La consejera de Educación en funciones Rocío Lucas, aseguró ayer en Burgos que la Junta de Castilla y León, «en el ámbito de sus competencias en la configuración de la parte económica del currículum», hará un desarrollo de la Ley de Educación Lomloe que permita «mantener el peso de la asignatura de Religión como en cursos anteriores». Así explicó que garantizarán tanto el número de horas a impartir como la «asignatura alternativa a la clase de religión». Lucas fue la encargada de clausurar el VI Congreso regional de profesores de religión católica, que se celebró ayer en Burgos y reunió a cerca de 350 docentes de toda Castilla y León.
«La formación religiosa es algo fundamental por sí misma, pero también es algo que trasciende de lo puramente religioso.
Sin religión no es posible comprender el mundo actual, ni ofrecer una formación humanística merecedora de tal nombre», continuó la consejera. Por ello, quiso trasladar a los docentes venidos de todos los rincones de la Comunidad el «apoyo y la tranquilidad» de la Administración. «Hay que garantizar el respeto a derechos constitucionales como la libertad religiosa, de libertad de elección de centro o el derecho que a todos nos asiste de recibir la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con las propias convicciones», apostilló.
El papel de la Iglesia
La responsable en funciones de Educación de la Administración autonómica trasladó además a los profesores de religión asistentes, el compromiso del Ejecutivo con esta asignatura y el trabajo que realizan diariamente. «Tenemos muy clara la importancia de la asignatura de religión para profundizar en los valores sociales, en un desarrollo ético coherente, para potenciar la personalidad y fortalecer la madurez del alumnado, y ayudarles en sí a comprender el mundo que los rodea», subrayó. «Quiero que estéis convencidos de nuestra voluntad por reconocer vuestra labor, por vuestra equiparación al resto de docentes en cualquier mejoría», afirmó Lucas. Asimismo, puso en valor también el trabajo realizado por la Iglesia en el pasado y que continúa llevando a cabo hoy en día en la sociedad, especialmente desde el punto de vista educativo, informa Ical.
Por su parte, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, presente también en el acto, agradeció a Lucas sus palabras y puso en valor el trabajo que realizan los profesores de religión, a los que recordó que no están solos. «El educador despliega toda la potencialidad interior que tienen los alumnos. Se educador lleva un componente vocacional, uno no puede educar sino se entrega a sí mismo», recordó.
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