Blog del Profesorado de Religión Católica: ¿Qué hacía el padre Ángel en el último congreso nacional del partido socialista obrero español?

Novedades en Religión y Escuela

miércoles, 4 de diciembre de 2024

¿Qué hacía el padre Ángel en el último congreso nacional del partido socialista obrero español?

 Respuesta de Copilot:

"El padre Ángel, fundador de la ONG católica Mensajeros de la Paz, asistió al 41.º Congreso del PSOE celebrado en Sevilla el pasado fin de semana. Su presencia en el congreso socialista no fue un acto de apoyo político, sino una labor de representación de su organización. El padre Ángel ha asistido a eventos de distintos partidos cuando se le ha invitado, incluyendo congresos del Partido Popular.

Su asistencia generó controversia y críticas, especialmente por parte de sectores más conservadores que consideran que el socialismo actual se aleja de los valores tradicionales de la Iglesia. Sin embargo, el padre Ángel ha aclarado que su compromiso es con las personas vulnerables y que su labor es completamente apartidista".

Para un conocimiento de Mensajeros de la Paz, ofrezco este reportaje de EXPANSIÓN: https://www.expansion.com/directivos/2018/08/29/5b856249268e3e93358b45cb.html

 

Cómo se gestiona 'Mensajeros de la Paz', la ONG del Padre Ángel

Nerea Serrano

Desde el año 2015 la Iglesia de San Antón abre 24 horas al día. Además de proveer a los necesitados de refugio y comida, organizan preestrenos de cine y funciones de teatro. Mauricio Skrycky

En la Iglesia de San Antón colaboran como voluntarios un médico, un psicólogo y un fisioterapeuta. 400 personas buscan ayuda cada día en este templo, piedra angular de Mensajeros de la Paz.. Padre Ángel: "Si yo gestionara todo me volvería loco, pero me gusta estar al tanto".

En Madrid, 2.100 personas no tienen un hogar. De ellas, 400 pasan cada día por la Iglesia de San Antón a tomar un café, comer un bocadillo o buscar refugio. Esta madrileña iglesia de la calle Hortaleza es la piedra angular de Mensajeros de la Paz, o la 'barricada de los heridos', como prefiere llamarla el presidente de esta ONG, el Padre Ángel.

Él observa tranquilo tras una mesa camilla de la que sobresalen su omnipresente corbata roja y su gesto amable. Allí pasa muchas tardes, a la espera de que quienes copan los bancos de madera del templo se acerquen en busca de una ayuda más tangible que la absolución. "Muchos de los que vienen me dicen: '¿Usted quiere ayudarme o cambiarme?' Me quedo pensativo ante esa pregunta", confiesa el Padre Ángel. La respuesta está en la hoja de ruta de Mensajeros de la Paz: su objetivo es "hacer la vida más fácil a los que llegan rotos", dándoles techo y comida a través de la Iglesia de San Antón (abierta 24 horas), del banco de alimentos, de los pisos de los que disponen o de los comedores sociales bajo su órbita.

Un total de 3.000 personas colaboran con la ONG, la mayoría como voluntarios, ya que sólo cuenta con una veintena de empleados. Por un lado opera la asociación, de la que dependen las residencias para mayores en régimen de gestión o la Iglesia de San Antón; y por otro, la fundación, de la que se desglosan los bancos de alimentos, los comedores y los proyectos en el extranjero. "Si yo hiciera todo me volvería loco, pero reconozco que me gusta estar al tanto de las cosas. Aunque tengo una responsabilidad, mi obligación es compartirla", asegura el Padre Ángel. Sus colaboradores más cercanos apostillan que es él el que toma las decisiones tras dejarse asesorar por el equipo que le rodea, de su máxima confianza.

Colaboración ciudadana

El proyecto de la Iglesia de San Antón nace en 2015: "Estaba abandonada y cerrada. Me pareció el lugar perfecto porque está en el centro de Madrid", explica el sacerdote. Entre la 8:00 y las 10:00 de la mañana, diez voluntarios se encargan de repartir el desayuno a las 250 personas que suelen congregarse cada día. Vecinos, negocios de la zona y empresas colaboran con leche, pan o sándwiches. También algunos empleados de grandes compañías han participado como voluntarios en estos desayunos dentro de programas de concienciación social promovidos por sus empresas.

Manuel Morales es una de las personas que vela por que la hora del desayuno transcurra sin sobresaltos: "Aquí te das cuenta de la realidad de la calle y de que podríamos ser cualquiera de nosotros. Es un trabajo muy gratificante aunque, como son personas que normalmente no tienen normas, también hay trifulcas y, a veces, ha habido que llamar a la Policía". Los voluntarios se organizan en tres turnos y en todo momento hay, como mínimo, un par de personas con chalecos amarillos para garantizar la paz. Algunos de estos voluntarios comenzaron al otro lado, buscando el amparo de la ONG. Es el caso de Ángel, un joven de El Salvador que acude cada día a la iglesia a ayudar y que vive en uno los apartamentos de la asociación.

Ángel es uno de los encargados de preparar los bocadillos que saciarán el hambre de los que aguardan la cola al mediodía en la puerta de la Iglesia. La cena se sirve en los comedores de la organización, en los que es obligatorio presentar un carné personal e intransferible que pierde validez a las tres ausencias injustificadas. Pero, ¿cómo avisa un indigente de que no acudirá a cenar? "Les hemos dado 150 móviles para que pueden comunicarse con nosotros", explican desde Mensajeros de la Paz.

En San Antón la entrada es libre. Estefanía Martínez, una de las 500 voluntarias de la ONG en Madrid, explica a unos recién llegados que si tienen problemas auditivos pueden confesarse a través de una tableta; que hay enchufes para cargar el móvil y que existe red WiGi. Además de un médico, un fisioterapeuta y un psicólogo.

Lo que más sigue impresionando a Estefanía no son los indigentes, sino los que van a la salida del trabajo en busca de un bocadillo porque no llegan a fin de mes: "Colaborar aquí no tiene nada que ver con ser católico. Yo creo en el Padre Ángel".

La deidad de todos estos voluntarios pasea por la nave central del templo, deteniéndose con quien le reclama. A sus 81 años, la agenda del Padre Ángel echa humo. "En mi vida no hay dos días iguales; depende de las actividades, de la política y de cuántos inmigrantes mueran en el mar". También lidia con las voces críticas que cuestionan que una iglesia pueda compatibilizar el respeto al culto con la ayuda social. "Los templos deben ser como hospitales de campaña donde se curan las heridas, lo dice el Papa Francisco. ¿A quién le hace daño que alguien reparta bocadillos? Eso es de miras bajas y, a mi edad, cada vez estas cosas me preocupan menos", sentencia. De hecho, se plantea replicar el modelo de iglesia abierta 24 horas, un concepto que ya existe en ciudades como San Francisco, en Estados Unidos.

La Iglesia de San Antón celebra misa a las 12:00, a las 17:00 y a las 19:00. "Nadie puede quejarse de que aquí no se puede rezar porque tenemos unas cortinas que aíslan la zona de los desayunos y, en cualquier caso, siempre está la capilla", aseveran sus colaboradores.

Las cortinas, a modo de telón, separan el mundo divino del terrenal y, en sólo una mañana en esta iglesia, uno puede comprobar el absurdo en el que a veces se convierte el teatro de la vida. En dos horas hemos visto personas respetuosas, agradecidas, deseosas de trifulcas, enloquecidas..., todas rotas. "Es una muestra de lo que hay en calle, aquí se acoge a todo el mundo. No nos dedicamos a rehabilitar, somos los primeros auxilios", dicen.

En primera línea de batalla está el Teléfono Dorado, asistencia telefónica de 9:00 a 19:00 atendida por voluntarios. María José Tardío lleva un año escuchando cada tarde a personas con todo tipo de problemas. Las llamadas duran un media de 15 minutos pero no pueden cortar a sus interlocutores. "Hay que empatizar manteniendo la distancia para no llevarte el problema a casa". Corina Guevara estuvo meses en la lista de espera para ser cooperante de Mensajeros de la Paz hasta que empezó a colaborar en el Teléfono Dorado. ¿Por qué este voluntariado en concreto? "Porque cumple una labor en la que se ven muy claros los resultados", responde.

Financiación

La financiación de Mensajeros de la Paz proviene, en un pequeño porcentaje, de subvenciones y, principalmente, de donaciones privadas. "No tenemos fondos ilimitados y, de hecho, les tenemos que pedir que no duerman aquí, porque sólo tenemos los bancos de madera y un único baño, es decir, que no cumplimos las condiciones óptimas para que puedan pasar la noche; decirles que no pueden seguir durmiendo en la iglesia es muy duro. Sólo somos un grupo más que ayuda a los que no tienen nada", dice el Padre Ángel.

Además de las necesidades básicas, también tratan de llenar otros vacíos más hondos organizando viajes a Roma -que costea la asociación gracias a los donativos-, celebrando funciones de teatro o instalando pantallas para ver películas o la final de la Champions.

Un hospital de campaña donde los directivos, empleados y voluntarios de la ONG tratan de sanar heridas que, sin ser mortales, pueden ser terriblemente dolorosas porque como ellos mismos dicen, "trabajando aquí no se gana dinero, pero se duerme mejor por las noches".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Añade un comentario

En calidad de Afiliado de Amazon, obtengo ingresos por las compras adscritas que cumplen los requisitos aplicables