El obispado de Girona se muestra preocupado por la ignorancia en cultura religiosa de los jóvenes
Gerona
Una decena de centros de enseñanza de primaria y secundaria de las comarcas gerundenses no pueden ofrecer la asignatura de religión católica porque no tienen profesores para impartir la materia. Lo denunció la delegada de enseñanza del obispado de Girona, Carme Panella, quien mostró preocupación por la "ignorancia en cultura religiosa" que existe entre los alumnos y en la sociedad. Panella ha destacado que la labor de los profesores de religión "no es hacer proselitismo, sino transmitir un conocimiento de la cultura religiosa en diálogo con la cultura general y contribuir a la formación integral del alumno", y ha recordado que recibir la enseñanza de religión es un derecho de las familias, aunque algunos centros no pueden garantizarlo por falta de profesores. Entre educación primaria y secundaria, en la diócesis de Girona hay 167 profesores o maestros de religión católica, la mayoría en los centros concertados y en las primeras etapas de la educación. El obispado calcula que se necesitarían una veintena más.
Ignorancia sobre patrimonio
Por lo que respecta a los alumnos, un total de 28.822 estudiantes de centros de titularidad pública y escuelas cristianas de la diócesis de Girona están matriculados este curso en la asignatura de religión católica, un 24,66% del total de estudiantes. El porcentaje, que en los últimos años ha ido descendiendo, es este año similar al del curso anterior, pero el obispado cree necesario incrementarlo para "frenar" el desconocimiento generalizado en cultura religiosa, que se traduce en una ignorancia sobre el patrimonio. "En una visita a cualquier museo del mundo, si no tienes un conocimiento de cultura religiosa te pierdes el mensaje iconográfico de muchas de las piezas", indica Panella a modo de ejemplo.
Nadar a contracorriente
Para poder cubrir las plazas vacantes que hay de profesorado de religión católica, el obispado ha hecho un llamamiento para que los estudiantes y titulados universitarios cursen créditos necesarios para obtener la declaración eclesiástica de competencia académica y pidan al obispado que realice los trámites correspondientes para que puedan acceder en la bolsa de trabajo para profesores de esta materia. "Sabemos que muchos profesores de religión católica tienen la sensación de que nadan a contracorriente y que se sienten solos en una sociedad secularizada como la nuestra", admite Panella. Añade que en muchos claustros de profesores, los de religión católica a menudo deben hacer un "sobreesfuerzo" para justificar su tarea y para dejar claro que no están ahí para hacer proselitismo, sino "para sumar y complementar la formación integral del alumno ".
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