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"Ben-Hur" (1959) En la civilización occidental cristiana contamos los
años a partir del nacimiento de Jesucristo, ya que consideramos esta fecha el
centro de la historia y, así, hablamos de «antes de Cristo» (a. C.) y de
«después de Cristo» (d. C.). Pero esto no era así en la época en la que nació
Jesús. Entonces, los años se contaban a partir de la fecha de la fundación de
Roma y así continuó haciéndose durante algunos siglos. Pero en el siglo VI,
después de haber caído el Imperio romano de Occidente y con el cristianismo ya
muy extendido, un monje llamado Dionisio el Exiguo decidió organizar el
calendario a partir de la fecha del nacimiento de Cristo. Su iniciativa fue muy
bien acogida en la Europa medieval. Dionisio sabía en qué año estaba él,
contando desde la fundación de Roma; solo tenía que calcular en qué año de la
fundación de Roma había nacido Jesús. Consultó los evangelios, investigó en la
historia y llegó a esta conclusión: «Jesús nació en el año 754 de la fundación
de Roma». Es a partir de este dato que hoy decimos «estamos en el año tal d.
C.». Pero Dionisio se equivocó. Por el historiador Flavio Josefo sabemos que
Herodes el Grande, después de haber vivido en Jerusalén, se retiró a la ciudad
de Jericó donde, al cabo de un año, murió: era el año 750 de la fundación de
Roma. Pero si Jesús nació cuando todavía Herodes residía en Jerusalén, ¿pudo
ser el año 754 del nacimiento de Cristo? Así, podemos afirmar que Jesús nació
aproximadamente entre el año 748 y 749 de la fundación de Roma, es decir, unos
6 años antes de lo que había calculado Dionisio. O sea que podríamos decir que
Jesús nació «en el año 6 a. C.», aunque parezca una paradoja. Hoy en día, esto
lo sabe todo el mundo y, para no transformar las fechas de la historia, se ha
aceptado la fecha calculada por Dionisio, aunque no sea la exacta.
Fuente: canal religión y cine
Fuente: canal religión y cine
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