En las páginas
de este libro se ofrecen instrumentos y recursos (interrogantes, plantillas,
ejemplificaciones, etc.) que pretender servir de cauce para la revisión de
nuestra práctica educativa. Las prácticas educativas que se presentan como
ejemplificación para un modelo educativo basado en la adquisición de
competencias deben ser tomados sólo como referentes, y describen procesos de
planificación que representan diferentes modos de actuación del profesorado. El
proceso se inicia con el diseño de actividades aisladas en una asignatura, que
se van uniendo para conformar determinadas tareas prácticas hasta conducir a pequeños
proyectos. La presencia de las competencias básicas en el nuevo diseño
curricular obliga a un necesario proceso de integración de objetivos, contenidos
y criterios de evaluación, modelos de enseñanza, modelos de pensamiento, etc.
en las actividades y tareas del aprendizaje. En consecuencia, se trata de integrar
los elementos del currículo para permitir el logro de la adquisición de las
competencias, lo cual provoca una crisis en la planificación de las actividades
de aula que habitualmente se llevan a cabo, especialmente en relación a los
contenidos. Para lograr que estas actividades se desarrollen en contextos
prácticos es necesario superar la enorme diversidad de actividades inconexas
presentes en las programaciones. Las propuestas didácticas y ejemplificaciones
que se ofrecen son referentes posibles que, por supuesto, no agotan las
opciones. Su pretensión no es otra que la de invitar al debate y a la reflexión
sobre las numerosas variables y aspectos relacionados con una propuesta
metodológica en clave competencial. Con el objetivo añadido de ayudar a concretar
y analizar el conjunto de decisiones que habitualmente se toman para la planificación
y elaboración de la programación de aula, en coherencia con el modelo educativo
basado en la adquisición y desarrollo de las Competencias Básicas.
La finalidad
de este libro, por tanto, es facilitar la incorporación de las competencias
básicas a las programaciones didácticas, partiendo de una reflexión sobre los
enfoques metodológicos en que se apoya la práctica.
El modo en que
se planteen los procesos de enseñanza-aprendizaje es un elemento clave que
incide en el desarrollo de competencias, teniendo presente que “las
competencias básicas no se enseñan, se aprenden a través de multitud de
situaciones, experiencias y oportunidades de aprendizaje”
En este sentido,
la organización de la práctica en torno a tareas y proyectos es un aval para
que el alumnado desarrolle las competencias básicas, especialmente si dichas
propuestas didácticas son auténticas, integradas, diversas y promueven un clima
escolar positivo. A partir de estos cuatro puntos de reflexión se puede obtener
un diagnóstico respecto a las propuestas metodológicas que se están utilizando
en el aula y su mayor o menor adecuación al enfoque por competencias, y
proponer los cambios que se estimen pertinentes.
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