Rebelión en la escuela. La Asociación Profesional de Profesores de
Religión en Centros Estatales (APPRECE) ha interpuesto dos recursos
contenciosos al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León
(TSJCyL) en contra de la Consejería de Educación. El motivo. La
reducción en las horas de la asignatura y por consiguiente en los
salarios de los docentes.
Los profesores de religión están enfadados. El 21 de julio del año pasado fue el momento que marcó los primeros atisbos de esta guerra. La Consejería de Educación publicó en dicha fecha un decreto por el que las horas de la asignatura quedan reducidas en una hora y media. Por este motivo, en septiembre, el sindicato recurrió el decreto, que hasta ahora se mantiene sin resolver.
La resolución de Educación hace que los alumnos de 1º, 2º, y 3º de primaria mantengan la hora y media de clase que hasta ahora se estaba cursando, mientras que los estudiantes de 4º, 5º y 6º de primaria han pasado a tener solo una hora, lo que supone una pérdida de 18 horas anuales de clase de religión para estos cursos.
La delegada sindical de la APPRECE y secretaria provincial, Rosario Álvarez, explica que sobre el tema de las horas están a punto de saber la resolución del TSJ, que esperan que falle a su favor y que «se de el lugar a la religión que le corresponde».
El segundo recurso interpuesto por el sindicato de profesores de religión hace referencia a la Orden de Proyectos de Autonomía de Centros, que se publicó el 19 de diciembre de 2016. Esta orden regula los proyectos de autonomía de centros docentes sostenidos con fondos públicos de la Comunidad de Castilla y León que imparten educación primaria, secundaria obligatoria y bachillerato. La forma en la que dicha orden perjudica a la asignatura es dando la posibilidad a los centros de reducir «aún más» las horas de religión. «Esta reducción sólo afectaría al curso de 3º de primaria, que pasaría de una hora y media a una hora, al igual que el resto de cursos superiores», aclara Rosario Álvarez. Además, este curso primario no es el único afectado, sino que los alumnos de bachillerato que quieran cursar la asignatura religiosa lo tendrán «muy difícil» a la hora de seleccionarla como optativa.
Asimismo, los horarios no son los únicos que se han resentido con éstas resoluciones, sino que el salario de los docentes ha advertido también una «importante reducción». La rebaja que perciben los maestros en sus sueldos no es la misma para todos, ya que al tratarse de ‘otro personal docente’ trabajan por horas y en distintos centros, a diferencia de los funcionarios, y la disminución de las horas se plasma en las nóminas.
La Asociación afirma que no pueden permitir que se rebajen las horas de la asignatura «de forma unilateral», y reprochan a la Consejería de Educación que tome decisiones de este tipo sin tener en cuenta la legislación laboral española y la jurisprudencia reciente del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Además, aseguran que «no van a dejar de luchar por la asignatura de religión» y tampoco van a consentir que Educación «decida y quiera disminuir los salarios del colectivo».
Sobre las acusaciones, la consejería de Educación ha decidido no pronunciarse, ya que prefiere esperar a que el TSJ dictamine y entonces acatar lo que decida.
A la espera de las sentencias, el Tribunal Superior de Justicia ha pedido a la Junta que publique en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) los edictos de los recursos, es decir, las razones por las que se han presentado sendas demandas, con el objetivo de que todo aquel interesado en el tema pueda estar al tanto, según explica Rosario Álvarez.
Asimismo, Álvarez también reclama a la diócesis no apelar a las decisiones de la consejería, ya que asegura que sólo lo ha denunciado la Asociación.
Los profesores de religión están enfadados. El 21 de julio del año pasado fue el momento que marcó los primeros atisbos de esta guerra. La Consejería de Educación publicó en dicha fecha un decreto por el que las horas de la asignatura quedan reducidas en una hora y media. Por este motivo, en septiembre, el sindicato recurrió el decreto, que hasta ahora se mantiene sin resolver.
La resolución de Educación hace que los alumnos de 1º, 2º, y 3º de primaria mantengan la hora y media de clase que hasta ahora se estaba cursando, mientras que los estudiantes de 4º, 5º y 6º de primaria han pasado a tener solo una hora, lo que supone una pérdida de 18 horas anuales de clase de religión para estos cursos.
La delegada sindical de la APPRECE y secretaria provincial, Rosario Álvarez, explica que sobre el tema de las horas están a punto de saber la resolución del TSJ, que esperan que falle a su favor y que «se de el lugar a la religión que le corresponde».
El segundo recurso interpuesto por el sindicato de profesores de religión hace referencia a la Orden de Proyectos de Autonomía de Centros, que se publicó el 19 de diciembre de 2016. Esta orden regula los proyectos de autonomía de centros docentes sostenidos con fondos públicos de la Comunidad de Castilla y León que imparten educación primaria, secundaria obligatoria y bachillerato. La forma en la que dicha orden perjudica a la asignatura es dando la posibilidad a los centros de reducir «aún más» las horas de religión. «Esta reducción sólo afectaría al curso de 3º de primaria, que pasaría de una hora y media a una hora, al igual que el resto de cursos superiores», aclara Rosario Álvarez. Además, este curso primario no es el único afectado, sino que los alumnos de bachillerato que quieran cursar la asignatura religiosa lo tendrán «muy difícil» a la hora de seleccionarla como optativa.
Asimismo, los horarios no son los únicos que se han resentido con éstas resoluciones, sino que el salario de los docentes ha advertido también una «importante reducción». La rebaja que perciben los maestros en sus sueldos no es la misma para todos, ya que al tratarse de ‘otro personal docente’ trabajan por horas y en distintos centros, a diferencia de los funcionarios, y la disminución de las horas se plasma en las nóminas.
La Asociación afirma que no pueden permitir que se rebajen las horas de la asignatura «de forma unilateral», y reprochan a la Consejería de Educación que tome decisiones de este tipo sin tener en cuenta la legislación laboral española y la jurisprudencia reciente del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Además, aseguran que «no van a dejar de luchar por la asignatura de religión» y tampoco van a consentir que Educación «decida y quiera disminuir los salarios del colectivo».
Sobre las acusaciones, la consejería de Educación ha decidido no pronunciarse, ya que prefiere esperar a que el TSJ dictamine y entonces acatar lo que decida.
A la espera de las sentencias, el Tribunal Superior de Justicia ha pedido a la Junta que publique en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) los edictos de los recursos, es decir, las razones por las que se han presentado sendas demandas, con el objetivo de que todo aquel interesado en el tema pueda estar al tanto, según explica Rosario Álvarez.
Asimismo, Álvarez también reclama a la diócesis no apelar a las decisiones de la consejería, ya que asegura que sólo lo ha denunciado la Asociación.
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