«Los Dominicos combatimos las dicotomías, no separamos la razón de la fe, el cuerpo del alma; todo va unido»
JAVIER CARBALLO Asturiano, prior de la provincia de España de la orden de los DominicosOviedo, María José IGLESIAS
Javier Carballo (Bustiello, Mieres, 1967) es desde julio de 2006 el prior de la provincia de España de la orden de los Dominicos. El fin de semana pasado participó en Asturias en los actos conmemorativos del 150.º aniversario del regreso de los monjes a España, tras la exclaustración provocada por la desamortización de Mendizábal. La restauración de la orden fundada por Santo Domingo de Guzmán se llevó a cabo desde el monasterio de San Juan Bautista de Corias (Cangas del Narcea).
-El monasterio de San Juan Bautista de Corias representa para los Dominicos la refundación de la orden, tras su reimplantación, después de la exclaustración de 1836. ¿Se siente orgulloso de que haya sido precisamente Asturias el germen de la actual presencia dominicana en España?
-Como asturiano me llena de orgullo. En 1860 se instalaron en Corias siete frailes, de distintos lugares de España. Todos ocuparon cargos relevantes. El padre Larroca, que era vasco, llegó a ser maestro general de los Dominicos en el mundo.
-La vocación docente siempre ha ido ligada al espíritu de los Dominicos. ¿Es difícil mantener esa filosofía en esta España laica?
-Seguimos fieles a nuestros principios. Ante todo ofrecemos una formación humanística y defendemos la presencia de la religión en la sociedad. Nuestro mensaje no cambia.
-Han formado a profesionales de diferentes campos e ideologías y la mayoría mantiene un estrecho vínculo entre ellos y con la Orden de Predicadores. ¿Cómo lo consiguen?
-Damos un enorme valor a la amistad y al compañerismo. Sabemos manejar bien la diversidad. Aunque somos distintos mantenemos los lazos de afecto. Entre los ex alumnos queda un vínculo y un agradecimiento a la formación humanística que han recibido.
-¿Predicar o dar trigo?
-Nuestro carisma viene de la predicación. No nos centramos en el pecado, sino en lo positivo. Creemos que Dios se manifiesta en todas las cosas del mundo. Ofrecemos un mensaje con base teológica, no sensiblero ni basado en apelar a las emociones. También tenemos un compromiso y una sensibilidad especial con el sufrimiento de las personas. Los dominicos siempre hemos combatido las dicotomías. No separamos las cosas de la fe y la razón, el alma y el cuerpo. Todo es importante.
-¿El sufrimiento humano es hoy más espiritual que material?
-El progreso material ha sido grande, pero hay una clara pérdida de orientación. Teresa de Calcuta decía que el mayor sufrimiento es que a uno no le quieran. Ojalá esta crisis sirva para darnos cuenta de que los valores fundamentales deben mantenerse siempre, no sólo cuando las cosas van mal.
-El Papa visitó España y escandalizó a muchos al comparar la situación de los católicos en España con la de los años 30, en vísperas de la Guerra Civil?
-Las declaraciones del Papa han sido sacadas de contexto. Se han exagerado. No equiparó la situación actual a la de los años 30. Simplemente destacó el creciente laicismo que existe en España que no le viene bien ni a la Iglesia ni a la sociedad. La religión aporta mucho.
-¿Los católicos pierden peso en la sociedad española?
-España sigue siendo católica. Las estadísticas dicen que el 75 por ciento de los españoles lo son. Muchas personas que creen y practican. La gente colabora con las iniciativas sociales de la Iglesia. Respecto al laicismo, el problema es que no acabamos de reconocer que la religión fomenta valores positivos. Mientras que filósofos como Habermas abogan por reconocer el papel público de las religiones, en España andamos en debates trasnochados. Es una pena.
-¿Hay persecución?
-Yo diría que hay una falta de entendimiento entre la Iglesia y los dirigentes políticos, pero persecución, no.
-¿A Ratzinger le falta la empatía con la gente que tenía Juan Pablo II?
-Es un intelectual. Cuesta más entenderlo. Siempre se dice que la gente iba a ver a Juan Pablo II y ahora va a escuchar a Benedicto XVI.
-Les cuesta cada vez más llenar los conventos. ¿Por qué escasean las vocaciones religiosas?
-La escasez de vocaciones va paralela a la evolución demográfica en España. Tenemos menos jóvenes que hace unas décadas. Hubo un fuerte crecimiento de la natalidad y luego se redujeron los nacimientos. Yo lo noto cuando voy a mi pueblo.
-¿Usted cree que realmente ése es el motivo de fondo?
-Bueno, hay más cosas. Antes para una familia era un orgullo que un hijo tuviese vocación religiosa. Ahora casi es una lacra.
Fuente: http://www.lne.es/asturias/2010/11/18/espana-reconocemos-religion-fomenta-valores-positivos/995927.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Añade un comentario