Por H. Sergio Mora
CIUDAD DEL VATICANO, 16 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Con su gran simplicidad, el papa Francisco
conquistó el corazón de los varios miles de periodistas presentes en el Aula
Pablo VI del Vaticano, quienes acudieron para encontrarlo en la audiencia que se
realizó hoy sábado por la mañana.
El clima fue de gran participación emotiva, con una actitud de cercanía. Saliéndose del texto que leía y que había preparado, Francisco les contó a los periodistas presentes los motivos por los cuales eligió su nombre de pontífice, revelando algunos entretelones del cónclave.
Mientras los resultados de las votaciones se pusieron 'peligrosos para él', dijo, a su lado se sentaba el cardenal brasileño Claudio Hummes, que una vez alcanzado el número de votos que lo hacían papa, se le acercó y le dijo: “No te olvides de los pobres”.
Y el papa narró cómo “enseguida en relación a los pobres pensé en san Francisco de Asís, en seguida pensé en los pobres, en las guerras. Mientas el escrutinio proseguía... Y así me vino un nombre en el corazón: Francisco de Asís, Francisco el hombre de la pobreza, de la paz, que ama y cuida lo creado, el hombre que da este sentido de la paz, el hombre pobre. ¡Ah, cómo querría una Iglesia pobre y para los pobres!”. A este punto el auditorio estalló en aplausos.
En ambiente relajado y bonachón, confió también que le habían susurrado los cardenales en broma algunos nombres, como el de Adriano, el papa reformador. O Clemente XV, para "vengarse" de Clemente XIV que suprimió la Compañía de Jesús, dijo entre risas, suyas y de los informadores presentes.
Refiriéndose al trabajo de los comunicadores, que iniciaron con la renuncia del Benedicto XVI hasta ahora, el pontífice exclamó: “¡Avete lavorato, avete lavorato...¡” (han trabajado) dijo, mientras sonreía, miraba a los presentes y meneaba la cabeza en signo de afirmación”; y los periodistas rompían nuevamente en aplausos.
En una audiencia corta, poco más de media hora, dio tantas informaciones, como les gusta a los comunicadores, sin dejar de hacer algunas precisiones a los periodistas que les sirvan para entender mejor a la Iglesia, que no es fácil, si se la propone en la óptica de una institución política.
“Los eventos eclesiales --explicó el papa-, no son seguramente más complicados de los políticos o económicos, pero tienen una característica particular: responden a una lógica que no es principalmente la de las categorías por así decir mundanas, y por esto no es fácil comunicarlas a un público vasto y variado”.
Solamente se la puede entender, explicó, no asemejándola a una naturaleza política, “sino esencialmente espiritual: es el santo Pueblo de Dios que camina hacia el encuentro con Jesucristo”.
“Solamente en esta perspectiva se puede entender lo que la Iglesia católica realiza”. A los periodistas los alentó en su trabajo, para “expresar las esperas y exigencias de nuestro tiempo, y para ofrecer elementos que favorezcan una lectura de la realidad”.
Y les hizo también una invitación: “Vuestro trabajo necesita de estudio, sensibilidad y experiencia como tantas otras profesiones; si bien comporta una particular atención hacia la verdad, la bondad y la belleza, y esto nos vuelve particularmente cercanos”.
Y profundizó: “Porque la Iglesia existe para comunicar la Verdad, la Bondad y la Belleza “en persona”, o sea Jesucristo. Y los invitó a comunicar “no a nosotros mismos sino a esta triología existencial”.
Al concluir la audiencia, mostrando gran respeto hacia la conciencia de todos los presentes, precisó que como allí había seguramente personas de otras religiones, no creyentes y católicos no practicantes, no daba la bendición oficial, y levantando la mano expresó ¡Que Dios les bendiga!
Un momento antes había recibido de pie a diversas personas para saludarlas, entre las cuales el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, junto a sus colaboradores en idioma español, José María Gil Tamayo, y el de inglés y francés, padre Thomas Rosica. Asimismo, a periodistas y corresponsales de diversas partes del mundo; al director de la edición española de Radio Vaticano, el jesuita Guillermo Ortiz, y a diversos funcionarios y trabajadores del sector de comunicaciones de la Santa Sede.
El texto del discurso del santo padre en: www.zenit.org/es/articles/francisco-quiero-una-iglesia-pobre-y-para-los-pobres
El clima fue de gran participación emotiva, con una actitud de cercanía. Saliéndose del texto que leía y que había preparado, Francisco les contó a los periodistas presentes los motivos por los cuales eligió su nombre de pontífice, revelando algunos entretelones del cónclave.
Mientras los resultados de las votaciones se pusieron 'peligrosos para él', dijo, a su lado se sentaba el cardenal brasileño Claudio Hummes, que una vez alcanzado el número de votos que lo hacían papa, se le acercó y le dijo: “No te olvides de los pobres”.
Y el papa narró cómo “enseguida en relación a los pobres pensé en san Francisco de Asís, en seguida pensé en los pobres, en las guerras. Mientas el escrutinio proseguía... Y así me vino un nombre en el corazón: Francisco de Asís, Francisco el hombre de la pobreza, de la paz, que ama y cuida lo creado, el hombre que da este sentido de la paz, el hombre pobre. ¡Ah, cómo querría una Iglesia pobre y para los pobres!”. A este punto el auditorio estalló en aplausos.
En ambiente relajado y bonachón, confió también que le habían susurrado los cardenales en broma algunos nombres, como el de Adriano, el papa reformador. O Clemente XV, para "vengarse" de Clemente XIV que suprimió la Compañía de Jesús, dijo entre risas, suyas y de los informadores presentes.
Refiriéndose al trabajo de los comunicadores, que iniciaron con la renuncia del Benedicto XVI hasta ahora, el pontífice exclamó: “¡Avete lavorato, avete lavorato...¡” (han trabajado) dijo, mientras sonreía, miraba a los presentes y meneaba la cabeza en signo de afirmación”; y los periodistas rompían nuevamente en aplausos.
En una audiencia corta, poco más de media hora, dio tantas informaciones, como les gusta a los comunicadores, sin dejar de hacer algunas precisiones a los periodistas que les sirvan para entender mejor a la Iglesia, que no es fácil, si se la propone en la óptica de una institución política.
“Los eventos eclesiales --explicó el papa-, no son seguramente más complicados de los políticos o económicos, pero tienen una característica particular: responden a una lógica que no es principalmente la de las categorías por así decir mundanas, y por esto no es fácil comunicarlas a un público vasto y variado”.
Solamente se la puede entender, explicó, no asemejándola a una naturaleza política, “sino esencialmente espiritual: es el santo Pueblo de Dios que camina hacia el encuentro con Jesucristo”.
“Solamente en esta perspectiva se puede entender lo que la Iglesia católica realiza”. A los periodistas los alentó en su trabajo, para “expresar las esperas y exigencias de nuestro tiempo, y para ofrecer elementos que favorezcan una lectura de la realidad”.
Y les hizo también una invitación: “Vuestro trabajo necesita de estudio, sensibilidad y experiencia como tantas otras profesiones; si bien comporta una particular atención hacia la verdad, la bondad y la belleza, y esto nos vuelve particularmente cercanos”.
Y profundizó: “Porque la Iglesia existe para comunicar la Verdad, la Bondad y la Belleza “en persona”, o sea Jesucristo. Y los invitó a comunicar “no a nosotros mismos sino a esta triología existencial”.
Al concluir la audiencia, mostrando gran respeto hacia la conciencia de todos los presentes, precisó que como allí había seguramente personas de otras religiones, no creyentes y católicos no practicantes, no daba la bendición oficial, y levantando la mano expresó ¡Que Dios les bendiga!
Un momento antes había recibido de pie a diversas personas para saludarlas, entre las cuales el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, junto a sus colaboradores en idioma español, José María Gil Tamayo, y el de inglés y francés, padre Thomas Rosica. Asimismo, a periodistas y corresponsales de diversas partes del mundo; al director de la edición española de Radio Vaticano, el jesuita Guillermo Ortiz, y a diversos funcionarios y trabajadores del sector de comunicaciones de la Santa Sede.
El texto del discurso del santo padre en: www.zenit.org/es/articles/francisco-quiero-una-iglesia-pobre-y-para-los-pobres
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