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"El padre Manolo"
Desde el principio, los cristianos han cantado en sus celebraciones, porque de tiempos muy antiguos viene el famoso proverbio: “Quien canta, dos veces ora”. Por eso, san Pablo exhortaba: “Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados” (Col 3,16). El canto es una expresión de la euforia del corazón. San Agustín dice, con mucha razón, que “cantar es propio del que ama” (sermón 336). En la música religiosa los compositores convierten su oración en música, para que después los intérpretes y los oyentes hagan de la música oración.
Fuente: canal religión y cine
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