En nuestro trabajo hay muchas situaciones que muchas veces
nos producen molestias , pero es importante enfrentar esto con inteligencia y
de manera profesional. No es la idea ser negativo, pero es importante reconocer
nuestras debilidades y complicaciones de nuestra realidad para buscar
soluciones y avanzar de manera positiva.
Aquí les muestro 10 situaciones que comúnmente uno como
profesor de Religión debe enfrentar.
1.- Cuando un colega te pregunta: "¿ Para enseñar
Religión se estudia?" o te hacen comentarios como: "... yo pensaba
que eso se aprendía en la iglesia no más". Ya que muchas personas piensan
en nuestra asignatura como algo inventado o que son personas que iban mucho a
la iglesia, es una molestia sentir que tus pares te miran como profesor de
segundo orden,...¿ cómo actué yo?, bueno, sencillamente mantuve la calma y le
explique que para ser profesor de Religión uno debe estudiar igual que
cualquier pedagogía,...eso sin contar ser siempre profesional y con el
testimonio dar a entender a los pares lo que vale uno como docente.
2.- Cuando hay otros profesores de Religión que no dan
testimonio del Señor y se convierten en mal ejemplo, dañan la profesión y
contribuyen a la mala percepción de las personas sobre nuestro trabajo. En este
caso la idea es hacer mejor nuestro trabajo, perfeccionándonos y aportando a la
comunidad escolar.
3.- Cuando a los profesores de Religión se nos encasilla en
un perfil preestablecido, "el profesor de Religión es tranquilito, muy
bueno, reza harto, casi un Santo", por eso causa muchas veces una mala
impresión que un profesor sea extrovertido, con mucho carácter o que sea
atípico de la "maqueta" que la gente tiene en su mente. Eso me ha
pasado algunas veces cuando he ido a mí colegio vestido informalmente, pues me
gusta el rock y voy con mis poleras favoritas de grupos. Generalmente cuando la
gente no me conoce mucho le choca mí personalidad o mis gustos musicales, pero
al pasar el tiempo comprenden que esto no afecta mí calidad de profesional de
la educación y da una cercanía mayor a las personas, pues siente que uno es
parte de su realidad.
4.- Cuando personas públicas de nuestra Fe cometen actos que
dañan a nuestra iglesia y por ende causan que muchos padres asocien
injustamente esto a nuestras clases, eximiendo a sus hijos creyendo que de
cierta manera pueden influenciar negativamente a los niños y jóvenes. En estas
situaciones creo que es indispensable hablar claramente con nuestros alumnos y
apoderados estas lamentables situaciones, porque no podemos generalizar los
actos de particulares a todas las personas de un credo.
5.- Otra cosa que molesta es que muchos padres y apoderados
piensan que todas las clases de Religión que se dan en los colegios son
católicas, por lo que dan pie a eximiciones o desinterés, lo cual es equivocado
cuando son establecimientos laicos. Es algo molesto porque yo y muchos colegas
que trabajamos en este tipo de colegios hacemos un esfuerzo para adaptar
nuestro currículo para todo nuestro alumnado, haciendo que nuestras clases sean
interesantes para todo tipo de credos.
6.- Las eximiciones de la asignatura, o mejor dicho las
causas de las eximiciones, ya que en los colegios laicos deberían haber profesores de Religión para distintos credos,
lo cual no sucede, pero también molesta que en el último tiempo han eximido
niños para que no hagan nada en clase, por los prejuicios de los padres o por
petición de algunos estudiantes ,...esto da pie a que tengamos en el aula a alumnos
que no desean estar allí y que provocan situaciones complicadas que afectan el
aprendizaje de los demás niños.
7.- Los comentarios de colegas de otras asignaturas contra
Religión, que insisten en declarar que debería sacarse de los colegios, unos
por considerarla innecesaria y otros por problemas personales contra la
iglesia. Una vez incluso escuche a una profesora de otro colegio decir de forma
autoritaria que cuando necesitaba tiempo iba a la clase de Religión y sacaba a
la profe, porque "no servía para nada". Lo veo como algo desleal y
falta de visión en la actual situación de la educación chilena, la idea no es
dividirnos, sino unirnos.
8.- La falta de apoyo de los directivos en algunos establecimientos con los profesores de
Religión donde no les dan recursos o directamente los tratan con menosprecio,
considerándolos como docentes de segundo orden, ya que se tiene la concepción
de que no aportan al Simce. Manipulan las clases a su propia conveniencia,
ocupando sus horas para reforzar Matemática o Lenguaje obligando a los
profesores a realizar tareas que no les corresponden o a intervenir en los
aprendizajes que entregan diciendo que solo deben enseñar "valores" o
incluso prohibiéndoles hablar de "Dios" o "Jesús", yo
pregunto ¿a los profesores de matemáticas les prohíben hablar de números o a
los de Lenguaje hablar de las palabras?
9.- La falta de motivación de algunos profesores de Religión
de perfeccionarse o asistir a encuentros para unir criterios, ya que muchos se
excusan diciendo que no hay tiempo o que no es necesario, pero es claramente
importante por un lado comprender que tenemos que ponernos al día con los
nuevos tiempos y por otro que debemos organizarnos.
10.- El alto costo de los diplomados, cursos y postitulos
para profesores de Religión, ya que se nos pide mejorar y perfeccionarnos, pero
los precios van por las nubes y nuestras autoridades tampoco dan becas o
subsidian en parte el costo de estudios. En una época en que nuestra labor es
más difícil que nunca deberíamos recibir todo el apoyo de la iglesia para poder
mejorar a quienes estén interesados en hacerlo.
Quizás podríamos decir muchas cosas más que nos molestan ,
pero la prioridad es reconocer nuestra realidad para ver las cosas positivas de
debemos hacer, la responsabilidad de ser protagonistas para solucionar estos
situaciones esta en nuestras manos comunicando a nuestras autoridades lo que
pasa y exigiendo soluciones, o, por otro lado convirtiéndonos a través de
nuestras acciones en la solución.
Jesús tuvo muchas más, pero les dio frente y venció, ¿por
qué nosotros no podemos hacerlo?
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