El IES Federico Baraibar retoma sus clases de Religión tras un paréntesis de diez días
El pasado miércoles se incorporó un sacerdote, que también imparte esta asignatura en el Ramiro de Maeztu, para ocupar la plaza del docente fallecido Doce días han estado sin clase de Religión los 63 alumnos matriculados en esta asignatura en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Federico Baraibar de Vitoria. Hasta el pasado miércoles, 5 de mayo. «El Obispado, a través de la Delegación Territorial de Educación, nos envió ese día por la mañana un profesor», explicó a EL CORREO el director del centro, Ángel Zárate. Este periódico desvelaba el 26 de abril que los estudiantes se habían quedado sin poder cursar esa materia después de la muerte del profesor titular y de que se rescindiera el contrato a la docente sustituta. Pero ahora un sacerdote, que precisamente abandona este curso la docencia porque se jubila, se ha incorporado al instituto vitoriano. Procede de otro IES de la capital alavesa, el Ramiro de Maeztu, en el que seguirá impartiendo clases. «Y ahora tendremos que ver cómo adaptamos los horarios. Porque desde luego que no es la mejor solución posible», reconoce Zárate, «pero al menos nuestros alumnos podrán volver a tener clase». Que es de lo que se trataba y por lo que hicieron un frente común los estudiantes, el claustro de profesores del Federico Baraibar y la asociación que representa a los profesores de religión en la enseñanza pública vasca. Durante esos días, desde el 14 de abril hasta el miércoles -la semana festiva de San Prudencio hizo que los escolares perdiesen menos clases-, los alumnos utilizaron las horas dedicadas a esa materia para, bajo la supervisión de un profesor de guardia, realizar otro tipo de tareas. Con anterioridad, ya se había incorporado al centro otro profesor para asumir labores organizativas así como actividades extraescolares y clases de apoyo. «Pero el de Religión ha tardado en llegar más de lo esperado. Ha faltado agilidad», denuncia Zárate, que considera que si la asignatura hubiera sido otra «habríamos tenido la solución bastante antes»...EL OBISPO LLAMA A LA MATRICULACIÓN Y DENUNCIA “TRABAS” EN COLEGIOS E INSTITUTOS..
Inspección a la clase de Religión
Conselleria detecta que algunos centros sí “discriminan” en el horario la asignatura..
Varios colegios e institutos de Enseñanza Secundaria y Bachiller de la capital y la provincia están en el punto de mira de la Conselleria de Educación desde que se detectaron “trabas” para estudiar Religión. La voz la alzó en su carta pastoral de ayer, domingo, el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, en la que especificaba que “algunos padres” le habían “trasladado las dificultades que les ponen directivos de colegios e IES públicos cuando quieren inscribir a sus hijos en dicha asignatura”.
Al respecto, fuentes de la Conselleria que dirige Alejandro Font de Mora incidieron en que se está detectando en algunos centros que se están dando circunstancias para que los estudiantes no elijan la optativa, como ponerlas a primera o a última hora, sin garantizar la opción alternativa a la materia. López Llorente, en la Hoja parroquial, colgada en la página web del obispado, ya insistía en estos aspectos, que “no son raros”, y que, incluso, según le han hecho llegar algunos padres, “algunos de los alumnos son privados del transporte escolar por el tema de los horarios, ya que los que no han elegido esta optativa quedan libres de asistir a clase, al no haber para ellos alternativa ni tan siquiera en la forma de atención educativa”.
MENOS MATRICULADOS // Las fuentes de Educación explican que la asigntura de Religión sufre una caída en picado de matriculados desde los años de Primaria hasta Bachiller, con cifras que van del 70% al 10%, respectivamente.
Por ello, el obispo apeló ayer al “derecho” de los padres a “que sus hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo con sus convicciones religiosas, según dicta la Constitución”. Y, además, marcó que “la Religión católica es una asignatura que obligatoriamente los directores de los colegios deben ofrecer a los padres en el tiempo en que se formalicen las matrículas; y que esto se haga con las horas que les corresponden y no se escuden en tretas diversas para no hacerlo”.
El obispo, asimismo, insiste en que “los progenitores deben velar por que sus hijos no sean discriminados, mal mirados e incluso despectivamente interpelados porque cursan Religión, y, en su caso, denunciarlo”.
El presidente de los directores de IES de la provincia, José Martí, negó estas discriminaciones, e insistió en que “todos los centros tienen esta oferta, que se escoge libremente, y que cuenta con una actividad complementaria. En su centro, el IES Penyagolosa, dice, “hay un profesor que imparte la asignatura en sus horas”. El BNG insta al Gobierno central a revisar sus acuerdos con la Iglesia
La diputada del BNG en el Congreso, Olaia Fernández Davila, registró una proposición no de ley en la Cámara baja en la que insta al Gobierno central a revisar los acuerdos que mantiene con la Iglesia católica con el fin de adaptarlos al carácter aconfesional del Estado español.
Así, el BNG emplazó al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero a entablar un proceso de diálogo con la Iglesia para revisar los "privilegios que aún se conservan" en base a los Acuerdos Internacionales firmados con la Santa Sede en 1976 y 1979.
En este sentido, Fernández Davila criticó que la aconfesionalidad recogida en la Constitución "es la teoría", ya que a su juicio, "en la práctica no es así". Por ello, la nacionalista demandó al Gobierno que practique la igualdad de trato y no se discrimine a las demás confesiones religiosas.
"Es un hecho el trato preferencial que tiene la Iglesia católica, que mantiene muchos privilegios, tanto desde el punto de vista educativo como económico y cultural", criticó.
Al respecto, el BNG se refirió a diversos tratos de favor hacia el catolicismo como la permanencia de la asignatura de religión en el sistema educativo, la simbología cristiana en las aulas, así como "privilegios" económicos como la exención en impuestos, en el IBI o en las contribuciones especiales. SHOW EDUCATIVO
JAVIER DURÁN . No es agradable certificar que ni el fracaso escolar puede motivar un acuerdo político en España. La separación cada vez más profunda entre los representantes públicos y la sociedad es evidente a través de la egolatría sobre la que descansan: sus proyectos son exclusivamente personales, y como mucho, aunque lo dudo, del partido. La educación es ahora más que nunca una maría, aunque integrada por brebajes más actualizados, como es la diatriba entre enseñanza pública y privada (aunque religiosa), la cuestión del bilingüismo (castellano, catalán, vasco...) y la incorporación última sobre la necesidad de reforzar la autoridad del profesor. Según el PP, la falta de firmeza de los socialistas sobre estos tres aspectos llevaron a la nada el pacto por la educación en España, aunque de cara al publicismo la portavoz Cospedal lo resumió así: el Ministerio "no ha querido cambiar el modelo educativo fracasado". Una explicación tan despachada a la carrera que refleja el desinterés por un problema donde no sólo está en juego el sistema académico, sino por supuesto el futuro de la planificación socioeconómica del país, con una monumental cifra de parados en el cráter de un volcán a punto de reventar.
La aplicación de la sensatez al mapa educativo nacional tenía, entre otros atractivos, que lograr por una vez que el sistema no estuviese supeditado a los cambios de legislatura. El abandono del PP significa, por tanto, que en el supuesto caso de que ganara las próximas elecciones cambiaría una vez más nuestro manoseado modelo, cojitranco y un tanto ininteligible debido a las entradas y salida de normativas varias. Entre las resistencias populares, más allá del resumen de la portavoz, la que tiene más que ver con la educación, es decir, con los padres y los alumnos propiamente, es la que hace referencia a la necesidad de revestir al profesor de mayor autoridad. Y en dicho punto, frente al alumno que increpa, maltrata o agrede al profesor, hay un soporte que es el Código Penal. Ir más allá podría significar la creación de un régimen especial, disciplinario, para la enseñanza. ¿Es la mejor medicina para unos hechos aislados, de poca frecuencia? ¿Establecer la expulsión como moneda corriente es la mejor alternativa? En todo caso, no parece ser la falta de autoridad del profesor en la aulas lo que realmente contribuye a aumentar el fracaso escolar. Al margen de las excepciones delicuenciales, el origen de la situación está donde ha estado siempre: sobreabundancia de asignaturas; contenidos obsoletos; temarios que se estancan y no abordan la época, ni mucho menos la actualidad; falta de atención personalizada a los alumnos por carencia de medios humanos; enseñantes burocratizados; saturación de tareas para los pupilos; docentes instalados cómodamente en la función pública... La ristra de males podría ser interminable... Pese a ello, y también al ejemplo de higiene pública puesta de manifiesto por el ministro Gabilondo, ha sido imposible cerrar un pacto para la educación. ¿Puede pesar más la inmediatez preelectoral que la abrumadora coyuntura del panorama educativo? Pues parece que sí.
Las negociaciones a lo largo de un año del catedrático Gabilondo con los sectores son un buen laboratorio para obtener, si se quiere, conclusiones sobre cómo el PP es rehén de su propia práctica obstruccionista. La propuesta de pacto no removía, en caso alguno, las aguas conflictivas de la Educación para la Ciudadanía, la asignatura de religión, la ficha financiera de la concertación... O sea, la verdadera selva de la confrontación. Pero ni el talante moderado y conciliador del ministro ni el salto sobre las hogueras lograron promover un voto de confianza, un signo de madurez democrática. Hacer de la educación una moneda de cambio es un clásico en España, y el dramatismo de las cifras no parece ser un motivo para cambiar de rumbo. Ni tampoco el hastío social ante la política como espectáculo. Coalición Canaria (CC), de manera cabal, se ha distanciado de su socio, y a la vez que apoyaba las propuestas de Gabilondo manifestaba su extrañeza ante la fortaleza de PP para oponerse a un acuerdo con un consenso muy trabajado, o al menos así lo parecía por la compenetración de Cospedal con Gabilondo.
Tras la expulsión de los líquidos de este primer intento de pacto, los ciudadanos deben renunciar a cualquier ilusión con respecto a una salida dialogada de los asuntos más calientes de la política española. El PP es capaz de convertir cualquier lecho de convergencia en el escenario ideal de un faquir: someter al país a la mortificación de tener que andar día tras día sobre cristales picudos, cuchillos de punta fina y alfileres. El resultado es que le han dicho 'no' a Gabilondo, pero lo mismo hubiese ocurrido con una momia delante. Todos tenemos claro ya que la educación está supeditada a los cambios de gobierno, y que la PAU puede llamarse PU o PAS, la LOE LOLE, y así...
Doce días han estado sin clase de Religión los 63 alumnos matriculados en esta asignatura en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Federico Baraibar de Vitoria. Hasta el pasado miércoles, 5 de mayo. «El Obispado, a través de la Delegación Territorial de Educación, nos envió ese día por la mañana un profesor», explicó a EL CORREO el director del centro, Ángel Zárate.
Este periódico desvelaba el 26 de abril que los estudiantes se habían quedado sin poder cursar esa materia después de la muerte del profesor titular y de que se rescindiera el contrato a la docente sustituta.
Pero ahora un sacerdote, que precisamente abandona este curso la docencia porque se jubila, se ha incorporado al instituto vitoriano. Procede de otro IES de la capital alavesa, el Ramiro de Maeztu, en el que seguirá impartiendo clases. «Y ahora tendremos que ver cómo adaptamos los horarios. Porque desde luego que no es la mejor solución posible», reconoce Zárate, «pero al menos nuestros alumnos podrán volver a tener clase».
Que es de lo que se trataba y por lo que hicieron un frente común los estudiantes, el claustro de profesores del Federico Baraibar y la asociación que representa a los profesores de religión en la enseñanza pública vasca.
Durante esos días, desde el 14 de abril hasta el miércoles -la semana festiva de San Prudencio hizo que los escolares perdiesen menos clases-, los alumnos utilizaron las horas dedicadas a esa materia para, bajo la supervisión de un profesor de guardia, realizar otro tipo de tareas.
Con anterioridad, ya se había incorporado al centro otro profesor para asumir labores organizativas así como actividades extraescolares y clases de apoyo. «Pero el de Religión ha tardado en llegar más de lo esperado. Ha faltado agilidad», denuncia Zárate, que considera que si la asignatura hubiera sido otra «habríamos tenido la solución bastante antes».
..EL OBISPO LLAMA A LA MATRICULACIÓN Y DENUNCIA “TRABAS” EN COLEGIOS E INSTITUTOS..
Inspección a la clase de Religión
Conselleria detecta que algunos centros sí “discriminan” en el horario la asignatura..
Varios colegios e institutos de Enseñanza Secundaria y Bachiller de la capital y la provincia están en el punto de mira de la Conselleria de Educación desde que se detectaron “trabas” para estudiar Religión. La voz la alzó en su carta pastoral de ayer, domingo, el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, en la que especificaba que “algunos padres” le habían “trasladado las dificultades que les ponen directivos de colegios e IES públicos cuando quieren inscribir a sus hijos en dicha asignatura”.Al respecto, fuentes de la Conselleria que dirige Alejandro Font de Mora incidieron en que se está detectando en algunos centros que se están dando circunstancias para que los estudiantes no elijan la optativa, como ponerlas a primera o a última hora, sin garantizar la opción alternativa a la materia. López Llorente, en la Hoja parroquial, colgada en la página web del obispado, ya insistía en estos aspectos, que “no son raros”, y que, incluso, según le han hecho llegar algunos padres, “algunos de los alumnos son privados del transporte escolar por el tema de los horarios, ya que los que no han elegido esta optativa quedan libres de asistir a clase, al no haber para ellos alternativa ni tan siquiera en la forma de atención educativa”.
MENOS MATRICULADOS // Las fuentes de Educación explican que la asigntura de Religión sufre una caída en picado de matriculados desde los años de Primaria hasta Bachiller, con cifras que van del 70% al 10%, respectivamente.
Por ello, el obispo apeló ayer al “derecho” de los padres a “que sus hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo con sus convicciones religiosas, según dicta la Constitución”. Y, además, marcó que “la Religión católica es una asignatura que obligatoriamente los directores de los colegios deben ofrecer a los padres en el tiempo en que se formalicen las matrículas; y que esto se haga con las horas que les corresponden y no se escuden en tretas diversas para no hacerlo”.
El obispo, asimismo, insiste en que “los progenitores deben velar por que sus hijos no sean discriminados, mal mirados e incluso despectivamente interpelados porque cursan Religión, y, en su caso, denunciarlo”.
El presidente de los directores de IES de la provincia, José Martí, negó estas discriminaciones, e insistió en que “todos los centros tienen esta oferta, que se escoge libremente, y que cuenta con una actividad complementaria. En su centro, el IES Penyagolosa, dice, “hay un profesor que imparte la asignatura en sus horas”.
El BNG insta al Gobierno central a revisar sus acuerdos con la Iglesia
La diputada del BNG en el Congreso, Olaia Fernández Davila, registró una proposición no de ley en la Cámara baja en la que insta al Gobierno central a revisar los acuerdos que mantiene con la Iglesia católica con el fin de adaptarlos al carácter aconfesional del Estado español.
Así, el BNG emplazó al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero a entablar un proceso de diálogo con la Iglesia para revisar los "privilegios que aún se conservan" en base a los Acuerdos Internacionales firmados con la Santa Sede en 1976 y 1979.En este sentido, Fernández Davila criticó que la aconfesionalidad recogida en la Constitución "es la teoría", ya que a su juicio, "en la práctica no es así". Por ello, la nacionalista demandó al Gobierno que practique la igualdad de trato y no se discrimine a las demás confesiones religiosas.
"Es un hecho el trato preferencial que tiene la Iglesia católica, que mantiene muchos privilegios, tanto desde el punto de vista educativo como económico y cultural", criticó.
Al respecto, el BNG se refirió a diversos tratos de favor hacia el catolicismo como la permanencia de la asignatura de religión en el sistema educativo, la simbología cristiana en las aulas, así como "privilegios" económicos como la exención en impuestos, en el IBI o en las contribuciones especiales.
SHOW EDUCATIVO
La aplicación de la sensatez al mapa educativo nacional tenía, entre otros atractivos, que lograr por una vez que el sistema no estuviese supeditado a los cambios de legislatura. El abandono del PP significa, por tanto, que en el supuesto caso de que ganara las próximas elecciones cambiaría una vez más nuestro manoseado modelo, cojitranco y un tanto ininteligible debido a las entradas y salida de normativas varias. Entre las resistencias populares, más allá del resumen de la portavoz, la que tiene más que ver con la educación, es decir, con los padres y los alumnos propiamente, es la que hace referencia a la necesidad de revestir al profesor de mayor autoridad. Y en dicho punto, frente al alumno que increpa, maltrata o agrede al profesor, hay un soporte que es el Código Penal. Ir más allá podría significar la creación de un régimen especial, disciplinario, para la enseñanza. ¿Es la mejor medicina para unos hechos aislados, de poca frecuencia? ¿Establecer la expulsión como moneda corriente es la mejor alternativa? En todo caso, no parece ser la falta de autoridad del profesor en la aulas lo que realmente contribuye a aumentar el fracaso escolar. Al margen de las excepciones delicuenciales, el origen de la situación está donde ha estado siempre: sobreabundancia de asignaturas; contenidos obsoletos; temarios que se estancan y no abordan la época, ni mucho menos la actualidad; falta de atención personalizada a los alumnos por carencia de medios humanos; enseñantes burocratizados; saturación de tareas para los pupilos; docentes instalados cómodamente en la función pública... La ristra de males podría ser interminable... Pese a ello, y también al ejemplo de higiene pública puesta de manifiesto por el ministro Gabilondo, ha sido imposible cerrar un pacto para la educación. ¿Puede pesar más la inmediatez preelectoral que la abrumadora coyuntura del panorama educativo? Pues parece que sí.
Las negociaciones a lo largo de un año del catedrático Gabilondo con los sectores son un buen laboratorio para obtener, si se quiere, conclusiones sobre cómo el PP es rehén de su propia práctica obstruccionista. La propuesta de pacto no removía, en caso alguno, las aguas conflictivas de la Educación para la Ciudadanía, la asignatura de religión, la ficha financiera de la concertación... O sea, la verdadera selva de la confrontación. Pero ni el talante moderado y conciliador del ministro ni el salto sobre las hogueras lograron promover un voto de confianza, un signo de madurez democrática. Hacer de la educación una moneda de cambio es un clásico en España, y el dramatismo de las cifras no parece ser un motivo para cambiar de rumbo. Ni tampoco el hastío social ante la política como espectáculo. Coalición Canaria (CC), de manera cabal, se ha distanciado de su socio, y a la vez que apoyaba las propuestas de Gabilondo manifestaba su extrañeza ante la fortaleza de PP para oponerse a un acuerdo con un consenso muy trabajado, o al menos así lo parecía por la compenetración de Cospedal con Gabilondo.
Tras la expulsión de los líquidos de este primer intento de pacto, los ciudadanos deben renunciar a cualquier ilusión con respecto a una salida dialogada de los asuntos más calientes de la política española. El PP es capaz de convertir cualquier lecho de convergencia en el escenario ideal de un faquir: someter al país a la mortificación de tener que andar día tras día sobre cristales picudos, cuchillos de punta fina y alfileres. El resultado es que le han dicho 'no' a Gabilondo, pero lo mismo hubiese ocurrido con una momia delante. Todos tenemos claro ya que la educación está supeditada a los cambios de gobierno, y que la PAU puede llamarse PU o PAS, la LOE LOLE, y así...
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