Los tres sacerdotes y el profesor de Religión
detenidos por supuestos abusos sexuales a menores proclamaron su
inocencia y aseguraron que lucharán por demostrarlo durante la
instrucción del caso, según informaron fuentes de su entorno. Esto ha
sido lo que, antes de sus arrestos en el día de ayer, trasladaron a su
entorno próximo los tres sacerdotes y el profesor, que continúan
detenidos e incomunicados en la Jefatura Superior de Policía de
Andalucía Oriental en Granada.
Sus familiares y amigos precisaron que la
principal preocupación de estos cuatro detenidos está en cómo afecte la
situación a sus familias, principalmente a padres y hermanos. También
lamentan el daño irreparable que la denuncia esté causando a la Iglesia
católica, especialmente por su condición de religiosos.
La versión del denunciante
En el extremo contrario, el joven de 24 años cuya
denuncia motivó la investigación policial por la que fueron detenidos
los tres sacerdotes y el seglar explicó ayer, a través de un comunicado
difundido por su abogado, que lo que pretende con su actuación es evitar
que se produzcan nuevos abusos sexuales a menores.
El denunciante recordó que actuó «libre y
voluntariamente» y siguiendo los dictados de su propia conciencia, como
bautizado y miembro de la Iglesia Católica.
«Por propia y exclusiva voluntad», dice, informó
por escrito al papa Francisco sobre los abusos reiterados de los que fue
víctima por parte de un grupo de sacerdotes y por un seglar. El joven
aclara que estos hechos eran conocidos también por otros sacerdotes y
algún integrante más del mismo grupo y que, con su denuncia, no tenía
ánimo de causar «daño alguno» a la Iglesia.
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