USTEA, ANTE EL ADOCTRINAMIENTO EN LA ENSEÑANZA PÚBLICA
Desde la publicación de la LOMCE, el
adoctrinamiento ha adquirido carta de naturaleza en la educación pública. Con
ello, esta ley se suma a la tendencia imperante en el resto de las leyes
precedentes, que han eludido atenerse al principio constitucional de la
confesionalidad del estado español, o bien lo han conculcado claramente,
potenciando dicho adoctrinamiento, a cuyos profesionales, puestos a
dedo, se les paga con dinero público. Mientras tanto, también en
Andalucía, se invoca, para mantener los conciertos con algunos centros privados,
el derecho de los padres a elegir una educación con ideario religioso para sus
hijos; pero no se respeta el derecho de las familias que quieren que sus hijos e
hijas reciban una educación pública sin ideario. Nos referimos a los casos en
los que se obliga a las familias a llevar a sus hijos, tras el cierre o la
masificación de aulas públicas, a centros privados concertados, con ideario
religioso.
Desde la implantación de la LOMCE, la administración
educativa andaluza ha intentado contentar a dios y al diablo.
En Primaria, ha dejado en manos de los equipos
directivos la implantación del horario de Religión.
En Secundaria, mantiene la
oferta, en alternancia con Educación para la Ciudadanía, porque no puede hacer
mucho más. Pero, en Bachillerato, donde la oferta de Religión no es
obligatoria, mantiene dicha oferta, en competencia con Educación para la
Ciudadanía y Cultura Científica.
Por su parte, el
colectivo de profesores/as de Religión católica, constituido en grupo de presión ha iniciado un proceso en el que,
primero, ha tratado de suscitar la lástima y la simpatía de los colegas
aduciendo que la reducción de horario iba a dejar a muchos padres de familia sin
trabajo. A continuación, no fiándose de la efectividad de su
propio argumento, ha endurecido el tono, que de
lastimero ha pasado a amenazante, haciendo saber a la administración que puede
acabar ante los tribunales de justicia.
Ante estos comunicados del grupo
de presión del profesorado de religión católica- de momento no nos consta
presión de grupos de otras religiones-, USTEA ya contestó a uno de sus
representantes que, acompañando a CSIF, estuvo en una mesa sectorial, (alusion a Pedro Luis por meterse donde no debio estar)
que también entre los 4502 profesoras y profesores interinos
despedidos hace tres cursos había muchos padres y madres
de familia. Y, ni entonces ni ahora, hemos escuchado la más mínima declaración
de empatía reivindicativa con ellos y ellas por parte de este colectivo. Ellos
también eran compañeros suyos. ¿O no?
A este respecto,USTEA reitera su postura:
- El adoctrinamiento debe quedar fuera de la enseñanza pública.
- Las creencias religiosas pertenecen al ámbito de lo personal y cualquier actuación formativa en ese ámbito debe ser objeto de tratamiento y financiación fuera de la educación pública.
- La problemática de los 4502 profesoras y profesores despedidos, cuyos puestos de trabajo fueron borrados del mapa educativo andaluz y de los que nunca más se supo, sigue siendo para USTEA una prioridad, por encima de cualquiera otra que pudiera producirse en relación al profesorado de religión.
Respecto a la Consejería de Educación, USTEA sigue
reclamando:
- Que fije con claridad el horario destinado al adoctrinamiento en la Educación Primaria, con carácter general para todos los centros.
- Que elimine en el Bachillerato la oferta de Religión.
- Que trate dignamente la Cultura Científica. Para ello, debe dejar de ofertarla en competencia con la Religión y detraer horas de las dedicadas al adoctrinamiento, tanto religioso como empresarial, el culto al nuevo dios, el de los mercados y sus exigencias tiránicas contra la ciudadanía.
USTEA DICE NO A LOS ADOCTRINAMIENTOS EN LA ESCUELA PÚBLICA.
USTEA DICE NO A CUALQUIER ADOCTRINAMIENTO, PROVENGA DE LOS DIOSES PATRIARCALES O DEL DIOS DE LOS MERCADOS.
Fuente: http://www.ustea.es/node/35173
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