes que rigen la evolución de la naturaleza. Al final de su libro, escribe Darwin: "Es grandioso el espectáculo de las fuerzas variadas de la vida que Dios infundió en los seres creados haciéndoles desarrollar en formas cada vez más bellas y admirables".
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