La asignatura de Religión Católica, que actualmente se imparte en las escuelas catalanas en horario lectivo y es evaluable, desaparecería definitivamente de las aulas en una Cataluña independiente.
Así lo avanzó ayer la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, en el marco
del Simposio para maestros y profesorado de religión «La clase de
religión en Europa», celebrado en el CaixaFòrum de Barcelona. Rigau
propuso como alternativa una asignatura obligatoria común de «Cultura
Religiosa» para las escuelas públicas en lugar de la actual implantada
por la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) y a
la que en Cataluña se ha dado la alternativa de «Valores sociales y
cívicos».
En declaraciones a los medios tras participar en el encuentro, Rigau indicó que «la escuela pública no puede ser confesional», pero defendió que el hecho religioso se debe estudiar en los centros desde el punto de vista de la cultura de
las diferentes religiones para integrar a los alumnos recién llegados.
«En un nuevo país con nuevas herramientas nos podríamos plantear con la
libertad curricular que ahora no tenemos qué conocimientos de cultura
religiosa garantizamos a toda la población desde Primaria a Secundaria»,
afirmó Rigau. Añadió que la nueva asignatura de religión debería repasar los grandes relatos de las religiones católica, judía, islámica y oriental, entre otras, informa Ep.
A juicio de la titular de Enseñanza del Govern, la escuela puede acoger enseñanzas de las confesiones pero esto debería producirse en horarios no lectivos y no ser evaluable.
Respecto al millar de profesores de religión que trabajan en Cataluña, Rigau se mostró partidaria de que puedan reciclar su formación e impartir la hipotética asignatura
común de cultura religiosa, que también darían docentes de Historia y
Filosofía. «No podemos desatender ni menospreciar todo el conocimiento
de los profesores de religión que a lo largo de estos años han ido
acumulando», esgrimió la consejera ante el centenar de maestros de
religión que acudieron al simposio. Esto debería pasar, según dijo, por
que estos docentes recibieran una «formación complementaria» y por
revisar su tratamiento administrativo, puesto que en la actualidad su
salario lo paga la Generalitat pero son elegidos por los obispos. Por su
parte, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, defendió la «homologación» de estos docentes para integrarlos a la administración catalana, porque de esta manera se liberaría a los responsables políticos de negociar confesión por confesión sus respectivos docentes.
En la reunión participaron tambiénla expresidenta de
Càritas Carme Borbonès; el director de la Universidad Ramón Llull,
Andreu Ibarz, y el delegado episcopal de Enseñanza, Pere Micaló.
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