Blog del Profesorado de Religión Católica: Noticias 01-06-10

Novedades en Religión y Escuela

martes, 1 de junio de 2010

Noticias 01-06-10

Cristianos y musulmanes dialogan sobre el tema de la educación
Entrevista a Martino Diez, director de investigación de la Fundación Oasis
ROMA, martes 1 de junio de 2010 (ZENIT.org).- “La educación entre fe y cultura. Experiencias cristianas y musulmanas en diálogo”: este es el tema central de los trabajos del Comité científico internacional de la Fundación Oasis (www.oasiscenter.eu), que se reunirá en Beirut (Líbano), entre el 21 y el 22 de junio.
El Centro Oasis, con sede en Venecia, nació en septiembre de 2004 por una intuición de su Patriarca, el cardenal Angelo Scola, y reúne a personalidades del mundo eclesial y académico comprometidas en el estudio de modalidades concretas de diálogo y convivencia entre fieles cristianos y musulmanes.
Una vez al año, la Fundación reúne su Comité científico y promotor, alternativamente en Venecia y en un país de mayoría musulmana. Se trata de un momento importante, en el que se puede experimentar cómo Oasis es ante todo una red de relaciones, un ámbito de intercambio de experiencias y juicios.
A los trabajos del próximo junio, que se llevarán a cabo en la Casa Notre Dame du Mont, participarán más de 50 personas procedentes de más de veinte países, a los que se añadirán muchos invitados libaneses.
Para saber más, ZENIT ha entrevistado a Martino Diez, que es director de investigación de la Fundación Internacional Oasis, profesor de lingüística árabe en la Universidad Católica de Milán y profesor titular en el Studium Generale Marcianum de Venecia.
-¿Cuáles son las razones que han motivado la elección del tema de este año?
Diez: El tema de la educación que hemos elegido para el encuentro de este año está en evidente continuidad con el de la tradición que afrontamos el año pasado en Venecia. Ese “manual de instrucciones” que la tradición nos entrega, según la sugestiva expresión con la que el cardenal Turkson abre el nuevo número que va a salir de la revista Oasis, pide ser verificado en un encuentro entre dos libertades: la de quien educa y la de quien es educado. Es a este nivel donde se sitúa el proceso educativo.
La educación es por tanto un fundamento antropológico. Pero el título añade una dimensión más específica con la referencia a “fe y cultura”: hablaremos por ello de educación en un sentido fuerte, como transmisión no sólo de competencias, sino de un significado conjunto del “arte de vivir”. Y sobre esto cristianos y musulmanes tienen extrema necesidad de confrontarse. La particular coyuntura histórica, que en Occidente lleva a muchos a hablar de “emergencia educativa”, impulsó hace dos años a Benedicto XVI a dirigir a los fieles romanos una carta sobre la tarea urgente de la educación, y el año pasado hubo un informe-propuesta sobre educación dirigido por el proyecto cultural de la Conferencia de los obispos italianos. Pero la cuestión no es sólo occidental. El problema, de distintas formas, lo advierten también en los países musulmanes, donde se intenta encajar lo moderno (o quizás directamente lo post-moderno) en la fidelidad a las propias raíces, a menudo en un contexto económico muy difícil.
Junto a países ricos que han llevado a cabo cuidadas políticas escolares, hay también muchos Estados en los que el sector educativo tiene un grandísimo sufrimiento y el nivel de instrucción ha caído en las últimas décadas. Al mismo tiempo ha retomado vigor la institución musulmana dedicada a la transmisión del saber, la madrasa, que con todo ha conocido una evolución y muestra en su interior tendencias muy diversificadas. Por poner un ejemplo extremo, una madrasa india y una madrasa paquistaní son muy diversas entre sí. Es en este contexto donde se hablará de enseñanza de la religión o de las religiones, formación de los imanes, educación y diálogo, educación y violencia...
Finalmente, un dato que no hay que minusvalorar es que el encuentro tendrá lugar en el Líbano: un país muy complejo y lleno de tensiones, pero también muy rico en esperanzas significativas en el campo de la educación, que han contribuido a plasmar ese rostro tan particular de este “Oriente Medio en pequeño”.
-¿De qué forma la Fundación Oasis lleva adelante su propuesta educativa hacia los cristianos que viven en países de mayoría musulmana?
Diez: Oasis se propone como lugar de encuentro y de enriquecimiento recíproco, porque todos necesitamos aprender unos de otros. Concretamente, a nuestros lectores árabes ofrecemos distintos textos del magisterio y clásicos del pensamiento cristiano, pero también artículos de filosofía, antropología, geopolítica y actualidad, principalmente a través de los instrumentos de la revista plurilingüe y de la newsletter.
Precisamente en estos días sale también en el Líbano, gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada, la traducción de las catequesis de Benedicto XVI sobre san Pablo, cuya realización hemos dirigido, y que enviaremos a los obispos de la región. Pero esto son solo signos: lo que más nos interesa es implicar lo más posible a cristianos y musulmanes de la región en una red de comunión. Y aprender lo más posible de sus experiencias. Oasis funciona en las dos direcciones y es difícil decir quien da o recibe más.
-Se acerca el Sínodo de los Obispos para Oriente Medio. ¿Qué pistas de reflexión quieren ofrecer ustedes, con este encuentro, a los padres sinodales que se reunirán el próximo octubre en Roma?
Diez: El Sínodo sobre Oriente Medio supone una grandísima oportunidad y al mismo tiempo una ocasión que no hay que perder. No por casualidad la idea del Sínodo viene del país medio oriental que más ha sufrido en estos años, Iraq. El desafío contenido en el título “comunión y testimonio” es central para la supervivencia misma de una presencia católica de pueblo en esta región del mundo. La reunión de Oasis se estableció antes del anuncio del Sínodo, pero, inspirándonos en el título del encuentro de los obispos, esperamos que el Comité pueda ser verdaderamente una ocasión d comunión y testimonio.
Por Mirko Testa, traducción del italiano por Inma Álvarez 

Diez países apoyan a Italia y al Crucifijo ante el Tribunal Europeo
Entre ellos se encuentra Rusia
ESTRASBURGO, martes 1 de junio de 2010 (ZENIT.org).- Por primera vez en la historia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), diez Estados miembros, entre ellos Rusia, se han declarado como "amicus curiae" (es decir, tercera parte) ante la sentencia dictada contra el Estado italiano que prohíbe el Crucifijo en las aulas de las escuelas y que será analizada por la Gran Sala de ese Tribunal el 30 de junio.
El Tribunal comunicó este martes al Centro Europeo para el Derecho y la Justicia (European Centre For Law And Justice, ECLJ), la lista de los miembros que han salido en defensa de Italia: Armenia, Bulgaria, Chipre, Grecia, Lituania, Malta, Mónaco, San Marino, Rumanía, y la Federación Rusa.
Estos diez Estados, que forman parte de las 47 naciones del Consejo de Europa, han pedido formalmente al Tribunal presentarse oficialmente como "tercera parte" cuando el caso se presente ante la Cámara. La condición de "tercera parte" permite a los Estados convertirse oficialmente en parte de un caso y presentar al Tribunal sus observaciones escritas y orales.
Todos intervienen en apoyo al Estado italiano que trata de anular la sentencia del mes de noviembre pasado que prohíbe los crucifijos en las aulas de clase. Al mismo tiempo, doce organizaciones no gubernamentales (ONG'S) han sido admitidas por el Tribunal como "tercera parte". Ningún Estado u ONG ha intervenido en apoyo de esa sentencia.
Además de esos diez Estados miembros, otros Estados se han pronunciado contra la sentencia del 3 de noviembre de 2009, como es el caso de Austria o Polonia, que emitieron pronunciamientos políticos el 19 de noviembre y el 3 de diciembre de 2009 respectivamente.
"Se trata de un precedente importante para la vida del Tribunal, pues en general los Estados miembros se abstienen de intervenir o intervienen sólo cuando el caso afecta a un ciudadano de su Estado", explica a ZENIT Gregor Puppinck, director del Centro Europeo para el Derecho y la Justicia.
"El 'caso del Crucifijo' es único y no tiene precedentes. Diez Estados han decidido explicar a la Corte cuál es el límite de su jurisdicción, cuál es el límite de su capacidad para crear nuevos 'derechos' contra la voluntad de los Estados miembros. Puede verse en todo esto un contra-balance de su poder", añade Puppinck en declaraciones a ZENIT.
El caso Lautsi, o "caso del Crucifijo" fue remitido a la Gran Cámara del tribunal después de que el Gobierno italiano apelara, el pasado 28 de enero, contra la sentencia emitida por la Sección Segunda del Tribunal el 3 de noviembre de 2009.
En esta primera decisión, el tribunal dictaminó que la presencia del crucifijo en las aulas es "contraria al derecho de los padres a educar a sus hijos en la línea de sus propias convicciones y al derecho de los niños a la libertad religiosa", porque los alumnos italianos se sentirían "educados en un entorno escolar marcado por una determinada religión".
El tribunal continuó afirmando que la presencia del crucifijo podría ser "emocionalmente perturbadora" para el hijo de la señora Lautsi (la demandante), y, lo más importante, que su exhibición no podría "fomentar el pensamiento crítico en los alumnos" ni "servir al pluralismo educativo" esencial para preservar una "sociedad democrática".
El tribunal concluyó que eso había sido una violación del artículo 2 del Protocolo número 1 (Derecho a la educación), así como del artículo 9 (libertad religiosa) de la Convención.
Esta decisión ha sido duramente criticada por expertos políticos y juristas de varios Estados europeos como una imposición del "laicismo". En concreto, se ha reafirmado que la Convención Europea de Derechos Humanos nunca ha requerido que el Estado deba "observar la neutralidad confesional en el contexto de la educación pública" o de cualquier otro sector público.
De hecho, varios Estados miembros del Consejo de Europa son "Estados confesionales" con una religión oficial o un reconocimiento de Dios en sus leyes y constituciones.
Al conceder el pasado 2 de marzo la remisión ante la Gran Cámara de la decisión de noviembre, el tribunal ha reconocido que la decisión de noviembre plantea graves problemas legales y debe ser reconsiderada por la formación del tribunal.
El pasado 29 de abril, el Gobierno italiano presentó su memorándum al Tribunal explicando que los jueces de Estrasburgo no tienen competencias para imponer el laicismo a un país, en particular a Italia, nación caracterizada por su mayoritaria práctica religiosa e identidad católica.
La decisión del tribunal, tras la audiencia pública de la Gran Sala que se celebrará el 30 de junio, será publicada a finales de año.
Por Jesús Colina

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