¿Tienes que explicarle los Sacramentos a tu hijo o a tu hija?
Por: http://catholic-link.com | Fuente: http://catholic-link.com
Por: http://catholic-link.com | Fuente: http://catholic-link.com
¿Tienes
que explicarle los Sacramentos a tu hijo o a tu hija? ¿Te falta
material para la catequesis en tu parroquia? ¿A veces te resulta un poco
complicado? No te preocupes. A través del libro Guía de los Sacramentos para niños de Arturo Cañamares publicado por Ediciones Palabra,
y de este artículo, te vamos a ayudar a usar las palabras adecuadas
para que ellos lo entiendan bien. Para empezar, tenemos que saber qué
son los Sacramentos: Son acciones de Dios con las que nos muestra el
amor que tiene por sus hijos. Todos ellos han sido creados (instituidos)
por Él, y por eso, es Él mismo quien los realiza a través de distintos
medios.
¿Y
para qué nos los dio? Para darnos la gracia. Es decir, para darnos,
junto con su amor, la fuerza necesaria para luchar contra las
dificultades de la vida. Claro que siempre y cuando nosotros tengamos
una disposición y una actitud positivas de querer agradar a Dios.
¿Cuáles son los siete Sacramentos?
1. Bautismo:
Cuando
nacemos, lo hacemos con el primero de los pecados. Se llama pecado
original: el que cometieron nuestros primeros padres: Adán y Eva. Al
bautizarnos, nos limpiamos de ese pecado y de todos los cometidos antes
de recibirlo, nos hacemos hijos de Dios y pasamos a formar parte de la
Iglesia. Dios se pone súper contento cuando el sacerdote, al derramar
agua bendita sobre el bautizado, dice: “Yo te bautizo en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
2. Confirmación:
Es
tan sencillo como que Dios (Su Espíritu Santo), nos aumenta la fe para
que tengamos la seguridad de que Él está con nosotros hasta que
lleguemos al Cielo, para lo que también nos da esperanza. Finalmente,
nos aumenta la caridad par que le amemos más a Él y a los que nos
rodean. En este caso, tiene que ser un obispo el que imponga sus manos
sobre el confirmante y unja con aceite (el Santo Crisma), mientras dice:
“Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”.
3. Eucaristía:
Todos
los días, Jesús convierte el pan y vino en su Cuerpo y su Sangre en la
Santa Misa. Esto ocurre en un momento llamado Consagración. Así,
después, podemos comerle y recibirle en nuestra alma. Jesús instituyó
este Sacramento en la Última Cena con los doce apóstoles. Este
Sacramento tiene un plus: perdona los pecados veniales y nos preserva de
los mortales para el futuro. Normal, pues es el mismísimo Jesús el que
tenemos dentro de nosotros.
4. Penitencia:
¡Este
Sacramento es un regalazo de Dios! A través de un sacerdote que escucha
nuestros pecados cuando vamos a confesarlos en confidencia con él, Dios
nos perdona todo en lo que le hemos ofendido. Eso sí, tenemos que ir
bien arrepentidos por el mal que hemos hecho y el bien que hemos dejado
de hacer. Además, nos da una paz tremenda y nos aumenta la fuerza para
ser buenos cristianos, buenos hijos de Dios.
5. Unción de enfermos:
Dios
ama a los enfermos. Cuando alguien está muy enfermo o es muy mayor y
puede morirse pronto, necesita la ayuda de Dios para ese momento. Una
ayuda que consta de fuerza, paz y ánimo, además de perdonar todos los
pecados del enfermo y prepararle para el momento de la muerte e ir al
Cielo. Es como si se crease una unión con la Pasión que Cristo sufrió.
Así, los enfermos ayudan con sus dolores a llevar la Cruz a Jesús y a la
vez, Él les ayuda a ellos en sus últimos momentos de vida.
6. Orden sacerdotal:
Este
Sacramento lo reciben solo los que tienen vocación al Sacerdocio, que
luego son los que pueden administrar todos estos Sacramentos. Es un
obispo quien impone las manos y reza sobre el nuevo sacerdote,
consagrándole. El Orden Sacerdotal otorga una especial efusión del
Espíritu Santo y tiene una característica especial: quien recibe este
Sacramento, será sacerdote para siempre.
7. Matrimonio:
Este
Sacramento es la unión entre un hombre y una mujer para siempre. Cuando
estos se casan en la iglesia, es Dios quien está uniendo sus cuerpos y
sus almas. Los que se casan no pueden romper ese matrimonio: “Lo que
Dios ha unido que no lo separe el hombre”. (San Marcos 10, 9). El modelo
que los hombres y mujeres tienen que seguir es el de la Sagrada
Familia: Jesús, la Virgen María y San José
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Añade un comentario