Estos relatos audiovisuales y animados ayudan a los más pequeños de la escuela a gestionar sus emociones, a mejorar la convivencia con otros compañeros y a desarrollar valores como la empatía, el respeto o la honestidad.
Conocerse y aprender a identificar y gestionar las emociones desde edades tempranas permite a los estudiantes actuar de forma satisfactoria para ellos y para los demás en las diferentes situaciones que se puedan presentar en el día a día. Al igual que otros recursos como los cortometrajes o los libros, estos videocuentos infantiles facilitan la enseñanza de la inteligencia emocional y los valores dentro y fuera del aula.
El hormiguero
La trama se centra en un grupo de hormigas que, tras finalizar el largo invierno, por fin pueden salir del hormiguero para buscar comida. Esta historia no sólo se basa en señalar la importancia del trabajo en equipo, sino la necesidad de ser honesto con todo el grupo y la familia, ya que una de las hormigas contará una mentira y pondrá en peligro el bienestar de todas.
El monstruo de los colores
El personaje principal es un monstruo de colores que tiene un gran problema: no sabe exactamente qué le pasa y siente un gran caos porque no sabe gestionar sus emociones. Debe deshacer ese embrollo y ser capaz de manejar su alegría, su tristeza, su rabia y su calma, pero ¿cómo lo hará? El protagonista deberá ordenar cada una de ellas en botes de distintos colores y así poder diferenciarlas.
El principito
Se trata de uno de los cuentos clásicos más populares de la literatura española, en el que narra las aventuras de un joven que se siente incómodo en un mundo de adultos y decide hacer un viaje en avioneta. Durante el recorrido, y volando por el desierto, la avioneta se estropeó y el protagonista se quedó abandonado en medio de las dunas. Ante la aparición de un niño, ‘el principito’, el protagonista aprende a disfrutar de los pequeños detalles y a valorar las pequeñas cosas de la vida.
Pollito desobediente
En un gallinero vivía una gallina y sus seis pollitos, uno de ellos destacaba frente a los otros, pero no por ser el más brillante o el más bonito, sino por su indisciplina y su rebeldía. Un día mientras la familia andaba de paseo, el pequeño desobediente cruzó sin hacer caso a su madre y se llevó un gran susto. Esa lección no le sirvió para aprender, ya que al día siguiente volvió a ignorar las advertencias de su madre y volvió a estar en peligro. Pero tras varios escarmientos, el polluelo Tomasito aprendió a obedecer a los adultos y a escuchar los consejos que su mamá gallina le daba.
¡Qué miedo!
El miedo es aquella sensación de alerta o angustia por percibir algo a lo que las personas consideran un peligro. En ocasiones, esa emoción impide llevar a cabo correctamente otras acciones, como disfrutar o incluso respirar. En este cuento, el personaje principal cuenta su gran miedo y la experiencia que siente cuando se topa con esa inquietud. Mientras lo narra, el pequeño aprende a darle forma a sus temores y convierte los sustos en carcajadas.
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