Blog del Profesorado de Religión Católica: Para educar en valores: el respeto

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jueves, 2 de noviembre de 2017

Para educar en valores: el respeto

Nombre: Andrea Fernández Alcaide

Profesor: José Antonio Fernández Martín

DIDÁCTICA DE LA RELIGIÓN CATÓLICA

TEMA 4. RECURSO DIDÁCTICO PARA LA ENSEÑANZA DE LA MORAL

1. El contenido moral o valor cristiano elegido es: El respeto.

2. Url o bibliografía: http://www.cuentoscortos.com/cuentos-originales/los-cuatro-contenedores 

3. Edad o nivel: 5 años.

4. Elementos curriculares
4.1 Contenidos
- La creación, obra de Dios y regalo a sus hijos. Dios pide colaboración y respeto en el cuidado y uso de la naturaleza y de las cosas. Gratitud y admiración por la creación.
- El comportamiento con los amigos, los compañeros de la escuela y las personas del entorno.
4.2 Criterios de evaluación
- Saber observar los referentes religiosos de su entorno.
- Adquirir el gusto por el buen obrar.
4.3 Estándares de aprendizaje
- Sabe observar los referentes religiosos de su entorno.
- Asume algunos valores que Jesús le enseña: compartir las cosas, perdonar y
ser perdonados, y ayudar a los compañeros.
- Aprecia los valores cristianos que facilitan la convivencia. Respeta a los demás, a sus libros y a sus juegos.

5. Actividad propuesta Se leerá el cuento a los niños para eso se necesitará que estén atentos y sentados en asamblea. El cuento es el siguiente: El Señor Agrio Gris llevaba trabajando en la calle Desesperante nº 30 desde hacía ya tantos años que todos habían perdido la cuenta. Era un contenedor gris, anticuado y muy gruñón. Con él, trabajaban otros tres contenedores. El contenedor Verde Botella, conocido como Iglú, se había indigestado en más de una ocasión por comer botellas con tapones y viejas tazas de porcelana. Su plato favorito eran los tarros de legumbres y de postre los frascos de mermeladas, pero no siempre podía degustar esos alimentos porque había días que tenía que colgar un cartel de "Estoy malito" porque se indigestaba al comer tapones que la gente olvidaba en las botellas. Su carácter comprensivo y generoso, le hacía olvidarse pronto de estos descuidos de los ciudadanos. El contenedor Azul Celeste era un sabelotodo. Siempre ponía al día a los demás sobre las noticias gracias a los periódicos y revistas. Don Amarillo Alegre fue el último contenedor en incorporarse a la plantilla de trabajo, pero su buen humor le hizo hacerse amigo de todos muy rápidamente. Agrio Gris, siempre había sido el contenedor más tristón y el que menos hablaba de los cuatro. No hacía nunca partícipes a los demás de sus problemas. Así que poco sabían los otros tres que lo estaban llenando con bolsas de basura repletas de todo tipo de enseres que no debían ir a parar allí. A veces ni se molestaban en cerrarlas correctamente y Agrio Gris padecía una tremenda enfermedad. Cada vez estaba de peor humor y tremendamente enfadado porque le usaban incorrectamente. Estaba perdiendo su característico color gris para tornarse en un negro opaco y de aspecto terrible.
Un día, el Señor Agrio Gris comenzó a escupir todas y cada una de las bolsas de basura que los ciudadanos depositaban dentro de él. Y Amarillo Alegre que siempre fue el contenedor más divertido y animoso no tardó en hacer lo mismo. La verdad es que nunca le habían usado bien en ese barrio. En vez de introducir envases de plástico, latas de refresco y conservas, la gente le llenaba de residuos que debían ir a parar a Verde Botella o al señor Agrio Gris La calle pronto se cubrió de desperdicios. Al contenedor Verde Botella le apasionaba la naturaleza, no podía ver el parque lleno de basura y los árboles llenos de envases. De modo que les propuso: - ¿Y si nos ponemos carteles indicando dónde deben dejar cada residuo? Así ayudaremos a los ciudadanos a no equivocarse al tirar la basura. - ¡Buena idea! – contestó Azul Celeste. - ¡Me apunto! - dijo finalmente Amarillo Alegre. - ¡Ni hablar!- gruñó Señor Agrio Gris. Verde Botella entendía que Agrio estuviera muy molesto, pero trató de convencer a su compañero: - Vamos Agrio, demos otra oportunidad a los ciudadanos. - Venga Agrio, hay que tener confianza en las nuevas generaciones. Si no les ayudamos nunca aprenderán a reciclar – comentó Azul Celeste. - Bueno – accedió finalmente el viejo contenedor. Y tras colocarse unos carteles enormes que les cubrían por completo indicando qué debían tirar en cada uno de ellos, lograron que los ciudadanos usaran. Se realizarán preguntas sobre el cuento y haremos con cartulinas contenedores para reciclar en clase. Preguntas: ¿Para qué sirve el contedor azul? ¿Cómo se llama el contenedor amarillo?
¿Dónde echamos los desperdicios de los plátanos? Como conclusión diremos que no solo tenemos que respetar el medio ambiente sino que también es importante respetar a las personas que nos rodean como es la familia, los amigos y también los animales.

6. Justificación He elegido el respeto porque lo considero importante ya que es una de las aptitudes sociales más importantes que una persona puede tener. Desde pequeños ya comenzamos a aprender a cómo relacionarnos respetuosamente con los demás, sobre todo con los adultos que nos rodean. Enseñar a los niños la importancia del respeto es uno de las tareas más importantes que tenemos como acompañantes y educadores. En este caso el respeto por el medio ambiente, se trabaja desde infantil con los niños, ya que es su entorno cercano el que deben respetar y es un tema que les gusta mucho. Los niños tienen una concepción distinta a la nuestra del espacio-tiempo, de manera que esta responsabilidad les resultará motivadora, e incluso divertida, si se la presentamos como poder «bueno» sobre el entorno y el futuro. La evaluación se realizará a través de la observación directa y tomando notas a partir de un diario de campo, donde se podrán tomar anotaciones individuales de cada niño/a.

7. Autor: Yolanda Fernández

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