@elprofebati
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Con Snoopy en las carteleras desde el pasado viernes —en una cinta genial
que, no obstante, resulta mucho más recomendable para los adultos
amantes de la animación que para los "enanos"— echamos la vista atrás, a
1965, para fijarnos en este especial de televisión de 25 minutos
emitido originalmente por la CBS que, al menos al otro lado del charco,
es una auténtica institución de los fastos que sirven para cerrar cada año con emisiones que en los últimos tiempos se hacen hasta en dos ocasiones a lo largo de las celebraciones navideñas.
De animación muy ajustada a los dibujos originales de Charles Schulz
y una banda sonora de corte jazzistico, el guión de 'A Charlie Brown
Christmas' sigue a un Carlitos deprimido ante la proximidad de las
vacaciones navideñas y es un vehículo para una magnífica reflexión crítica acerca de la excesiva comercialización de la Navidad, recordando a todos a través de la elocuencia de su mensaje el verdadero significado de la misma.
2. Rudolph, el reno de la nariz roja
No nos movemos de la "caja tonta" —aunque ya de caja tienen poco las
enormes pantallas planas que decoran nuestros salones— para dar cuenta
de otra institución televisiva estadounidense que lleva emitiéndose de
forma ininterrumpida cada nueva Navidad desde su primera incursión en
los hogares yanquis en 1964 y que, de la misma manera que 'A Charlie
Brown Christmas', tiempo ha abandono su único pase anual para ser televisado en más de una ocasión durante esta época del año.
Responsabilidad de Rankin-Bass, una compañía de animación que durante los ochenta sería responsable de títulos como 'El vuelo de los dragones'
('Flight of Dragons') o 'El último unicornio' ('The Last Unicorn'),
'Rudolph, el reno de la nariz roja' es un relato lleno de candor y
buenos sentimientos que narra la historia de un reno de nariz encarnada
que busca su lugar en un mundo que se burla de él por lo llamativo de su
apéndice. Filmado con la técnica stop-motion, estos escasos cincuenta minutos son de obligado visionado para todo niño.
3. How the Grinch Stole Christmas!
Seguimos en la televisión —desafortunadamente, la gran pantalla no ha
sido especialmente prolífica en títulos navideños adecuados para los
niños de educación infantil— y lo hacemos con otro de esos especiales
que los infantes americanos se saben de memoria. Quizás muchos lo que
recuerden al oir el nombre de Grinch es la muy olvidable película
protagonizada por Jim Carrey en el año 2000, pero la
adaptación del relato del Dr.Seuss que a nosotros nos interesa es la
que fue dirigida en 1966 por esa institución de la animación llamada
Chuck Jones.
Responsable de la creación de algunos de los personajes más famosos
de los "Looney Tunes" —entre ellos de mi adorado Wile E.Coyote— y
director de muchos de los mejores episodios que protagonizaron Bugs
Bunny, el Pato Lucas y compañía, Jones se hacía aquí cargo de poner en
imágenes en movimiento al desagradable Grinch, un personaje verde y con
un corazón de "dos tallas menos" cuyo odio hacia la Navidad provocará
que intente arruinársela a los habitantes del pueblo que se encuentra
cerca de su casa. Calificar a estos 25 minutos de clásicos es, probablemente, quedarse cortos.
4. Los Teleñecos en cuentos de Navidad
Si hasta ahora he hablado de instituciones televisivas de la Navidad
estadounidense, de lo que deberíamos hablar aquí es de instituciones
infantiles universales, una calificación que incluso podría llegar a ser
pobre al referirnos a Gustavo, Peggy, Gonzo, Fozzie y todas las
marionetas creadas en la factoría de ese genio llamado Jim Henson que conforman la habitual alineación de los Teleñecos. Unos personajes que forman parte del imaginario de muchas generaciones de televidentes y que, de cuando en cuando, se han atrevido a dar el salto a la gran pantalla con resultados desiguales.
De entre lo mejor de lo que los "Muppets" han protagonizado en el
cine se encuentra una de las muchas adaptaciones que el séptimo arte ha
llevado a cabo sobre la inmortal novela de Charles Dickens, 'Cuento de Navidad'. Con el ávaro Ebenezer Scrooge interpretado por Michael Caine y el resto de personajes de la novela recayendo en los muñecos que muchos adoramos desde siempre, 'Los
Teleñecos en cuentos de Navidad' ('The Muppet Christmas Carol') es,
probablemente, la mejor forma de introducirle a los más pequeños este
relato sobre la bondad humana y el alcance de "el espíritu navideño".
5. Arthur Christmas: Operación regalo
Y terminamos esta pequeña selección con la que fuera una de las más agradables sorpresas cinematográficas que nos trajo 2014, una cinta que refleja con precisión, humor y mucho cariño la magia de las Navidades
y que confirmaba que, cuando así lo quiere —que es casi siempre—, la
productora británica Aardman puede hablarle de tú a tú, al menos en lo
que a guión se refiere, a aquellas cintas que son consideradas el rasero
de calidad indiscutible del cine de animación actual, las cintas de la
Pixar.
Animada por completo mediante ordenador pero sin perder la muy
reconocible personalidad que siempre ha acompañado a los filmes y
cortometrajes de los creadores de Wallace y Gromit, la historia del hijo
menos agraciado de Santa Claus y de su empeño por humanizar la
asombrosa maquinaria en la que se ha convertido el trabajo de su padre
es de esas capaces de arrancar todo tipo de reacciones del público, ya
sea de aquél al que va "dirigido" ya, sobre todo, de unos padres que disfrutarán de lo lindo con una propuesta estimulante y tremendamente divertida.
6. Elf
Creedme cuando os digo que, como cinéfilo recalcitrante, jamás se me ocurriría recomendar una cinta protagonizada por Will Ferrell que no fuera la fabulosa 'Más extraño que la ficción' ('Stranger than Fiction'). Dicho esto, he de confesar que, aún contando con su irritante presencia, 'Elf' es una comedia navideña de buenos sentimientos que da gusto ver...y revisar. Y eso, viniendo de alguien que no puede ver al actor ni en pintura —por no hablar de Zooey Deschanel—, ya os debería dar una idea aproximada de esta producción firmada por Jon Favreau antes de que Marvel requiriera de sus "talentos" para poner en pie la primera entrega de 'Iron Man'.
Ferrell da aquí vida a un niño que terminó yendo a parar al Polo
Norte en uno de los sacos de Santa Claus y que, criado por elfos, deberá
volver a la civilización siendo ya un hombre para reencontrarse con su
padre, un tipo sin escrúpulos. Lo mejor de la película, sin duda alguna,
los ridículos momentos en los que la educación de Buddy, el personaje de Ferrell, choca de frente tanto con la sociedad moderna como con ese progenitor interpretado con su habitual sorna, por un estupendo James Caan y, por supuesto, la aparición de Peter Dinklage.
7. Pesadilla antes de Navidad
La vi con dieciocho años en el momento de su estreno en 1993, y desde
entonces casi no ha pasado año que no haya vuelto a ella para seguir
dando cuenta de la increíble magia que despliega esta producción
dirigida por Henry Selick —que no por Tim Burton,
que sólo hizo funciones de productor..y de alguna otra cosa más— en la
que mediante un uso asombroso de las técnicas de animación por stop-motion se nos da a conocer uno de los mundos de las festividades estadounidenses, el de Halloween, un mundo oscuro, tétrico y lleno de criaturas de pesadilla en el que vive ese torrente de carisma llamado Jack Skellington.
Deprimido por no encontrar ya la alegría en la celebración de la
festividad que da paso al mes de noviembre, Jack irá a dar con sus
huesos a la tierra de la Navidad, urdiendo un descabellado plan para
secuestrar a Santa Claus y sustituirlo como aquél que reparta a los
niños sus regalos. Genialidad constante, animada por canciones inolvidables y por personajes asombrosos, 'Pesadilla antes de Navidad'
('Nightmare Before Christmas') es una de esas películas que, vistas con
la edad adecuada, permanecerán para siempre en la memoria
cinematográfica. Deseando estoy ya que mi hija tenga seis o siete años
para poder ponérsela y que alucine como lo han hecho ya tantos y tantos
niños...y no tan niños.
8. Solo en casa
Responsable del guión de tres de las producciones
infantiles-juveniles más importantes de los años ochenta —a la que
veremos algo más abajo habría que añadir las imprescindibles 'Los Goonies' ('The Goonies') y 'El secreto de la pirámide' ('Young Sherlock Holmes')—, en su faceta de director Chris Columbus también nos
ha dejado algún que otro título de esos que, sin ser obras maestras
imprescindibles, hay que ver al menos una vez en la vida con la edad
adecuada. Y la edad adecuada para 'Solo en casa' ('Home Alone')
es sin duda la de los ocho años que tiene el Kevin McCallister
interpretado por Macaulay Culkin, un chaval cuya alocada familia deja atrás en una inmensa casa durante la Navidad.
Cumpliendo así el sueño de cualquier niño de quedarse solo en su hogar sin la "molesta" presencia de sus padres y hermanos, recuerdo perfectamente las risas que mi padre y yo nos echamos en el cine junto la platea al completo aquél año de 1990.
Risas que, conforme avanzaba el metraje y hacían acto de aparición los
"ladrones mojados" se convertían en incontenibles carcajadas mientras un
niño poseído por el espíritu de McGyver les daba "para el pelo" a dos
de los cacos más ineptos que ha conocido el cine.
9. Polar Express
Decidido a demostrar a todo el mundo que la animación por captura de
movimiento era poco menos que el futuro al que estaba abocado el cine, Robert Zemeckis
dejó de lado durante doce años el cine de imagen real para volcarse de
lleno en las tres producciones que estrenó durante la primera década de
este s.XXI: con dos de ellas destinadas, bien al público adulto —la
visualmente fascinante pero irregular 'Beowulf'— bien a adolescentes entrados en años —la adaptación del 'Cuento de Navidad' dickesiano— es 'Polar Express' el primer experimento en el uso de la citada técnica que Zemeckis nos hizo llegar en 2004.
Con un guión que no pasa de lo anecdótico, alguna que otra canción
metida con calzador y la tecnología dando su peor cara en los en
ocasiones extraños movimientos de los personajes humanos —muchos de
ellos encarnados por Tom Hanks— donde 'Polar Express'
resulta más alucinante es en la auténtica montaña rusa que plantea el
viaje el tren al polo Norte que realiza el tren que da nombre al filme.
Un viaje que justifica —y es de las pocas películas que así lo hace— el visionado de la cinta en 3D y que atesora momentos capaces de quitar el hipo al más pintado.
10. El origen de los guardianes
Desde que arrancara su actividad a finales de los noventa, la división animada de Dreamworks
ha intentado de forma denodada plantar cara a la indiscutible hegemonía
de Pixar en el mundo de la animación digital con propuestas que se han
saldado con todo tipo de resultados artísticos y comerciales. Y si bien
en éste segundo término 'El origen de los guardianes' ('Rise of the Guardians') no tuvo nada que hacer contra 'Brave',
la apuesta del estudio de Luxo Jr. de 2012, en lo que se refiere a
historia, este relato que une a los "guardianes" de las festividades más
reconocibles superaba, bajo mi punto de vista, a aquello que nos ofrecía la cinta protagonizada por la princesa Mérida.
No en vano, esta historia en la que el conejo de Pascua, el Hada de
los Dientes, Sandman y Santa Claus se unen a Jack Frost para combatir a
un ente que busca acabar con la felicidad de los niños del mundo, cuenta
con muchos alicientes para para emocionar —y atemorizar en algunos
momentos— y para dejar huella imborrable en los chavales que a ella se
acerquen por lo mucho que les habla de la necesidad de no perder nunca de vista eso que hace de la niñez el período más importante de nuestras vidas: la imaginación.
11. Gremlins
Para cualquier cinéfilo que fuera niño durante los ochenta, 'Gremlins'
es sin duda alguna uno de los puntales sobre el que se fundamentará su
pasión por el séptimo arte. El que esto suscribe la vio con nueve años y
el recuerdo que guardo de aquella primera vez en el cine asistiendo al
despliegue de gamberradas constantes al que los mogwais sometían a
Kingston Falls —un pequeño pueblo imaginario que homenajeaba al Bedford
Falls de la cinta navideña por antonomasia, esa obra maestra llamada '¡Qué bello es vivir!'— es de esos que los treinta y un años transcurridos desde su estreno no han sido capaces de borrar.
Respaldada por Steven Spielberg, con guión de Chris Columbus, dirigida por Joe Dante y con una fantástica banda sonora compuesta por el maestro Jerry Goldsmith,
sólo estos cuatro nombres hablarían ya de sobra de la calidad de una
cinta que no ha perdido lustre con el paso del tiempo y que, revisada de
forma constante en las tres décadas que han transcurrido desde su
estreno, sigue sorprendiendo por la audacia con la que se apartaba del concepto de cine familiar más tradicional para ofrecer un divertimento lleno de sorpresas y giros muy inesperados.
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