El título me pareció interesante y procedí a leer la noticia. En realidad se trataba de un post publicado en el blog El Olivo de Tomás de la Torre donde se hace referencia a las estadísticas recientemente publicadas por la CEE sobre la elección de clase de religión en España.
Entre los motivos o causas de la disminución de un 5%, dicho autor, alude al profesorado de religión; indicando literalmente:
"Existen motivos de índole sectorial: el profesorado que imparte Religión en los centros públicos en España se han convertido en “puros funcionarios” del sistema, donde se ha perdido el concepto de profesor amigo y pastor, por el repelente “profesor de clase de primera” que asusta a los alumnos y los dispara hacia la inexistente, por ahora, alternativa, que es una hora de estudio asistido perdido.
Mientras el profesor no “venda” su producto a los alumnos, se gane la confianza, y la matriculación en Religión, las horas de esta asignatura caerán en picado camino de la desaparición, como está ocurriendo en zonas concretas de España, como Cataluña y País Vasco.
Existen otras tierras de España donde se mantiene un nivel alto de matriculación en Religión. Invito a leer una entrevista que se ha realizado al delegado diocesano de enseñanza de la diócesis de Albacete, donde, aún no ha llegado la secularización en exceso, y los resultados por hoy son muy positivos.
¿Cómo invitar a los padres que elijan Religión?
Cuando vean a un profesor amigo y pastor, los padres pedirán la asignatura. Si encuentra a un tipo amargado y repelente, las clases de Religión tienen los años contados.
El paro que se va a producir entre los profesores de Religión va a ser numérico y abultado. Ellos tienen la solución que esto no suceda. Por el camino que llevan acabarán faltándoles, como ahora mismo ocurre, horas y cobrarán un puñado de moscas. Ellos verán, es su futuro, son sus habichuelas como decimos en Andalucía.
En esta situación, ni los sindicatos servirán de nada. La Religión no la echaran a la calle la legislación laicista, sino la estulticia de los mismos profesores. Toda una pena."
(Puede leer el post completo pinchando aquí)
Salvando el respeto merecido por dicho autor, hay que indicar que al afirmar lo anterior muestra su total desconocimiento sobre la realidad del aula de Religión y del profesorado que la imparte.
En primer lugar, ni siquiera estamos considerados como funcionarios, ni tenemos los mismos derechos, pero sí deberes. Se nos "equipara" a los interinos, pero se nos desprecia y ningunea desde las administraciones negándonos derechos que sí tienen adquiridos éstos o coordinar proyectos, etc.
El profesorado de religión suele ser un gran profesional, cualificado pedagógica y teológicamente; el respeto de sus compañeros, padres y alumnos se lo ha ganado a pulso por su trabajo y buen hacer... No somos pastores porque no guiamos, sólo evangelizamos desde el diálogo fe-cultura en un lenguaje y método propio de la escuela. Quizás la elección de la alternativa se debe precisamente a que NO EXISTE, lo que la hace muy atractiva para el alumnado. Por otro lado, en esta sociedad tan multicultural, precisamente ocurre que la mayor parte del alumnado que no elige religión es porque es de otra confesión. No es que no elija religión, sino que no es católico. Si en las estadísticas se sumaran quienes eligen religión evangélica, judía e islámica (aunque no posean profesor de esta confesión por falta de cualificación pedagógica o no estar homologada a nivel europeo su titulación), las estadísticas de quienes eligen religión, seguro aumentarían. Y pocos los que acudirían a una "alternativa" por ser no creyentes.
Por otro lado, debería preocupar más la situación futura de una religión optativa en el bachillerato (una opción entre 16... cuántos elegirán religión) y favorecer campañas no para que los cristianos, como tales, elijan religión para sus hijos; sino precisamente para ensalzar el valor pedagógico de la enseñanza religiosa escolar.
Aún así, está bien autoevaluarnos como profesores de Religión porque alguna parte de la culpa tendremos... Pero no tanta, D. Tomás.
Animo a participar al resto de compañeros-as docentes de Religión añadiendo sus propios comentarios a este post en la herramienta que encontrará algo más abajo (cliquee aquí y escriba su comentario en el lugar que aparce justo debajo de esta noticia)
Entre los motivos o causas de la disminución de un 5%, dicho autor, alude al profesorado de religión; indicando literalmente:
"Existen motivos de índole sectorial: el profesorado que imparte Religión en los centros públicos en España se han convertido en “puros funcionarios” del sistema, donde se ha perdido el concepto de profesor amigo y pastor, por el repelente “profesor de clase de primera” que asusta a los alumnos y los dispara hacia la inexistente, por ahora, alternativa, que es una hora de estudio asistido perdido.
Mientras el profesor no “venda” su producto a los alumnos, se gane la confianza, y la matriculación en Religión, las horas de esta asignatura caerán en picado camino de la desaparición, como está ocurriendo en zonas concretas de España, como Cataluña y País Vasco.
Existen otras tierras de España donde se mantiene un nivel alto de matriculación en Religión. Invito a leer una entrevista que se ha realizado al delegado diocesano de enseñanza de la diócesis de Albacete, donde, aún no ha llegado la secularización en exceso, y los resultados por hoy son muy positivos.
¿Cómo invitar a los padres que elijan Religión?
Cuando vean a un profesor amigo y pastor, los padres pedirán la asignatura. Si encuentra a un tipo amargado y repelente, las clases de Religión tienen los años contados.
El paro que se va a producir entre los profesores de Religión va a ser numérico y abultado. Ellos tienen la solución que esto no suceda. Por el camino que llevan acabarán faltándoles, como ahora mismo ocurre, horas y cobrarán un puñado de moscas. Ellos verán, es su futuro, son sus habichuelas como decimos en Andalucía.
En esta situación, ni los sindicatos servirán de nada. La Religión no la echaran a la calle la legislación laicista, sino la estulticia de los mismos profesores. Toda una pena."
(Puede leer el post completo pinchando aquí)
Salvando el respeto merecido por dicho autor, hay que indicar que al afirmar lo anterior muestra su total desconocimiento sobre la realidad del aula de Religión y del profesorado que la imparte.
En primer lugar, ni siquiera estamos considerados como funcionarios, ni tenemos los mismos derechos, pero sí deberes. Se nos "equipara" a los interinos, pero se nos desprecia y ningunea desde las administraciones negándonos derechos que sí tienen adquiridos éstos o coordinar proyectos, etc.
El profesorado de religión suele ser un gran profesional, cualificado pedagógica y teológicamente; el respeto de sus compañeros, padres y alumnos se lo ha ganado a pulso por su trabajo y buen hacer... No somos pastores porque no guiamos, sólo evangelizamos desde el diálogo fe-cultura en un lenguaje y método propio de la escuela. Quizás la elección de la alternativa se debe precisamente a que NO EXISTE, lo que la hace muy atractiva para el alumnado. Por otro lado, en esta sociedad tan multicultural, precisamente ocurre que la mayor parte del alumnado que no elige religión es porque es de otra confesión. No es que no elija religión, sino que no es católico. Si en las estadísticas se sumaran quienes eligen religión evangélica, judía e islámica (aunque no posean profesor de esta confesión por falta de cualificación pedagógica o no estar homologada a nivel europeo su titulación), las estadísticas de quienes eligen religión, seguro aumentarían. Y pocos los que acudirían a una "alternativa" por ser no creyentes.
Por otro lado, debería preocupar más la situación futura de una religión optativa en el bachillerato (una opción entre 16... cuántos elegirán religión) y favorecer campañas no para que los cristianos, como tales, elijan religión para sus hijos; sino precisamente para ensalzar el valor pedagógico de la enseñanza religiosa escolar.
Aún así, está bien autoevaluarnos como profesores de Religión porque alguna parte de la culpa tendremos... Pero no tanta, D. Tomás.
Animo a participar al resto de compañeros-as docentes de Religión añadiendo sus propios comentarios a este post en la herramienta que encontrará algo más abajo (cliquee aquí y escriba su comentario en el lugar que aparce justo debajo de esta noticia)
Muy breve. No sólo estoy de acuerdo contigo, sino que además, en muchos casos se nos dificulta muchísimo el trabajo en nuestros centros a la hora de preparar, realizar, planear actividades dentro y fuera de los centros por parte de los equipos directivos y/o claustros de profesores. Un saludo
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Si los profesores de religión trabajan por tener un puesto de trabajo (y los hay) la cosa no irá bien. si se trabaja, como yo, por vocación, la cosa cambia. Yo tengo libro en Primaria y en Infantil, no. Toco los libros solo cuando me interesa pero preparo las clases yo, con actividades motivadoras, temas de interés para los alumn@s, porque es muy fácil, el libro de texto. Con lo que trabajan conmigo, he hecho un blog, ponemos nuestros trabajos, informaciones de interés y mucho más. Trabajo mucho pero me gusta. Un saludo
ResponderEliminarTal como está posicionada la clase de religión en la legislación actual,lo lógico es que ya estuviera eliminada por falta de alumnos y, sin embargo, no es así (estoy seguro de que ninguna otra materia habría aguantado tanto. En clase de religión hay más alumnos que feligreses de esta edad en las misas. Tomás es un vocazas sin idea del asunto.
ResponderEliminarPor falta de alumnos?? Sólo de Religión Católica hay más del 70%... sin contar quienes eligen enseñanza religiosa de otras confesiones, las cuales no entran en las estadísticas ni se publican.
ResponderEliminarLa demanda es abrumadora, no sólo enseñanza católica, sino también islámica, judía y evangélica.
¿Quién no tiene idea del asunto?
Y la legislación, Acuerdos con el Estado, lo dejan muy claro: oferta obligatoria de los centros escolares.
Saludos
José Antonio