El proceso afectará a un colectivo
de más de 200 profesores que piden un convenio que regule sus
condiciones sociolaborales
El mismo día en el que se conocía que el Tribunal
Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) desestimaba el recurso del
Obispado de Almería y confirmaba la sentencia favorable a la profesora
de Religión Resurrección Galera, despedida por casarse con un
divorciado, y obligaba al Ministerio de Educación a indemnizarla, en
Asturias se producía también un triunfo de los docentes de una
asignatura que, denuncian, está «discriminada»: el BOPA publicaba una
resolución de Consejería de Educación y Universidades por la que «se
convoca procedimiento para la cobertura de necesidades existentes en los
centros públicos de la comunidad autónoma del Principado de Asturias
por los profesores que imparten la enseñanza de las religiones
contratados con carácter indefinido».
Se trata del «primer concurso de traslados para los
docentes de Religión asturianos», confirmó ayer el portavoz del
sindicato independiente ANPE, Gumersindo Rodríguez, quien precisó que
«verán así cumplidas sus aspiraciones de movilidad» entre los 240
centros educativos de la región en los que se imparte la materia a un
total de 42.091 alumnos. Una matrícula que desciende año tras año.
La convocatoria de la Consejería de Educación supone el
último paso en un proceso que arrancó en 2008 para dar cumplimiento a un
real decreto de 2007 en el que se regulaba la relación laboral de estos
profesores -que no son funcionarios, sino personal laboral- con la
Administración.
La continuación de ese proceso se produjo dos años más
tarde, en 2010, cuando se detectaron necesidades de profesorado de
Religión que no estaban cubiertas por personal contratado con carácter
indefinido, por lo que procedió a convocar un concurso de traslados para
cubrirlas. Pero aquella convocatoria fue finalmente impugnada.
Ahora, este concurso que, según informó la consejería,
afecta a más de 200 profesores, «no cambiará su estatus laboral, ya que
seguirán siendo indefinidos, pero mejorarán sus condiciones laborales y
servirá para que, por ejemplo, se tengan en cuenta los años de docencia
de la materia para los traslados y para que los afectados por un ERE
puedan obtener una plaza si cumplen los requisitos».
Reunión con la consejera
Así las cosas, la próxima batalla de los docentes será
reclamar de un convenio con el Principado que regule sus condiciones
sociolaborales. Y eso, a pesar de que, además de la Declaración
Eclesiástica de Idoneidad (DEI) que expide el Arzobispado, para ejercer
como docente de la asignatura es necesario tener la licenciatura en
Ciencias Religiosas o en Teología o estar en posesión de otra
licenciatura y ser diplomado en esos estudios.
«Estábamos ansiosos por tener este concurso de traslados,
que es un paso más en el camino hacia la equiparación con el resto del
profesorado, pero ahora queremos dejar de estar en tierra de nadie. En
un limbo en el que nunca sabemos a qué atenernos», denunció también ayer
Antonio Cabeza, portavoz de los docentes asturianos de la materia,
agrupados en la plataforma Religión en la Escuela.
Según explicó el representante del profesorado, «el
pasado 23 de septiembre se produjo una reunión con la consejera, Ana
Isabel Álvarez, para avanzar en ese terreno». Y, al parecer, la
respuesta de la titular de Educación fue positiva.
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