Blog del Profesorado de Religión Católica

Novedades en Religión y Escuela

sábado, 20 de agosto de 2011

6- HOMILIA BENEDICTO XVI Y SALUDO ROUCO

MADRID - 20.08.2011 - 10:00


Catedral
Santa Misa
Texto original
Señor Cardenal Arzobispo de Madrid,
Venerados hermanos en el Episcopado,
Queridos sacerdotes y religiosos,
Queridos rectores y formadores,
Queridos seminaristas,
Amigos todos

Me alegra profundamente celebrar la Santa Misa con todos vosotros, que aspiráis a ser sacerdotes de Cristo para el servicio de la Iglesia y de los hombres, y agradezco las amables palabras de saludo con que me habéis acogido. Esta Santa Iglesia Catedral de Santa María La Real de la Almudena es hoy como un inmenso cenáculo donde el Señor celebra con deseo  ardiente su Pascua con quienes un día anheláis presidir en su nombre los misterios de la salvación. Al veros, compruebo de nuevo cómo Cristo sigue llamando a jóvenes discípulos para hacerlos apóstoles suyos, permaneciendo así viva la misión de la Iglesia y la oferta del evangelio al mundo. Como seminaristas, estáis en camino hacia una meta santa: ser prolongadores de la misión que Cristo recibió del Padre. Llamados por Él, habéis seguido su voz y atraídos por su mirada amorosa avanzáis hacia el ministerio sagrado. Poned vuestros ojos en Él, que por su encarnación es el revelador supremo de Dios al mundo y por su resurrección es el cumplidor fiel de su promesa. Dadle gracias por esta muestra de predilección que tiene con cada uno de vosotros.

La primera lectura que hemos escuchado nos muestra a Cristo como el nuevo y definitivo sacerdote, que hizo de su existencia una ofrenda total. La antífona del salmo se le puede aplicar perfectamente, cuando, al entrar en el mundo, dirigiéndose a su Padre, dijo: “Aquí estoy para hacer tu voluntad” (cf. Sal 39, 8-9). En todo buscaba agradarle: al hablar y al actuar, recorriendo los caminos o acogiendo a los pecadores. Su vivir fue un servicio y su desvivirse una intercesión perenne, poniéndose en nombre de todos ante el Padre como Primogénito de muchos hermanos. El autor de la carta a los Hebreos afirma que con esa entrega perfeccionó para siempre a los que estábamos llamados a compartir su filiación (cf.
Heb 10,14).

La Eucaristía, de cuya institución nos habla el evangelio proclamado (cf. Lc 22,14-20), es la expresión real de esa entrega incondicional de Jesús por todos, también por los que le traicionaban. Entrega de su cuerpo y sangre para la vida de los hombres y para el perdón de sus pecados. La sangre, signo de la vida, nos fue dada por Dios como alianza, a fin de que podamos poner la fuerza de su vida, allí donde reina la muerte a causa de nuestro pecado, y así destruirlo. El cuerpo desgarrado y la sangre vertida de Cristo, es decir su libertad entregada, se han convertido por los signos eucarísticos en la nueva fuente de la libertad redimida de los hombres. En Él tenemos la promesa de una redención definitiva y la esperanza cierta de los bienes futuros. Por Cristo sabemos que no somos caminantes hacia el abismo, hacia el silencio de la nada o de la muerte, sino viajeros hacia una tierra de promisión, hacia Él que es nuestra meta y también nuestro principio.

Queridos amigos, os preparáis para ser apóstoles con Cristo y como Cristo, para ser compañeros de viaje y servidores de los hombres. ¿Cómo vivir estos años de preparación? Ante todo, deben ser años de silencio interior, de permanente oración, de constante estudio y de inserción paulatina en las acciones y estructuras pastorales de la Iglesia.

Iglesia que es comunidad e institución, familia y misión, creación de Cristo por su Santo Espíritu y a la vez resultado de quienes la conformamos con nuestra santidad y con nuestros pecados. Así lo ha querido Dios, que no tiene reparo en hacer de pobres y pecadores sus amigos e instrumentos para la redención del género humano. La santidad de la Iglesia es ante todo la santidad objetiva de la misma persona de Cristo, de su evangelio y de sus sacramentos, la santidad de aquella fuerza de lo alto que la anima e impulsa. Nosotros debemos ser santos para no crear una contradicción entre el signo que somos
y la realidad que queremos significar.

Meditad bien este misterio de la Iglesia, viviendo los años de vuestra formación con profunda alegría, en actitud de docilidad, de lucidez y de radical fidelidad evangélica, así como en amorosa relación con el tiempo y las personas en medio de las que vivís. Nadie elige el contexto ni a los destinatarios de su misión. Cada época tiene sus problemas, pero Dios da en cada tiempo la gracia oportuna para asumirlos y superarlos con amor y realismo. Por eso, en cualquier circunstancia en la que se halle, y por dura que esta sea, el sacerdote ha de fructificar en toda clase de obras buenas, guardando para ello
siempre vivas en su interior las palabras del día de su Ordenación, aquellas con las que se le exhortaba a configurar su vida con el misterio de la cruz del Señor.

Configurarse con Cristo comporta, queridos seminaristas, identificarse cada vez más con Aquel que se ha hecho por nosotros siervo, sacerdote y víctima. Configurarse con Él es, en realidad, la tarea en la que el sacerdote ha de gastar toda su vida. Ya sabemos que nos sobrepasa y no lograremos cumplirla plenamente, pero, como dice san Pablo, corremos hacia la meta esperando alcanzarla (cf. Flp 3,12-14).

Pero Cristo, Sumo Sacerdote, es también el Buen Pastor, que cuida de sus ovejas hasta dar la vida por ellas (cf. Jn 10,11). Para imitar también en esto al Señor, vuestro corazón ha de ir madurando en el Seminario, estando totalmente a disposición del Maestro. Esta disponibilidad, que es don del Espíritu Santo, es la que inspira la decisión de vivir el celibato por el Reino de los cielos, el desprendimiento de los bienes de la tierra, la austeridad de vida y la obediencia sincera y sin disimulo.

Pedidle, pues, a Él, que os conceda imitarlo en su caridad hasta el extremo para con todos, sin rehuir a los alejados y pecadores, de forma que, con vuestra ayuda, se conviertan y vuelvan al buen camino. Pedidle que os enseñe a estar muy cerca de los enfermos y de los pobres, con sencillez y generosidad. Afrontad este reto sin complejos ni mediocridad, antes bien como una bella forma de realizar la vida humana en gratuidad y en servicio, siendo testigos de Dios hecho hombre, mensajeros de la altísima dignidad de la persona humana y, por consiguiente, sus defensores incondicionales. Apoyados en
su amor, no os dejéis intimidar por un entorno en el que se pretende excluir a Dios y en el que el poder, el tener o el placer a menudo son los principales criterios por los que se rige la existencia. Puede que os menosprecien, como se suele hacer con quienes evocan metas más altas o desenmascaran los ídolos ante los que hoy muchos se postran. Será entonces cuando una vida hondamente enraizada en Cristo se muestre realmente como una novedad y atraiga con fuerza a quienes de veras buscan a Dios, la verdad y la justicia.

Alentados por vuestros formadores, abrid vuestra alma a la luz del Señor para ver si este camino, que requiere valentía y autenticidad, es el vuestro, avanzando hacia el sacerdocio solamente si estáis firmemente persuadidos de que Dios os llama a ser sus ministros y plenamente decididos a ejercerlo obedeciendo las disposiciones de la Iglesia.

Con esa confianza, aprended de Aquel que se definió a sí mismo como manso y humilde de corazón, despojándoos para ello de todo deseo mundano, de manera que no os busquéis a vosotros mismos, sino que con vuestro comportamiento edifiquéis a vuestros hermanos, como hizo el santo patrono del clero secular español, san Juan de Ávila. Animados por su ejemplo, mirad, sobre todo, a la Virgen María, Madre de los sacerdotes. Ella sabrá forjar vuestra alma según el modelo de Cristo, su divino Hijo, y os enseñará siempre a custodiar los bienes que Él adquirió en el Calvario para la salvación del mundo. Amén.

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“MISA” DE LA ALMUDENA. SEMINARISTAS


Catedral de Santa María la Real de La Almudena, 20 de agosto de 2011

Querido Santo Padre:

Miles de seminaristas de todo el mundo se reúnen esta luminosa mañana madrileña en la Catedral de Santa María la Real de La Almudena para celebrar la Eucaristía presidida por el Papa. La Misa de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, tan arraigada en el Calendario litúrgico propio de la Iglesia en
España y en la espiritualidad más querida del clero español, será la propia de la celebración. Se trata,
Santo Padre, de una nueva generación de seminaristas que han leído y meditado diligentemente con
sus formadores la Carta que les dirigió hace poco más de un año. Saben que no hay otra alternativa
en el itinerario formativo para el sacerdocio ministerial que la que el Papa les mostraba: la de la santidad sacerdotal. Con corazón conmovido agradecen al Vicario de Cristo que haya querido celebrar la Eucaristía con ellos en la mañana de este sábado en el que la Jornada Mundial de la Juventud llega
a su cumbre.

Estos seminaristas de la JMJ de Madrid quieren ser santos sacerdotes, porque quieren ser buenos y
fieles instrumentos de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote para la santificación de sus jóvenes compañeros y del mundo entero. ¡Quieren ser los primeros apóstoles de la juventud de su tiempo como
el Papa y la Iglesia se lo piden!En la Misa diaria, en la frecuente adoración eucarística y en la oración
ante el Señor Sacramentado, va configurándose su alma sacerdotal según la medida del Corazón de
Cristo, aprendiendo a hacerse sacerdotes y víctimas con Él para la salvación de las almas. Esta Santa
Misa marcará, sin duda, el inicio de un capítulo nuevo en la maduración humana, espiritual y pastoral
de su vocación sacerdotal. La respuesta a Jesucristo, el Señor, que les llama a la identificación personal con Él y a un seguimiento incondicional como ministros y apóstoles de su Evangelio, adquirirá un nuevo ardor y una renovada firmeza en el compromiso contraído. Ningún cálculo, ninguna ambición
humana les apartará del gran ideal y del celo que les anima: ¡la Gloria de Dios y la salvación del hombre!

Entre los Patronos de la JMJ.2011 de Madrid se encuentran figuras señeras de la espiritualidad
sacerdotal: San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Juan de la Cruz, pero, sobre todo, San
Juan de Ávila, patrono del Clero Español. Sus insignes reliquias han sido traídas desde su Iglesia en
Montilla (Córdoba) a Madrid para que pudiesen ser veneradas durante estos días de la JMJ-2011 por
los jóvenes peregrinos, especialmente, por aquellos que sienten en su corazón la vocación al Sacerdocio ministerial. Se encuentran ahora aquí colocadas debajo del altar de la Virgen de La Almudena.

La persona del Beato Juan Pablo II, les es a casi todos una figura extraordinariamente cercana. No nos
faltará su intercesión. No nos faltará la mediación de María, Nuestra Madre del Cielo y Reina de todos
los Santos. El ánimo, el afecto y la oración del Papa, tampoco.

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DECLARACIÓN DE SAN JUAN DE ÁVILA COMO DOCTOR DE LA IGLESIA


Catedral de Santa María la Real de La Almudena, 20 de agosto de 2011

Al terminar la celebración de la Santa Misa en la Catedral de la Almudena, el sábado 20 de agosto de
2011, antes de la bendición, el Santo Padre anunciará su determinación de declarar a San Juan de Ávila, patrono del clero secular español, Doctor de la Iglesia universal. A ese anuncio responde el Cardenal Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española con las siguientes palabras:

Santidad: ¡Muchas gracias!¡Muchas gracias!Como Presidente de la Conferencia Episcopal Española,
que ha promovido la Causa del Doctorado de San Juan de Ávila, en nombre de los hermanos
en el episcopado de España, aquí presentes en su totalidad, en nombre también de los sacerdotes,
seminaristas y de todos los fieles, deseo expresar a Vuestra Santidad la más sincera gratitud por haber
acogido nuestra súplica y la de muchos otros obispos y fieles de todo el mundo. Esperamos con alegría
que Vuestra Santidad determine la fecha de la solemne declaración del santo Patrono del clero
español como doctor de la Iglesia universal para acudir a Roma a dar gracias a Dios por ese don tan
grande que la Providencia divina otorga a toda la Iglesia por medio del ministerio de Vuestra Santidad.
Laus Deo.



5-DISCURSO BENEDICTO XVI VIA CRUCIS

MADRID - 19.08.2011 - 19:30


Plaza de Cibeles

Via Crucis

Texto original

Queridos jóvenes:

Con piedad y fervor hemos celebrado este Vía Crucis, acompañando a Cristo en su Pasión y Muerte. Los comentarios de las Hermanitas de la Cruz, que sirven a los más pobres y menesterosos, nos han facilitado adentrarnos en el misterio de la Cruz gloriosa de Cristo, que contiene la verdadera sabiduría de Dios, la que juzga al mundo y a los que se creen sabios (cf. 1 Co 1,17-19). También nos ha ayudado en este itinerario hacia el Calvario la contemplación de estas extraordinarias imágenes del patrimonio religioso de las diócesis españolas. Son imágenes donde la fe y el arte se armonizan para llegar al corazón del hombre e invitarle a la conversión. Cuando la mirada de la fe es limpia y auténtica, la belleza se pone a su servicio y es capaz de representar los misterios de nuestra salvación hasta conmovernos profundamente y transformar nuestro corazón, como sucedió a Santa Teresa de Jesús al contemplar una imagen de Cristo muy llagado (cf. Libro de la vida, 9,1).

Mientras avanzábamos con Jesús, hasta llegar a la cima de su entrega en el Calvario, nos venían a la mente las palabras de san Pablo: «Cristo me amó y se entregó por mí» (Gál 2,20). Ante un amor tan desinteresado, llenos de estupor y gratitud, nos preguntamos ahora: ¿Qué haremos nosotros por él? ¿Qué respuesta le daremos? San Juan lo dice claramente: «En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos» (1 Jn 3,16). La pasión de Cristo nos impulsa a cargar sobre nuestros hombros el sufrimiento del mundo, con la certeza de que Dios no es alguien distante o lejano del hombre y sus vicisitudes. Al contrario, se hizo uno de nosotros «para poder compadecer Él mismo con el hombre, de modo muy real, en carne y sangre… Por eso, en cada pena humana ha entrado uno que comparte el sufrir y padecer; de ahí se difunde en cada sufrimiento la con-solatio, el consuelo del amor participado de Dios y así aparece la estrella de la esperanza» (Spe salvi, 39).

Queridos jóvenes, que el amor de Cristo por nosotros aumente vuestra alegría y os aliente a estar cerca de los menos favorecidos. Vosotros, que sois muy sensibles a la idea de compartir la vida con los demás, no paséis de largo ante el sufrimiento humano, donde Dios os espera para que entreguéis lo mejor de vosotros mismos: vuestra capacidad de amar y de compadecer. Las diversas formas de sufrimiento que, a lo largo del Vía Crucis, han desfilado ante nuestros ojos son llamadas del Señor para edificar nuestras vidas siguiendo sus huellas y hacer de nosotros signos de su consuelo y salvación.

«Sufrir con el otro, por los otros, sufrir por amor de la verdad y de la justicia; sufrir a causa del amor y con el fin de convertirse en una persona que ama realmente, son elementos fundamentales de la humanidad, cuya pérdida destruiría al hombre mismo» (ibid.).

Que sepamos acoger estas lecciones y llevarlas a la práctica. Miremos para ello a Cristo, colgado en el áspero madero, y pidámosle que nos enseñe esta sabiduría misteriosa de la cruz, gracias a la cual el hombre vive. La cruz no fue el desenlace de un fracaso, sino el modo de expresar la entrega amorosa que llega hasta la donación más inmensa de la propia vida. El Padre quiso amar a los hombres en el abrazo de su Hijo crucificado por amor. La cruz en su forma y significado representa ese amor del Padre y de Cristo a los hombres. En ella reconocemos el icono del amor supremo, en donde aprendemos a amar lo que Dios ama y como Él lo hace: esta es la Buena Noticia que devuelve la esperanza al mundo.

Volvamos ahora nuestros ojos a la Virgen María, que en el Calvario nos fue entregada como Madre, y supliquémosle que nos sostenga con su amorosa protección en el camino de la vida, en particular cuando pasemos por la noche del dolor, para que alcancemos a mantenernos como Ella firmes al pie de la cruz.

DISCURSOS BENEDICTO XVI EN EL ESCORIAL

SAN LORENZO DE EL ESCORIAL - 19.08.2011 - 11:30


Patio de los Reyes

Encuentro con religiosas jóvenes

Queridas jóvenes religiosas:

Dentro de la Jornada Mundial de la Juventud que estamos celebrando en Madrid, es un gozo grande poder encontrarme con vosotras, que habéis consagrado vuestra juventud al Señor, y os doy las gracias por el amable saludo que me habéis dirigido. Agradezco al Señor Cardenal Arzobispo de Madrid que haya previsto este encuentro en un marco tan evocador como es el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Si su célebre Biblioteca custodia importantes ediciones de la Sagrada Escritura y de Reglas monásticas de varias familias religiosas, vuestra vida de fidelidad a la llamada recibida es también una preciosa manera de guardar la Palabra del Señor que resuena en vuestras formas de espiritualidad.

Queridas hermanas, cada carisma es una palabra evangélica que el Espíritu Santo recuerda a su Iglesia (cf. Jn 14, 26). No en vano, la Vida Consagrada «nace de la escucha de la Palabra de Dios y acoge el Evangelio como su norma de vida.

En este sentido, el vivir siguiendo a Cristo casto, pobre y obediente, se convierte en “exégesis” viva de la Palabra de Dios...

De ella ha brotado cada carisma y de ella quiere ser expresión cada regla, dando origen a itinerarios de vida cristiana marcados por la radicalidad evangélica» (Exh. apostólica Verbum Domini, 83).

La radicalidad evangélica es estar “arraigados y edificados en Cristo, y firmes en la fe” (cf. Col, 2,7), que en la Vida Consagrada significa ir a la raíz del amor a Jesucristo con un corazón indiviso, sin anteponer nada a ese amor (cf. San Benito, Regla, IV, 21), con una pertenencia esponsal como la han vivido los santos, al estilo de Rosa de Lima y Rafael Arnáiz, jóvenes patronos de esta Jornada Mundial de la Juventud. El encuentro personal con Cristo que nutre vuestra consagración debe testimoniarse con toda su fuerza transformadora en vuestras vidas; y cobra una especial relevancia hoy, cuando «se constata una especie de “eclipse de Dios”, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza» (Mensaje para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud 2011, 1). Frente al relativismo y la mediocridad, surge la necesidad de esta radicalidad que testimonia la consagración como una pertenencia a Dios sumamente amado.

Dicha radicalidad evangélica de la Vida Consagrada se expresa en la comunión filial con la Iglesia, hogar de los hijos de Dios que Cristo ha edificado. La comunión con los Pastores, que en nombre del Señor proponen el depósito de la fe recibido a través de los Apóstoles, del Magisterio de la Iglesia y de la tradición cristiana. La comunión con vuestra familia religiosa, custodiando su genuino patrimonio espiritual con gratitud, y apreciando también los otros carismas. La comunión con otros miembros de la Iglesia como los laicos, llamados a testimoniar desde su vocación específica el mismo evangelio del Señor.

Finalmente, la radicalidad evangélica se expresa en la misión que Dios ha querido confiaros. Desde la vida contemplativa que acoge en sus claustros la Palabra de Dios en silencio elocuente y adora su belleza en la soledad por Él habitada, hasta los diversos caminos de vida apostólica, en cuyos surcos germina la semilla evangélica en la educación de niños y jóvenes, el cuidado de los enfermos y ancianos, el acompañamiento de las familias, el compromiso a favor de la vida, el testimonio de la verdad, el anuncio de la paz y la caridad, la labor misionera y la nueva evangelización, y tantos otros
campos del apostolado eclesial.

Queridas hermanas, este es el testimonio de la santidad a la que Dios os llama, siguiendo muy de cerca y sin condiciones a Jesucristo en la consagración, la comunión y la misión. La Iglesia necesita de vuestra fidelidad joven arraigada y edificada en Cristo. Gracias por vuestro “sí” generoso, total y perpetuo a la llamada del Amado. Que la Virgen María sostenga y acompañe vuestra juventud consagrada, con el vivo deseo de que interpele, aliente e ilumine a todos los jóvenes.

Con estos sentimientos, pido a Dios que recompense copiosamente la generosa contribución de la Vida Consagrada a esta Jornada Mundial de la Juventud, y en su nombre os bendigo de todo corazón. Muchas gracias.

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SAN LORENZO DE EL ESCORIAL - 19.08.2011 - 12:00


Basílica de San Lorenzo

Encuentro con profesores universitarios jóvenes

Texto original

Señor Cardenal Arzobispo de Madrid,
Queridos Hermanos en el Episcopado,
Queridos Padres Agustinos,
Queridos Profesores y Profesoras,
Distinguidas Autoridades,
Amigos todos

Esperaba con ilusión este encuentro con vosotros, jóvenes profesores de las universidades españolas, que prestáis una espléndida colaboración en la difusión de la verdad, en circunstancias no siempre fáciles. Os saludo cordialmente y agradezco las amables palabras de bienvenida, así como la música interpretada, que ha resonado de forma maravillosa en este monasterio de gran belleza artística, testimonio elocuente durante siglos de una vida de oración y estudio. En este emblemático lugar, razón y fe se han fundido armónicamente en la austera piedra para modelar uno de los monumentos más renombrados de España.

Saludo también con particular afecto a aquellos que en estos días habéis participado en Ávila en el Congreso Mundial de Universidades Católicas, bajo el lema: “Identidad y misión de la Universidad Católica”.

Al estar entre vosotros, me vienen a la mente mis primeros pasos como profesor en la Universidad de Bonn. Cuando todavía se apreciaban las heridas de la guerra y eran muchas las carencias materiales, todo lo suplía la ilusión por una actividad apasionante, el trato con colegas de las diversas disciplinas y el deseo de responder a las inquietudes últimas y fundamentales de los alumnos. Esta “universitas” que entonces viví, de profesores y estudiantes que buscan juntos la verdad en todos los saberes, o como diría Alfonso X el Sabio, ese “ayuntamiento de maestros y escolares con voluntad y entendimiento de aprender los saberes” (Siete Partidas, partida II, tít. XXXI), clarifica el sentido y hasta la definición de
la Universidad.

En el lema de la presente Jornada Mundial de la Juventud: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (cf. Col 2, 7), podéis también encontrar luz para comprender mejor vuestro ser y quehacer. En este sentido, y como ya escribí en el Mensaje a los jóvenes como preparación para estos días, los minos “arraigados, edificados y firmes” apuntan a fundamentos sólidos para la vida (cf. n. 2).

Pero, ¿dónde encontrarán los jóvenes esos puntos de referencia en una sociedad quebradiza e inestable? A veces se piensa que la misión de un profesor universitario sea hoy exclusivamente la de formar profesionales competentes y eficaces que satisfagan la demanda laboral en cada preciso momento. También se dice que lo único que se debe privilegiar en la presente coyuntura es la mera capacitación técnica. Ciertamente, cunde en la actualidad esa visión utilitarista de la educación, también la universitaria, difundida especialmente desde ámbitos extrauniversitarios. Sin embargo, vosotros que habéis vivido como yo la Universidad, y que la vivís ahora como docentes, sentís sin duda el anhelo de algo más elevado que corresponda a todas las dimensiones que constituyen al hombre. Sabemos que cuando la sola utilidad y el pragmatismo inmediato se erigen como criterio principal, las pérdidas pueden ser dramáticas: desde los abusos de una ciencia sin límites, más allá de ella misma, hasta el totalitarismo político que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo de poder. En cambio, la genuina idea de Universidad es precisamente lo que nos preserva de esa visión reduccionista y sesgada de lo humano.

En efecto, la Universidad ha sido, y está llamada a ser siempre, la casa donde se busca la verdad propia de la persona humana. Por ello, no es casualidad que fuera la Iglesia quien promoviera la institución universitaria, pues la fe cristiana nos habla de Cristo como el Logos por quien todo fue hecho (cf. Jn 1,3), y del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios. Esta buena noticia descubre una racionalidad en todo lo creado y contempla al hombre como una criatura que participa y puede llegar a reconocer esa racionalidad. La Universidad encarna, pues, un ideal que no debe desvirtuarse ni por ideologías cerradas al diálogo racional, ni por servilismos a una lógica utilitarista de simple mercado, que ve al hombre como mero consumidor.

He ahí vuestra importante y vital misión. Sois vosotros quienes tenéis el honor y la responsabilidad de transmitir ese ideal universitario: un ideal que habéis recibido de vuestros mayores, muchos de ellos humildes seguidores del Evangelio y que en cuanto tales se han convertido en gigantes del espíritu. Debemos sentirnos sus continuadores en una historia bien distinta de la suya, pero en la que las cuestiones esenciales del ser humano siguen reclamando nuestra atención e impulsándonos hacia adelante. Con ellos nos sentimos unidos a esa cadena de hombres y mujeres que se han entregado a
proponer y acreditar la fe ante la inteligencia de los hombres. Y el modo de hacerlo no solo es enseñarlo, sino vivirlo, encarnarlo, como también el Logos se encarnó para poner su morada entre nosotros. En este sentido, los jóvenes necesitan auténticos maestros; personas abiertas a la verdad total en las diferentes ramas del saber, sabiendo escuchar y viviendo en su propio interior ese diálogo interdisciplinar; personas convencidas, sobre todo, de la capacidad humana de avanzar en el camino hacia la verdad. La juventud es tiempo privilegiado para la búsqueda y el encuentro con la verdad. Como ya dijo Platón: “Busca la verdad mientras eres joven, pues si no lo haces, después se te escapará de entre las manos” (Parménides, 135d). Esta alta aspiración es la más valiosa que podéis transmitir personal y vitalmente a vuestros estudiantes, y no simplemente unas técnicas instrumentales y anónimas, o unos datos fríos, usados sólo funcionalmente.

Por tanto, os animo encarecidamente a no perder nunca dicha sensibilidad e ilusión por la verdad; a no olvidar que la enseñanza no es una escueta comunicación de contenidos, sino una formación de jóvenes a quienes habéis de comprender y querer, en quienes debéis suscitar esa sed de verdad que poseen en lo profundo y ese afán de superación. Sed para ellos estímulo y fortaleza.

Para esto, es preciso tener en cuenta, en primer lugar, que el camino hacia la verdad completa compromete también al ser humano por entero: es un camino de la inteligencia y del amor, de la razón y de la fe. No podemos avanzar en el conocimiento de algo si no nos mueve el amor; ni tampoco amar algo en lo que no vemos racionalidad: pues “no existe la inteligencia y después el amor: existe el amor rico en inteligencia y la inteligencia llena de amor” (Caritas in veritate, n. 30).

Si verdad y bien están unidos, también lo están conocimiento y amor. De esta unidad deriva la coherencia de vida y pensamiento, la ejemplaridad que se exige a todo buen educador.

En segundo lugar, hay que considerar que la verdad misma siempre va a estar más allá de nuestro alcance.

Podemos buscarla y acercarnos a ella, pero no podemos poseerla del todo: más bien, es ella la que nos posee a nosotros y la que nos motiva. En el ejercicio intelectual y docente, la humildad es asimismo una virtud indispensable, que protege de la vanidad que cierra el acceso a la verdad. No debemos atraer a los estudiantes a nosotros mismos, sino encaminarlos hacia esa verdad que todos buscamos. A esto os ayudará el Señor, que os propone ser sencillos y eficaces como la sal, o como la lámpara, que da luz sin hacer ruido (cf. Mt 5,13-15).

Todo esto nos invita a volver siempre la mirada a Cristo, en cuyo rostro resplandece la Verdad que nos ilumina, pero que también es el Camino que lleva a la plenitud perdurable, siendo Caminante junto a nosotros y sosteniéndonos con su amor. Arraigados en Él, seréis buenos guías de nuestros jóvenes. Con esa esperanza, os pongo bajo el amparo de la Virgen María, Trono de la Sabiduría, para que Ella os haga colaboradores de su Hijo con una vida colmada de sentido para vosotros mismos y fecunda en frutos, tanto de conocimiento como de fe, para vuestros alumnos.

miércoles, 17 de agosto de 2011

JMJ 2011 MADRID | ESPECIAL

¿A quién molesta esta juventud?
 Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe
 Benedicto XVI: “Estoy feliz de partir hacia Madrid”
 El Papa ha concedido la posibilidad de ganar indulgencias a aquellos que participen en la JMJ
 
*En los siguientes enlaces encontraras información actualizada sobres el desarrolla de la jornada mundial de la juventud.
Por la gran expectativa generada en todo el mundo católico, en torno al inicio de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, he creado la siguiente entrada para recomendar algunos sitios web en español que ofrecen información detallada y actualizada sobre el desarrollo de la JMJ.

Esperando que esta información sea de utilidad, les pedirían por su parte, a través de un comentario, recomendarnos otras web que nos ayuden a seguir este evento.

EN LAS REDES SOCIALES
EDUCACIÓN RELIGIOSA
Editor: JULIO CÉSAR 
 
-
-
  • ¿A quién molesta esta juventud?, por José Lorenzo (17.8.2011) (ir)

  • La fiesta o el bosque del perdón (José Luis Celada – 17.8.2011) (ir)

  • Feria Vocacional en la JMJ 2011: el escaparate de la catolicidad (José Luis Celada – 17.8.2011) (ir)

  • Rouco invita a los jóvenes al compromiso de vida y a evangelizar “con palabras y obras” (José Lorenzo – 16.8.2011) (ir)

  • JMJ 2011: Ahora sí, ya está todo listo (VidaNueva.es – 16.8.2011) (ir)

 

Recursos Bíblicos y pastorales

“Tú eres el Mesías”
 20º domingo de tiempo ordinario
 Abrahám

Adán y Eva



Antíguo Testamento
 




 
En formato cómic y a todo color.
Pinchad en la imagen.

El arca de Noé
 

Noé
 

Aquí os traigo dos libritos con imágenes para colorear.
Pinchad en cada imagen para ir a verlos y descargarlos.


The Teachings of Jesús ha sido compartido por Sonia. Gracias.
Camino de Betania
Editor: Pilar

Daniel y los leones
 




Imágenes para colorear del nuevo testamento.
Pincha en la imagen.
Camino de Betania
Editor: Pilar
 
Historia de Ruth en imágenes a color.
Texto muy sencillo para fácil entendimiento por parte de los niños.
Pincha en la imagen.
Camino de Betania
Editor: Pilar
 
Saludos y bendiciones... requiero de su ayuda, necesito temas para un retiro de padrinos de confirmación si alguien me puede ayudar le estaré muy agradecido.
 

 
 


Cómo rezar el "Padre Nuestro" sin mentiras. Por Angel Riba.

Utilidades web y recursos audiovisuales y TIC

MobyPicture compartir imágenes, Twitter, Facebook, Google+ y muchos más
 WinMend File Copy, copia archivos aunque se encuentren bloqueados por alguna aplicación
 appaddictive – Miniaplicaciones para tu página de Facebook
 BookLamp – Un sistema de recomendación de libros que usa el contenido de los mismos
 La Familia Pamundo, educando a nuestros hijos usando la tecnología
 WeoTV – Para ver series de TV en iPhone y iPod
 Groupchat.tv, videochat grupal en Facebook para hasta 50 participantes
 Cómo usar Twitter #infografía
 Groupchat – Videoconferencia en grupo dentro de Facebook
 Text-Image Generator.




Redes sociales y sus aportes a la humanidad

Dibujos Animados – San Maximiliano Kolbe
 Documental - Los Primeros Cristianos – 04 Las Amenazas de las Herejías
documental Los primeros cristianos-las amenazas de las herejías








GRAN NOTICIA PARA “RADIO SOLIDARIA AMIGA,ONLINE” DEL “PREMIO INTERNACIONAL EDUCARED”
Manulidad de Paper Dali para celebrar la Asunción de la Virgen María - 15 de Agosto
 
 
La autora nos invita a participar en su blog
Gracias.

picasaweb.google.es/religicat

Saludos, 
Atentamente,
PiPerQuin
Película - María, la Madre de Jesús
Pelicula Maria madre de Jesus 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE BLOGUEROS CON EL PAPA 
Bienvenidos al Primer Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa
 RADIO SOLIDARIA AMIGA EN: “EDUBLOGS”
 
 
 
 

Programa JMJ parar el 17 de Agosto de 2011


Briefing 17 de agosto de 2011
Te paso la programación para mañana día 17 de agosto de 2011, día del cine en la JMJ MADRID 11.
11.10- Rueda de prensa de día del cine de la JMJ
Lugar: Cine Proyecciones. C/Fuencarral, 136 – Metro Bilbao.

NOTA IMPORTANTE: Los invitados atenderán a los medios tras la rueda de prensa. No está previsto conceder ninguna entrevista ni declaraciones a la prensa en ningún otro momento. Las proyecciones y los encuentros en los cines son actos para los peregrinos, gratuitos, y los invitados se dedicarán solo a los jóvenes.

14.00-19:30-Inauguración del Día del Cine en la JMJ
Lugar: Calle Fuencarral.
17.00 – Testimonio Cardenal Oscar Rodriguez de Madariaga, presidente de Caritas Internacional
 Lugar: Auditorio
Duración aproximada: 30 minutos
 Hablará sobre el Evangelio que libera de la pobreza, los cambios que los jóvenes que siguen a Jesucristo están haciendo en el mundo, el trabajo de Cáritas y la importancia de la JMJ 2011.
 Idiomas: español, inglés, francés y alemán.
 17.30- Testimonio Conchin Fernandez
 Lugar: Auditorio
Conchín Fernández, una periodista que cambió los platós de Televisión Española para trabajar en la dura realidad de la República Democrática del Congo.
 Idiomas: español, inglés y francés.
18.00 – Actuación Musical “Suspiros de España”
Lugar: Palacio de los deportes. Avenida Felipe II s/n.
20.00-00.00- Priest Band (Emmanuel Comunity)
Lugar: Madrid Arena. Avenida de Portugal s/n, (Pabellones Casa de Campo)
               28011 Madrid.
20.30-22.30- Concierto de Bandas Sonoras del cine.
Lugar: Calle Luchana
21.30- Espectáculo flamenco del grupo de música y danza “En tí”
Grupo En ti, de música y danza flamenca.
Lugar: Templo Debod. Paseo Pintor Rosales, 2.
Además os invitamos ver el programa cultural de la JMJ 2011, que ya está colgado en nuestra web: http://madrid11.com/es/agenda/programa-cultural.
Para más información a partir de hoy tendréis un equipo de expertos en comunicación para que atiendan vuestras dudas sobre la JMJ en inglés, francés, alemán que se identificaran para que podáis acudir a ellos.
¡Que tengas un buen día!

martes, 16 de agosto de 2011

Discurso Cardenal Rylko en la Eucaristía de apertura de la JMJ Madrid 2011


Card. Stanisław Ryłko
Presidente
Pontificio Consejo para los Laicos
Ciudad del Vaticano





Santa Misa de inauguración de la JMJ Madrid 2011
Saludo a los jóvenes
Plaza Cibeles, 16 de agosto de 2011


Queridísimos jóvenes,
Aquí estamos, llegó el día tan esperado: la inauguración de la vigésimo sexta Jornada Mundial de la Juventud. Tras un largo camino de preparación finalmente estáis aquí, en Madrid, bellísima y moderna metrópolis que en estos días será la capital de la juventud católica del mundo entero…
«¡Bendito el que viene en nombre del Señor!» (Sal 118, 26). Con estas palabras del salmista os doy una cordial bienvenida y un saludo afectuoso de parte del Pontificio Consejo para los Laicos, el dicasterio de la Santa Sede al cual el Papa confía la organización de estas reuniones mundiales de jóvenes. Un saludo agradecido a vuestros obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, así como a los formadores laicos que os han acompañado y guiado en el proceso de preparación espiritual para la gran aventura de la fe que viviremos juntos en estos días.
Habéis traído a esta cita con el Santo Padre Benedicto XVI vuestros proyectos, vuestras esperanzas y también vuestras inquietudes, la preocupación por las decisiones que os esperan… Serán días inolvidables de importantes descubrimientos y de decisiones determinantes para vuestra vida…
Nuestra reflexión y nuestra oración en estos días estarán guiadas por la palabra de San Pablo que ya todos conocéis: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe…» (Col. 2,7). ¡Es una palabra que nos compromete porque contiene un claro programa de vida para cada uno de nosotros! En estos días la fe estará en el centro de nuestra reflexión; porque la fe es un factor decisivo en la vida de cada hombre. ¡Si Dios existe o no existe, todo cambia! La fe es la raíz que nos nutre con la savia vital de la Palabra de Dios y los sacramentos; es el fundamento, la roca sobre la cual construir la vida, la brújula segura que guía nuestras decisiones y da a nuestra vida la orientación decisiva.
Sin embargo, muchos hoy se preguntan: en nuestro mundo, que tan a menudo rechaza a Dios y vive como si Dios no existiera, ¿es aún posible la fe? …
¡Queridísimos jóvenes! Os habéis reunido aquí, en Madrid, desde los rincones más remotos del planeta, para decir en voz alta a todo el mundo – y en particular a esta Europa que está dando signos de profunda desorientación – para decir vuestro firme “sí”! “Si”, ¡la fe es posible! Es más, es una aventura maravillosa que nos permite descubrir toda la grandeza y la belleza de nuestra vida. Porque Dios, que se ha revelado en el rostro de Jesucristo, no disminuye al hombre sino que lo enaltece mas allá de toda medida, mas allá de toda imaginación! En estos días, junto con los Apóstoles, queremos todos gritar al Señor: «¡Aumenta nuestra fe!» (Lc 17,5)… Queremos también nosotros orar con las palabras de San Anselmo: Señor, «enséñame a buscarte, muéstrate al que te busca, porque no puedo buscarte si no me enseñas el camino. No puedo encontrarte si no te haces presente.» (Proslogion 1,1)
Mientras esperamos la llegada del Papa Benedicto XVI hemos acogido esta noche a un huésped especial de la JMJ de Madrid: el Beato Juan Pablo II. Él ha regresado entre vosotros, los jóvenes a los que tanto amó y que tanto lo han amado: ha regresado como Beato patrón vuestro y como protector al que podéis confiaros; ha regresado como amigo – un amigo exigente, como le gustaba a él mismo definirse… Ha venido a deciros una vez más, con muchísimo afecto: ¡No tengáis miedo! ¡Optar por Cristo en la vida es adquirir la perla preciosa del Evangelio por la cual vale la pena darlo todo!
¡Queridísimos jóvenes! ¡La JMJ de Madrid ha empezado!
De nuevo os digo: ¡Bienvenidos todos a Madrid!

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