La
hora de la tarea puede volverse caótica y algunos padres tratan de
calmar la situación por todos los medios, pero sus acciones y palabras a
veces solo lo empeoran. ¿Cuáles son los errores a evitar? Susana
Munier, terapeuta familiar en Sevilla, nos da ideas a seguir para
mejorar el tiempo de trabajo nocturno.
Un
texto difícil de leer, fórmula matemática mal aplicada, el niño puede
encontrar dificultades al hacer su tarea. Para hacerlo bien, los padres
intentan ayudarlos pero, lamentablemente, no siempre lo hacen de la
mejor manera. Pueden tender a emitir juicios y hacer comentarios
despectivos como: "Este ejercicio es muy fácil, puedes hacerlo bien,
piénsalo!" Esto no anima al niño. Entonces, es mejor evitar esta evaluación externa, los padres no son jueces.
El
método de trabajo debe ser elegido por el niño según lo que más le
motive a trabajar, a aprender. Los padres a veces quieren transmitir los
métodos que les funcionaron en ese momento: “Yo solía escribir tarjetas
para revisar cuando estaba en la escuela, tú también deberías
hacerlo”. Imponer el sistema de tarjetas al niño no siempre es la mejor
solución. Quizás no sea sensible a este tipo de métodos y tendrá que
recitar sus lecciones en voz alta, por ejemplo. Es mejor evitar hacer
cosas por ellos y así dejarles elegir libremente.
Algunos
padres desarrollan temores muy fuertes sobre la escuela y la
educación. La tarea es una fuente de ansiedad para ellos y las
calificaciones y el éxito de sus hijos se convierten en un tema
importante. Si la situación es demasiado dolorosa, es mejor retirarse y
pedirle al mayor que se encargue de los deberes del niño o que contrate a
un estudiante, fuera de la familia. De esta forma no habrá ningún
interés emocional.
A
veces, los padres se quejan de su día cuando llegan a casa. Denigran lo
que hacen en la oficina, lo que no anima al niño a querer
trabajar. Frases como "Si no haces un buen trabajo, tendrás un trabajo
tan malo como el mío" no ayudan al niño a proyectarse. Si nunca le
decimos lo que nos gusta de nuestro trabajo o que nos sentimos útiles
allí, no le hacemos querer encontrar el trabajo que le conviene y lograr
lo que quiere hacer. Para remediar esto, podemos luego compartir
detalles positivos sobre nuestra profesión y así despertar la curiosidad
en el niño.
Fuente: vía email.
Nota del blogger:
Agradezco, desde aquí, a Susana por su interés y el compartir su trabajo en este blog. Sabe que lo tiene a su disposición y que puede servirnos de gran ayuda contar con su apoyo y su buen hacer. Esperamos más consejos, Susana. Gracias.
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