Película: "Blade Runner" (1982)
Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, con capacidad para responder a su amor. Esto significaba que daba al ser humano la posibilidad de no responder a su proyecto.
Dios no creó un robot, sino un interlocutor para poder establecer una relación de amor. La libertad es condición indispensable para el amor.
Al crearlo racional y libre, Dios ha querido dejar en manos del ser humano la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. La persona puede abrirse o cerrarse a este plan de amor de Dios.
Llamamos pecado a toda palabra, acto o deseo voluntario contrario al amor de Dios y, por lo tanto, a la Ley que él ha grabado en nuestros corazones.
Fuente: canal religión y cine
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