Sonia Ribas
El nuevo curso escolar continúa en las aulas pitiusas con plazas vacantes en la asignatura de Religión. Un perjuicio, no solo para los estudiantes de la materia, sino también para el resto «puesto que seguramente en los centros se estarán apañando como puedan. La falta de profesores perjudica tanto a quienes han escogido la asignatura como a los que no», consideró ayer el delegado de Enseñanza en la Diócesis de Ibiza y Formentera, Juan Luis Cerdá.
Según explicó, en estos momentos hay una vacante en infantil y primaria en dos CEIPs de la isla y una vacante más en el IES Marc Ferrer de Formentera y también falta por cubrir otra plaza completa compartida entre tres institutos de Ibiza. Por ello, el Obispado ha lanzado una campaña buscando posibles candidatos.
Desde la Diócesis informaron que en estos momentos hay tres profesores de Religión en IES ibicencos, así como 15 maestros responsables de impartir esta asignatura en centros de primaria. El Obispado debe proponer a los candidatos, pero la contratación corre a cargo de la Conselleria de Educación.
«Por desgracia, no sería el primer año que algún instituto se queda sin cubrir ya que los IES son lo más difícil en este sentido. En primaria, siempre surge alguna persona que cuenta con todos los títulos y que está interesada. Además, hay que tener en cuenta que la situación de esta asignatura es más precaria que otras, así que algunos profesores optan por otras cosas», destacó el delegado.
Asignatura online
Cerdá relató que, si son estudiantes de secundaria, los alumnos matriculados en Religión, en caso de no tener profesor, pueden seguir la asignatura online, «aunque eso les desanima mucho». En otros casos, un profesor de Filosofía o de Sociales puede cubrir la vacante.
Desde la Diócesis lamentaron también que esta falta de docentes en la materia «se está convirtiendo en una situación habitual». En principio, son dos los problemas con los que se están topando: la falta de titulados en ciencias religiosas o Teología, en el caso de secundaria, y tampoco es habitual que los docentes cuenten con la Declaración Eclesiástica de Competencia Académica (DECA), necesaria para impartir la asignatura.
«Siempre habíamos contado con los suficientes profesores, pero desde Conselleria además ahora no nos lo ponen nada fácil puesto que algunos horarios son jornadas reducidas y el docente debe desplazarse a varios centros y también está la exigencia del catalán», puntualizó.
En relación al asunto lingüístico, Cerdá consideró que no debería ser un problema al estar en Baleares, pero sí lamentó que, en el caso de los interinos, si se agotan los candidatos que cumplan los requisitos, se permite la contratación aunque éstos no tengan el correspondiente título de catalán, algo que no sucede en el caso de Religión. «Si no tienen el título de catalán, no se les puede contratar y hay ocasiones como este año en las que quedan vacantes sin cubrir», lamentó.
Desde el Obispado pitiuso, al igual que desde el mallorquín o el menorquín, han solicitado en numerosas ocasiones a Conselleria de Educación que se flexibilicen también las condiciones de contratación para los profesores de Religión, aunque «siempre nos ponen la misma excusa o razón y nos explican que estos profesores no se consideran personal docente sino laboral y, por tanto, no pueden ser contratados temporalmente, por lo que no pueden cubrir de manera temporal una vacante sin cumplir todos los requisitos, incluidos el catalán».
Sin embargo, según Cerdá, en páginas web de los Ministerios de Trabajo o Educación «sí que existe la figura del personal laboral temporal».
«Creo que van apretando y no hacen todo lo posible para favorecer que la asignatura esté en los centros y son especialmente exigentes, cuando con otras materias no lo hacen», consideró.
Alta demanda
El delegado recordó que «basta con que un alumno solicite Religión» para que el centro deba contar con este docente al ser un derecho fundamental.
También reconoció que en Ibiza y Formentera la demanda de la asignatura es «relativamente alta en primaria, con cerca del 40% en algunos centros. La media rondaría el 30%. Así como van subiendo los cursos, en secundaria, la proporción va bajando y sería del 20%. Así y todo, son datos altos».
La materia, según Cerdá, se aborda desde un punto de vista cultural e histórico, pero también confesional.
Según datos recopilados justo hace un año, durante el curso 2020-2021 un 41% del alumnado de Baleares eligió la asignatura de Religión católica, lo que supuso un descenso de 2,5 puntos con respecto al curso anterior. Sólo un 26% pertenecía a centros públicos frente al 73% de concertados.
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