El número 401 de la revista Concilium, recientemente publicado - La providencia divina: más allá del paradigma de la omnipotencia- ofrece una mirada profunda y renovada de lo que se suele entender por el concepto de Providencia Divina. Por años se ha perpetuado una comprensión que no hace justicia a lo que realmente significa que Dios sea providente. Los artículos que componen el dossier de la revista vuelven a ahondar en lo que hoy debiésemos entender por Providencia de Dios. Los planteamientos desde la perspectiva filosófica-teológica formulados en los tres primeros artículos contribuyen a abrir un renovado horizonte de sentido, superando con un razonamiento teológico agudo las malas comprensiones que discursos anticuados han formulado sobre este tema y los que de él se desprenden. Por ejemplo, cómo entender la voluntad de Dios, su autocomunicación y, con ello, la libertad de Dios para intervenir en la historia, estos conceptos vistos con nuevos ojos aportan aire fresco a teologías que se van quedando caducas.
Los trabajos realizados desde una perspectiva bíblica ofrecen una interpretación novedosa de textos canónicos ampliamente trabajados, pero que, estudiados desde una hermenéutica contextual y feminista, proponen nuevas formas de actualizar los relatos. Y, por último, la sección sistemática sitúa al lector ante su frágil comprensión del misterio de Dios, planteando la pregunta si es posible entender en plenitud el modo como Dios es providente en la historia de la humanidad, en lo concreto del día a día. Y, de aquello que sí es posible contemplar, responde a la pregunta de cómo entenderlo en la realidad sufriente de tantos.
Una vez más, la revista Concilium ofrece al lector creyente un marco de comprensión del dogma cristiano con elementos que dialogan con la cultura actual, con el mundo secular y ampliamente no creyente. Este lenguaje cercano, y no por ello menos académico presentado en los distintos trabajos, es un aporte a la reflexión del misterio y de la acción de Dios en el mundo que enriquece tanto a teólogos como a cristianos de a pie. Actualizar el significado de la Providencia Divina no solo aporta un lenguaje para hablar de Dios, sino que le quita el polvo a falsas y anticuadas comprensiones que no favorecen la madurez de la fe que se construye y necesita para el siglo XXI.
María José Schultz, teóloga.
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