La comunidad musulmana está muy satisfecha porque este es un paso más hacia la «normalización» - Los profesores de Religión piden que haya igualdad de facilidades entre ambas asignaturas
Esta posibilidad está contemplada desde hace 25 años después de que se firmara el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comunidad Islámica, y está reflejada tanto en la Ley Orgánica de Educación (LOE) como en la Ley Orgánica de Mejora de la Educación(LOMCE). Pero es ahora cuando el Gobierno autonómico ha decidido prepararla para que se aplique «de forma experimental» en algunos centros públicos de enseñanza de la Comunitat Valenciana.
Gregorio Luri, filósofo, escritor y licenciado en Ciencias de la Educación, asistió ayer al I Congreso Interdiocesano de Educación que se celebró en el colegio de las Esclavas de María, en València, y comentó a Levante-EMV que, precisamente en el aspecto «experimental» es donde está la clave de esta puesta en marcha. «Lo importante es cómo se ponga en práctica, en Educación es fundamental experimentar para realizar una evaluación de las iniciativas y no ir implantando medidas sin rumbo».
Para Luri esta medida responde al sentido común, «si hay una parte de la población que lo demanda, debería ser normal llevar a cabo esta oferta educativa». El impacto que esta iniciativa tendrá sobre las generaciones futuras de inmigrantes de religión musulmana es decisiva «si hay una parte de población islámica que ha venido a quedarse y quieren seguir asumiendo su fe, habrá que aprender a convivir», sentencia Luri.
También se muestra de acuerdo con la enseñanza religiosa del Islam, Mauro Soliva, Delegado Diocesano de Enseñanza de la Diócesis de Segorbe-Castelló. Cree que es «lógico» que existiendo libertad religiosa, hayan reivindicaciones por parte de la comunidad islámica para que se enseñe en los centros educativos. Pero lanza un mensaje: «les deseamos que no encuentren todas las trabas que hemos encontrado nosotros» y que no sufran la «discriminación» que los profesores de Religión perciben en el tratamiento de sus asignaturas, puesto que, tal como afirma Soliva, cuando la Administración realiza las previsiones del curso «es restrictiva» y no llega a establecer el cupo de profesores adecuado para impartir las clases de Religión. En definitiva, espera que tengan «las mismas facilidades» que las clases de religión católica.
Por su parte, Mariam Barouni, presidenta del Centro Cultural Islámico de València, se muestra muy satisfecha con esta decisión que, por otra parte, llevan promoviendo desde hace mucho tiempo y por la que «se lleva trabajando desde el año 92». Para ella, este es un paso muy importante hacia «la normalización» del colectivo islámico y es la forma de que los niños y niñas musulmanes «tengan la opción de estudiar su religión al igual que los alumnos católicos». Ante la pregunta de si cree que pueden surgir problemas en la implantación de esta asignatura por parte de los padres y madres de las escuelas públicas, cree que para que eso no ocurra «hay que dialogar con los consejos escolares para que haya una aceptación». «Siempre que sea una materia cuyo contenido se encuentre dentro del reglamento y haya sido aprobada, no tiene por qué haber ningún problema», aseveró.
Para Yaiza Pérez, socióloga experta en Migraciones y profesora asociada en la Universitat de València y la UPV, la impartición de esta disciplina «está bien» en tanto en cuanto la libertad religiosa está contemplada en la Constitución, y estas clases suponen un modo de equiparar este credo con el imperante en la Comunitat, pero en su opinión, se está perdiendo una «oportunidad fantástica» para fomentar «la interculturalidad más allá de la multiculturalidad».
Pérez alega que sería más interesante «que se impartiera una asignatura sobre religiones que fuera dirigida a todos los alumnos independientemente de sus propias creencias». De este modo ayudaría a «romper estereotipos y crear empatía mediante el conocimiento de la religión del compañero».
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