Hace algunos años pertenecí a un coro,
pero por algunas cuestiones lo tuve que dejar y dedicarme a otras cosas
en el campo de la evangelización. Sin embargo, he seguido formándome y
es por ello que me gustaría compartir contigo algunos puntos para reflexionar y brindar un mejor servicio al Señor. El coro en la Misa es muy importante, pero lo es también conocer el sentido de ésta y participar bien.
Debes saber que para estar en un coro no solo es importante cantar bonito, también es necesaria la formación litúrgica. La Misa
tiene su forma y secuencia y la Iglesia, además de madre, también es
sabia maestra pues tiene casi dos mil años guiándonos hacia el camino
correcto para nuestra santificación. La Iglesia es quien enseña de qué
forma se debe llevar a cabo un acto litúrgico. Te comparto aquí algunos
puntos que a veces se nos pasan a quienes forman (o formamos en algún
momento) parte de un coro parroquial.
1. La Misa lleva su propio tiempo, no el nuestro
2. No todo canto es litúrgico
«Se entiende por música sagrada aquella que, creada para la celebración del culto divino, posee las cualidades de santidad y de perfección de formas, de aquí podemos inferir que para que un canto sea apropiado para la Liturgia debe haber sido escrito en música y letra para la celebración» (MS, 4).
Entonces debemos evitar cantos que, aun siendo católicos, no hayan tenido esta finalidad e intención a la hora de ser creados. Mucho menos cantos de otras denominaciones del cristianismo. No te desanimes, hay infinidad de cantos al alcance de todos que pueden ir supliendo los no litúrgicos que tienes en tu repertorio.
3. El canto debe ser fiel al texto que presenta
«Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre, Amén».
Nosotros no podemos modificar oraciones antiquísimas de la Iglesia para que el canto suene mejor o más bonito (cfr. Sacrosanctum Concilium, 121). Repito: no te desanimes si algún canto en tu repertorio no es fiel al texto original de la oración, busca suplirlo con alguno que sí lo sea.
4. No existe canto para el rito de la paz
En agosto del 2014 la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos expidió un documento titulado «El Significado Correcto del Rito de la Paz» en donde se pide expresamente en el sexto punto: «De todos modos, será necesario que en el momento de darse la paz se eviten algunos abusos tales como: La introducción de un “canto para la paz”, inexistente en el Rito romano» porque el rito de la paz debe ser un momento breve que no distraiga a la asamblea de quien es importante y en ese momento se encuentra en el altar.
5. El «Cordero de Dios» comienza cuando el sacerdote fracciona el pan
6. No basta solo con que nuestro cuerpo esté presente
7. Somos servidores de la Iglesia, no estrellas
Con estos consejos no pretendo imponerte mi idea sino mostrarte qué es lo que enseña la Iglesia, quien es increíblemente sabia… ¡muchísimo más que nosotros! Tampoco pretendo motivar tu deserción del coro sino todo lo contrario: motivarte a crecer y brindar un mejor servicio. Te invito a leer los documentos aquí citados y a compartirlos con otros. No olvides que «en el trato que le demos a la liturgia se decide el destino de la fe y de la Iglesia», J. Ratzinger. Te mando un abrazo y mis oraciones. Por favor, no te olvides de rezar por mí.
Escrito por Bernardo Dueñas Moreno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Añade un comentario