Bajo el sugerente título de "Didáctica de la Biblia en el aula y en la catequesis",
Editorial Verbo Divino organizó el pasado martes 25 de octubre en
Madrid - en las instalaciones de la revista RS21- un animado café-coloquio en
el que participaron veinte expertos de distintas áreas (biblistas;
catequistas y catequetas; profesores de colegios, institutos y
universidades; directores y redactores de revistas especializadas). En
línea con el carisma bíblico de la Editorial, este encuentro viene a
secundar la reciente aparición de La Biblia joven;
al mismo tiempo, el encuentro quería ser el punto de partida para una
reflexión profunda en torno al desafío de la evangelización de los
jóvenes, tema que ocupará a los obispos en su próximo sínodo de octubre de 2018 ("Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional").
Reconociendo la inagotable amplitud del tema propuesto, José Luis Albares, conductor del coloquio y uno de los responsables de la edición de La Biblia joven, en un principio orientó el diálogo hacia la necesidad de diferenciar decididamente los dos ámbitos de referencia, escuela y catequesis, pues son espacios muy diversos cuyas metodologías (didáctica e iniciación, respectivamente) no pueden confundirse. En las intervenciones de los participantes se cuestionaba si la Biblia debe enseñarse o trasmitirse.
Entre el cúmulo de ideas que surgieron, algunos de los participantes subrayaron el papel de las celebraciones como espacio para que los creyentes –niños, adolescentes, jóvenes– vayan creciendo en su experiencia de fe con la Biblia, y también se apuntó la conveniencia de que ese acercamiento sea al conjunto de la Biblia; es decir, que más allá de los textos evangélicos se aborden también los libros del Antiguo Testamento y los menos conocidos del Nuevo Testamento.
Hubo también diversidad de opiniones sobre la dificultad de los jóvenes de hoy para leer la Biblia, y se habló de la importancia de recuperar el estilo de Jesús de Nazaret, el gran pedagogo. De manera más específica, se citó como un problema serio en lo que se refiere a la presencia de la Biblia en el aula los deficientes currículos escolares en vigor, en los que la Sagrada Escritura parece estar simplemente como invitada (Primaria y Secundaria) o decididamente desaparecida (Bachillerato). En la mesa se animaba a que los responsables eclesiásticos encargados de la elaboración de dichos currículos trabajaran esta cuestión con renovadas actitudes de realismo y apertura.
Otro de los temas abordados fue el de cómo optimizar la entrega y esfuerzo personal tanto de los profesores de religión como de los catequistas. Se valoró la vivencia personal de la fe, ya que maestro y catequista son –en cuanto creyentes– los primeros llamados a vivir la experiencia de Dios que el texto bíblico formula de infinitas maneras. Después, en el campo específico de los conocimientos bíblicos, queda todavía mucho camino por recorrer, pues, para lograr una buena preparación, son necesarios procesos largos de aprendizaje. El problema es todavía más acuciante en lo que se refiere al escaso conocimiento de la Biblia que existe entre el profesorado en general (historia, literatura, arte, etc.).
En definitiva, un café coloquio rico en debate e ideas sobre la didáctica de la Biblia, un campo en el que es necesario avanzar y en el que Editorial Verbo Divino quiere implicarse dentro de su objetivo más general: la evangelización del mundo de hoy por medio de la Palabra de Dios.
De izquierda a derecha: Rocío García (Verbo Divino), Ianire Angulo Ordorika (Biblista), Beatriz Blanco (RS21), José Andrés Sánchez Abarrios (Profesor de Biblia y catequesis), Isabel Escudero (Responsable Pastoral), Antonio Oliver (BAC), Guillermo Santamaría(Verbo Divino), José Luis Albares (Verbo Divino), Antonio Roura (Revista Religión y Escuela), Juanjo Ortigosa (Verbo Divino), Luis Miguel Uriarte (Alandar), Gabriel Gallus (Verbo Divino), José Miguel Moraleda (Profesor de religión y catequista), Juan José Gómez Escalonilla (Autor evd/Colaborador Catequesis Proyecto Nazaret) , Jesús Rojano (Revista Misión Joven), Juan Manuel Rodríguez Iglesias (Colegio Escolapias de Carabanchel).
Fuente: http://www.verbodivino.es/noticia/438/se-puede-ense%C3%B1ar-la-biblia-a-los-jovenes
Reconociendo la inagotable amplitud del tema propuesto, José Luis Albares, conductor del coloquio y uno de los responsables de la edición de La Biblia joven, en un principio orientó el diálogo hacia la necesidad de diferenciar decididamente los dos ámbitos de referencia, escuela y catequesis, pues son espacios muy diversos cuyas metodologías (didáctica e iniciación, respectivamente) no pueden confundirse. En las intervenciones de los participantes se cuestionaba si la Biblia debe enseñarse o trasmitirse.
Entre el cúmulo de ideas que surgieron, algunos de los participantes subrayaron el papel de las celebraciones como espacio para que los creyentes –niños, adolescentes, jóvenes– vayan creciendo en su experiencia de fe con la Biblia, y también se apuntó la conveniencia de que ese acercamiento sea al conjunto de la Biblia; es decir, que más allá de los textos evangélicos se aborden también los libros del Antiguo Testamento y los menos conocidos del Nuevo Testamento.
Hubo también diversidad de opiniones sobre la dificultad de los jóvenes de hoy para leer la Biblia, y se habló de la importancia de recuperar el estilo de Jesús de Nazaret, el gran pedagogo. De manera más específica, se citó como un problema serio en lo que se refiere a la presencia de la Biblia en el aula los deficientes currículos escolares en vigor, en los que la Sagrada Escritura parece estar simplemente como invitada (Primaria y Secundaria) o decididamente desaparecida (Bachillerato). En la mesa se animaba a que los responsables eclesiásticos encargados de la elaboración de dichos currículos trabajaran esta cuestión con renovadas actitudes de realismo y apertura.
Otro de los temas abordados fue el de cómo optimizar la entrega y esfuerzo personal tanto de los profesores de religión como de los catequistas. Se valoró la vivencia personal de la fe, ya que maestro y catequista son –en cuanto creyentes– los primeros llamados a vivir la experiencia de Dios que el texto bíblico formula de infinitas maneras. Después, en el campo específico de los conocimientos bíblicos, queda todavía mucho camino por recorrer, pues, para lograr una buena preparación, son necesarios procesos largos de aprendizaje. El problema es todavía más acuciante en lo que se refiere al escaso conocimiento de la Biblia que existe entre el profesorado en general (historia, literatura, arte, etc.).
En definitiva, un café coloquio rico en debate e ideas sobre la didáctica de la Biblia, un campo en el que es necesario avanzar y en el que Editorial Verbo Divino quiere implicarse dentro de su objetivo más general: la evangelización del mundo de hoy por medio de la Palabra de Dios.
De izquierda a derecha: Rocío García (Verbo Divino), Ianire Angulo Ordorika (Biblista), Beatriz Blanco (RS21), José Andrés Sánchez Abarrios (Profesor de Biblia y catequesis), Isabel Escudero (Responsable Pastoral), Antonio Oliver (BAC), Guillermo Santamaría(Verbo Divino), José Luis Albares (Verbo Divino), Antonio Roura (Revista Religión y Escuela), Juanjo Ortigosa (Verbo Divino), Luis Miguel Uriarte (Alandar), Gabriel Gallus (Verbo Divino), José Miguel Moraleda (Profesor de religión y catequista), Juan José Gómez Escalonilla (Autor evd/Colaborador Catequesis Proyecto Nazaret) , Jesús Rojano (Revista Misión Joven), Juan Manuel Rodríguez Iglesias (Colegio Escolapias de Carabanchel).
Fuente: http://www.verbodivino.es/noticia/438/se-puede-ense%C3%B1ar-la-biblia-a-los-jovenes
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