Blog del Profesorado de Religión Católica: El ministro Wert afronta una difícil coyuntura

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jueves, 19 de abril de 2012

El ministro Wert afronta una difícil coyuntura

Aurora Campuzano

Medidas impopulares para tiempos difíciles. El ministro Wert quiere sacar adelante un amplio plan de recortes que, según el Gobierno, son estrictamente necesarios. Opinión que, lógicamente, no es compartida por todos.



Las aulas están sufriendo importantes recortes: más de 3.400 millones de rebaja en los presupuestos desde 2010, lo que ya ha supuesto, entre otras cosas, la reducción de miles de profesores en las plantillas de toda España y cientos de protestas. Ahora el Gobierno quiere añadir una rebaja adicional de 3.000 millones, y para eso espera contar con las comunidades autónomas.

José Ignacio Wert acaba de presentar en la Conferencia Sectorial de Educación (es decir, a las comunidades autónomas) las medidas que pretende poner en marcha en medio de una avalancha de recortes que no cesa. La situación del titular de cartera es especialmente difícil, teniendo en cuenta el mensaje del Gobierno español y también de las organizaciones europeas: “la educación ha de ser el motor de arranque para salir de la crisis”. Los consejeros fueron convocados con un único punto en el orden del día: “información sobre las medidas incluidas en el plan nacional de reformas en el ámbito de la educación”. Y es que las autonomías son las que tendrán que aplicar los recortes que proponga el Gobierno central.

Pero la respuesta no ha sido unánime. Canarias, País Vasco y Andalucía se han mostrado radicalmente en contra. Otras administraciones, más cautelosas, apoyan los recortes, aunque esperan manejar sus propias cifras y tener cierto margen de actuación. En este sentido, hay que decir que de las administraciones autonómicas, que tienen plenas competencias en educación, depende el 83% del dinero público que se invierte cada año en educación en España, en torno a 50.000 millones de euros.

La primera en mostrar desacuerdo ha sido Canarias. Su consejero, José Miguel Pérez, miembro del PSOE, ha señalado que no está en contra del recorte en sí sino “de las iniciativas que está barajando el Gobierno para acometerlo”.

Merece la pena recordar algunas de esas medidas. Para empezar, el aumento de las ratios escolares en al menos un 20% y el aumento de la jornada lectiva hasta un mínimo de veinticinco horas semanales en Primaria y veinte en Secundaria. A esta propuesta hay que añadir la congelación del proceso de implantación de los nuevos módulos de FP o la suspensión de la obligatoriedad de los centros de ofertar las dos modalidades de Bachillerato. Y los nuevos profesores son los que sufrirán la peor parte, porque se pretende eliminar cualquier nuevo complemento retributivo (aunque en su comparecencia Wert no ha detallado si la medida se refiere a la creación de nuevos complementos o al cobro de los mismos por los nuevos funcionarios).


Más alumnos por aula

Aumentar el número máximo de alumnos por aula es una de las propuestas más controvertidas del ministro Wert, aunque no es novedosa. Desde el Partido Popular se ha venido argumentando en los últimos años que la calidad de la educación no depende del número de alumnos por clase, sino de otros factores mucho más importantes, como la formación del profesorado. Pero el aumentar la ratio es una media que afectará también a los docentes. Hay quien asegura que una buena formación requiere de una atención personalizada que no siempre es posible con grupos muy numerosos, especialmente en algunas asignaturas.

La consejera vasca de Educación, Isabel Celaá, ha hecho una de las declaraciones más contundentes al respecto: “Estamos absolutamente en contra” y, como el consejero en funciones de Andalucía, Francisco Álvarez de la Chica, ha asegurado que “si nos dejan margen, nos escaparemos”.

Con el resto de las comunidades el ministro Wert lo tiene más fácil. La mayoría de las administraciones están a favor de cambios legales que dejen margen incluso para recortar más.

Los sindicatos

Quienes están siendo especialmente beligerantes son los sindicatos de enseñanza. Estas organizaciones se han manifestado en contra de los recortes, que podrían implicar reducciones significativas de plantilla en los centros. De hecho, CC.OO., FETE-UGT, STES y CSIF han entregado al Ministerio un manifiesto contra el tijeretazo y a favor de la escuela pública. Las centrales temen que buena parte de los cien mil profesores interinos que trabajan en las escuelas públicas pierdan su trabajo.

FETE-UGT, por ejemplo, considera que el incremento de las ratios en un 20% (de veintisiete a treinta en primaria y de treinta y tres a treinta y seis en secundaria) significa masificar las aulas, sobre todo en las ciudades, impidiendo la atención personalizada al alumnado; y que, además, supondrá una disminución generalizada de las aulas en el medio rural.

Más horas lectivas

El aumento del número de horas lectivas (veinticinco en Primaria y veinte en Secundaria) tampoco ha sido una medida bien aceptada por las organizaciones sindicales. La mayoría asegura que supone quitar un tiempo valioso que el profesor dedica a otras actividades que repercuten en el proceso de aprendizaje del alumnado y en la calidad de la enseñanza. Algunos sindicatos manejan las siguientes cifras: la medida supondrá que en el curso 2012/13 haya unos ochenta mil profesores menos en nuestro sistema educativo.

A favor

Claro que no todo son voces en contra. La patronal CECE, representante de centros privados y concertados en España, se ha manifestado a favor de la ampliación del horario y de la ratio alumnos/aula. Las califica de “medidas acertadas para ahorrar en educación”. La Confederación Española de Centros de Enseñanza lamenta “la grave situación financiera que atraviesa nuestro país, que está obligando al Gobierno a tomar algunas decisiones impopulares pero necesarias”.

En todo caso, las horas lectivas por profesor en la enseñanza pública siguen estando por debajo de las lectivas en la concertada. Hay quien cree que si los resultados en cuanto a calidad en la enseñanza concertada son buenos, estas medidas no afectarán tampoco a la pública. Como apoyo a este argumento hay que citar los informes elaborados por la OCDE que no señala como indicador de calidad el número de alumnos por aula. Al menos como primer factor de calidad.

Fuente: http://profes.net/VerNoticia.asp?id_contenido=62627

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