La catedrática emérita de Historia de la Educación en la Universidad de Sevilla reivindica el papel eclesial en el ámbito educativo a lo largo del tiempo
La catedrática emérita de Historia de la Educación en la Universidad de Sevilla, Consuelo Flecha, ha ofrecido la última ponencia durante el Congreso La Iglesia en la Educación, durante la que ha relatado la presencia de la Iglesia católica en el ámbito educativo a lo largo de la historia.
Pero antes de nada, ha recordado el Congreso Nacional de Educación Católica, que se celebró hace 100 años en Madrid con el objetivo de «establecer relaciones más estrechas entre todos los elementos que se consagran en España a la noble empresa de la educación católica».
También ha dicho que la aportación de la Iglesia católica en la educación se realiza, fundamentalmente, a través del profesorado católico, de los colegios católicos y de la asignatura de Religión.
«El itinerario de la presencia eclesial tiene una historia larga que considero importante recordar en una ocasión como esta, con voluntad de renovar el compromiso de la Iglesia», ha subrayado, al tiempo que ha recordado que el papel de los Estados en la educación fue muy limitada hasta finales del siglo XVIII.
Así, repasó el compromiso eclesial en la realidad educativa durante la Edad Media, la expansión de los colegios en los siglos XVI y XVII o la aportación de las nuevas congregaciones religiosas en el siglo XIX.
«En ningún momento faltó la presencia de la Iglesia en la educación», ha continuado. Tampoco en el convulso siglo XX, para Europa y también para España.
Y ha concluido: «Termino ya con la certeza de que no nos falta el ánimo para continuar, aquí y en países donde faltan infraestructuras educativas y personal para cubrir las finalidades formativas básicas. Mucho ánimo para todo ello, sabiendo que todos hemos de cooperar, que cada cual tiene su sitio, su deber y su responsabilidad».
Fernando M. Reimers: los desafíos de la educación
Junto con Consuelo Flecha y el cardenal José Tolentino de Mendonça, en la sesión final del congreso ha participado Fernando M. Reimers, de la Universidad de Harvard, que ha planteado los principales desafíos educativos, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible: la pobreza y la exclusión, el cambio climático, la democracia en el mundo —corrupción, desigualdad, intolerancia, polarización y populismo— y la violencia dentro de las naciones.
De este modo, ha reclamado un lugar esencial para los derechos humanos en la educación. De hecho, entre los fines, ha destacado el desarrollo de las competencias y valores que posibilitan a los estudiantes «convertirse en arquitectos de su propia vida y contribuir responsablemente al mejoramiento de las comunidades de las que forman parte».
