ACCIÓN PASTORAL Y TUTORIAL
PROGRAMACIÓN-EVALUACIÓN
CURSO 2011-12
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TUTORÍA Nº:
............. FECHA:
7 de diciembre de 2011
CURSO: 1º ESO
TEMA: Adviento
(preparación de la Navidad)
ACTIVIDAD/ES:
q Lectura
del cuento “ABC”
q Elaboración
de un acróstico de “Adviento”
q Amigo
invisible
q Entregar
circular informativa de la campaña
MEDIOS/RECURSOS:
q Sentido
del Adviento y Navidad (material para el tutor-ver anexo 1)
q Cuento
ABC (material para el tutor-ver anexo 2)
q 1
cartulina grande por clase para el acróstico
q Tarjetas
para el amigo invisible
q Tarjetas,
cartulinas… para el acróstico del amigo invisible (se puede dejar para que cada
alumno utilice el material que quiera)
EVALUACIÓN:
Marca con una “X” el grado
de consecución de cada uno de los objetivos programados para esta sesión de
tutoría.
Objetivos
|
Nada
conseguido
|
Poco
conseguido
|
Bastante
conseguido
|
Totalmente
conseguido
|
Presentar el
adviento como un tiempo de preparación para la venida de Jesús
|
||||
Crear lazos entre
compañeros, invitándolos a pensar en lo que se aportan los unos a los otros.
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||||
Presentar la celebración
navideña como un momento de alegría para los testigos y seguidores de Jesús
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||||
OBSERVACIONES:
Desarrollo
de la sesión:
- Presentación del tema: explicar brevemente que ha comenzado el adviento y lo que eso significa (ver anexo 1)
- Lectura del cuento (ver anexo 2-se puede dramatizar entre tres alumnos: narrador, cura, niño, todos)
- Breve diálogo sobre el cuento (se pueden sustituir estas preguntas por otras):
- ¿Qué os ha parecido esta historia? ¿Qué os ha llamado la atención?
- ¿Qué podríamos aplicar de la misma en nuestra vida?
- Otras preguntas que surjan en el diálogo…
- Realización de un acróstico con la letras que forman la palabra “Adviento” para decorar la clase: se les podría introducir la actividad diciendo algo así: estamos a punto de estrenar el adviento, el tiempo que nos prepara para vivir la Navidad, por eso ahora vamos a hacer algo parecido a lo que hace el niño del cuento; vamos a hacer un acróstico con la palabra Adviento en el que vayamos formando frases que expresen nuestros deseo de buenas noticias para este tiempo. Se puede hacer todos juntos e ir escribiéndolo en una única cartulina o bien en grupos pequeños, en ambos casos el resultado final serviría para decorar la clase y recordarnos lo que nos hemos propuesto.
- Amigo invisible: lo que tienen que regalarle en la próxima tutoría o clase a su amigo es un acróstico diciendo lo bueno que han descubierto en él.
Anexo
1 (material para el tutor):
1. ¿Qué es el Adviento?
El término Adviento,
"Adventus" en latín, "venida", es una adaptación de
acontecimientos paganos:
Adviento de una divinidad o del
emperador
La palabra se usaba el día en que
llegaba o venía el dios, o el emperador (que también era considerado
divinidad). El pueblo destacaba estos momentos de "visita"
organizando fiestas y ambientes lúdicos para que el visitante encontrase todo a
su gusto.
Con el paso del tiempo, en la
época cristiana, la Iglesia utilizó este nombre aplicándolo a la venida de
Cristo. Esto comenzó a instaurarse en el siglo IV. Los siglos anteriores, la
atención del culto, giraba en torno a la Pascua. La Pascua anual y la que se
celebra cada domingo, era el único misterio de Cristo a recordar. En la noche
pascual también se celebraba en parte "esa venida del Señor" (¡Ven,
Señor!), y que más tarde pasó a ser frase cumbre del sentido espiritual del
Adviento.
El solsticio de invierno
Era una fiesta pagana que
consistía en honrar al sol y a la luz. En Occidente esta fiesta se celebra el
25 de diciembre; es el Dies Natilis Solis Invicti (Día del Nacimiento del Sol
Invencible). Se refiere al sol que vence las tinieblas después de que han
empezado a aumentar los días tras el solsticio de invierno.
Esto se aplicó a Cristo, Luz del
mundo. Cristo es la luz, el sol que nace, que alumbra a los hombres y les da
vida. Con esta lógica la cristianización de la fiesta estaba resuelta. Así se
puso este día como el día del nacimiento de Cristo, no porque fuese el día de su
nacimiento real o histórico.
Al igual que en Occidente,
también se celebraban en Oriente las fiestas del solsticio de invierno, las
fiestas de la victoria de la luz sobre las tinieblas, pero se realizaban el 6
de enero, cuando ya hay un cierto aumento de la luz. De ahí que en Oriente el
nacimiento de Cristo lo pongan este día, llamado por nosotros, la Epifanía. En
Alejandría, durante la noche del 5 al 6 de enero, se desarrollaba el rito de la
procesión de la diosa Koré. Ésta era una virgen y había engendrado al mundo. Al
cristianizar esta fiesta se celebra evidentemente el nacimiento de la luz
verdadera que ilumina al mundo: Jesucristo.
Navidad y Epifanía
Navidad y Epifanía son nombres
distintos pero que surgen como resultado de la cristianización de fiestas
paganas:
- El Adventus como
"Nacimiento" fijaba sus preferencias en el acontecimiento de Cristo
que viene, que nace y se hace presente en la noche de Belén.
- El Adventus como
"Epifanía" subraya la manifestación y la universalidad. Jesús trae la
salvación a todas las personas de la humanidad entera.
Por esto la Iglesia romana
extiende la celebración de Navidad hasta el 6 de enero.
Desde entonces la vida cristiana
gravitaría en dos polos, la fiesta de la Navidad y la Pascua. Para la
organización de dichas fiestas se estableció con el correr de los años, un
período de preparación.
Así nacieron la Cuaresma y el
Adviento.
En el siglo VI se tienen noticias
ciertas de una preparación para la celebración de la Navidad que estaba
caracterizada por algunos días de ayuno y oración intensa. El Adviento
cristiano, centro desde el principio su atención en la disposición de toda la
comunidad para celebrar la fiesta de la Navidad con un fuerte espíritu de gozo,
pero al mismo tiempo acentuaba la perspectiva de la segunda venida de Cristo,
para la cual era necesario estar preparado, realzándose el aspecto de
conversión personal.
2. EI Adviento en nuestra cultura
El Adviento prepara una de las
mayores fiestas del año: la Navidad. Las calles, las casas, las ciudades
enteras son adornadas con guirnaldas, árboles de Navidad, nacimientos, y en los
países del hemisferio norte, en donde coincide con el invierno, acompañan la
Navidad: muñecos de nieve, renos, trineos, campanillas, cantos-villancicos,
abetos y frío. Todo esto hace que el tiempo de preparación a la Navidad sea un
momento entrañable, de hogar, de unión familiar, de cenas y aguinaldos.
Pero más que nunca se está
perdiendo el verdadero sentido del Adviento cuando todas estas reuniones,
decoraciones y ambiente se hace sin saber por qué. ¿Realmente toda nuestra
sociedad sabe que preparamos la venida de Jesús?
Hasta hace muy poco tiempo la
Navidad no era celebrada como lo solemos hacer hoy día, es más no existían ni
villancicos. Los cristianos iban sólo a las iglesias y no había una relevancia
social de la Navidad.
Será en el siglo XIX cuando surja
el árbol decorado, las tarjetas de felicitaciones, los villancicos... Pero el
siglo XX le dará un nuevo giro con la llegada del comercio y el afán de
consumo. El Adviento, al principio, se reservaba para las iglesias como días
litúrgicos especiales de preparación a la Navidad. Actualmente, sigue siendo
así, pero cargado de otros complementos sociales y alejados de lo religioso:
compras de regalos, del árbol de Navidad, preparación de cenas de trabajo,
espera de la paga extraordinaria para tomar unos días de vacaciones...
Con estas acciones se ha logrado
que la actual fiesta de Navidad, y del Adviento, no tenga mucho que ver con su
sentido original, haciéndola pasar de una fiesta religiosa a una fiesta
comercial.
3. Evangelizar de nuevo al
adviento
El Adviento debería ser un tiempo
para profundizar en el misterio de nuestra salvación, un momento propicio para
la oración personal y familiar, y una ayuda para el crecimiento en el amor y en
la solidaridad. Los cristianos recordamos que Jesús, siendo Dios nos retuvo
para sí la gloria que merecía como Dios. Como dice san Agustín, se hizo pobre
para que nosotros nos hiciéramos ricos; compartió con nosotros todo lo que
tenía, incluso su Madre, la Virgen María.
El Adviento ha cedido el paso a
otros componentes que se han introducido en la cultura actual. Todos los
esfuerzos de la Iglesia por convertir una fiesta pagana en una fiesta
cristiana, no sólo se han visto neutralizados, sino que vuelve a ser una fiesta
pagana como en sus orígenes.
Tendríamos que preguntarnos ¿qué
hacer entonces?
La mejor respuesta es realizando
una re-evangelización del tiempo navideño, buscando de nuevo su sentido y
sabiendo que la figura que nos reúne en familia, que nos hace más humanos y
cariñosos los unos para con los otros, es Jesús que nace en Belén.
Ahora más que nunca, los
encargados de las parroquias, los educadores, los catequistas, las familias,
deben "evangelizar" el Adviento y la Navidad para recuperar su origen
y fundamento. Mostrar a Cristo presente en medio de su pueblo, sin adulterarlo
ni compartirlo con otras tentativas, es una tarea difícil pero hermosa. La
nueva evangelización de la Navidad cobra más fuerza cada vez.
4. Para profundizar el Adviento
Rezar la corona de Adviento
La corona de Adviento es una
tradición simbólica iniciada en Europa por los luteranos, quienes trenzando una
serie de ramas de pino verde, querían expresar la esperanza cristiana, de que
en la segunda y definitiva venida de Cristo, él mismo "coronará" toda
una vida llevada a cabo de acuerdo al Evangelio. La Iglesia católica adaptó al
ciclo litúrgico del Adviento esta práctica, en donde cada vela representa cada
uno de los domingos del Adviento. Está formada por cuatro velas, signos de la
espera. Cada uno de los cuatro domingos de Adviento se enciende una vela. En
algunos sitios ponen una vela blanca en el centro, que será encendida el día de
Navidad.
Vivir la liturgia de este tiempo
Una vivencia hecha con
profundidad, preparando bien la Palabra de Dios, las oraciones, los momentos de
reconciliación y el recuerdo a la Virgen. Subrayando la esperanza.
Poner un bonito nacimiento
Además del árbol de Navidad, como
elemento decorativo, un buen nacimiento ayuda a centrar la Navidad. Es el recuerdo
del nacimiento de Cristo. Aprovechar para explicárselo a los niños. Contémosles
el relato del nacimiento de Jesús, la llegada de los magos, la vida sobre José
y María, la vida en aquellos tiempos. Mostrar y proponer la cercanía de un Dios
que se hace uno de nosotros en la humildad del pesebre.
Dar otro sentido a nuestras
compras navideñas
Navidad es tiempo de compartir y
no precisamente de comprar. Si compras, hazlo con el deseo de compartir con los
demás la alegría de dar. Que tu compartir sea un verdadero signo de amor y
fraternidad buscando imitar a Cristo, que se entregó a nosotros para que
tuviéramos vida abundante.
Preparar campañas solidarias
En muchos sitios se realiza la
"operación kilo y juguetes". Se recogen kilos de comida: bolsas de
legumbres, latas, tetrabriks; y juguetes que pueden donar las familias. Todo
esto para que puedan comer y jugar personas y niños que no tienen, ni pueden
celebrar una Navidad en condiciones.
Anexo
2: Cuento ABC
En un
barrio de Río de Janeiro se reunieron unos obreros en la Nochebuena para
celebrar la misa de Navidad.
-
Siempre
está viva la fe en el corazón de las personas -dijo el sacerdote
al ver la Iglesia
llena. Y contento, llegó al centro del altar.
-
A, b, c, d…
El que
hablaba era, al parecer, un niño, que al
fondo de la Iglesia
interrumpía la solemnidad del momento. Los asistentes se volvieron hacia atrás,
algo molestos. Pero la voz continuaba: a, b, c, d…
-
¡Cállate!- dijo el cura.
El niño
se sintió sorprendido. Lanzó una mirada temerosa alrededor y su rostro
enrojeció de vergüenza.
-
¿Qué
haces? ¿No ves que nos estás molestando mientras intentamos rezar?-le
dijo.
El niño
bajó la cabeza y dos lágrimas se le escaparon.
-
¿Dónde
está tu madre? ¿No te ha enseñado a rezar y a participar en la misa?-añadió.
Con la
cabeza baja el niño respondió:
-
Perdóneme, padre, pero nadie me ha enseñado a
rezar. He crecido en la calle, sin padre ni madre. Hoy como es Navidad, tenía
necesidad de conversar con Dios. Pero no sé en que lengua habla Él; por eso
digo sólo las pocas letras que yo sé. He pensado que él podría tomar esas
letras y formar las palabras y las frases que le gusten.
Luego se levantó y dijo: me voy no quiero molestar a estas
personas que saben cómo hay que hablar con Dios.
El sacerdote le dijo: ven
conmigo-. Tomó al niño de la mano y lo condujo hasta el altar. Después,
habló así a los fieles.
-
Esta
noche, antes de celebrar la misa, vamos a rezar una plegaria especial. Vamos a
dejar a Dios que escriba lo que él desea oír. Cada letra corresponderá a un
momento del año en que logramos hacer algo positivo, luchar con valentía para
conseguir un sueño, o decir una oración sin palabras. Le pediremos que ordene
las letras de mi vida. Vamos a pedir que esas letras le permitan crear las
palabras y las frases que a él le agradan.
Con los
ojos cerrados, el cura se puso a recitar el alfabeto. Y, a su vez toda la Iglesia repitió: A, b, c, d…
Más en la Red ClasedeReligion: http://www.portalinnova.org/courses/71CLASEDERELIGION/ Ruta: DOCUMENTOS - RECURSOS DIDÁCTICOS - NAVIDAD
Más en la Red ClasedeReligion: http://www.portalinnova.org/courses/71CLASEDERELIGION/ Ruta: DOCUMENTOS - RECURSOS DIDÁCTICOS - NAVIDAD
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