La confederación de asociaciones de padres de la escuela pública defiende «una escuela pública laica para todos»
Ehige, la confederación que agrupa a las federaciones de
padres y madres de la escuela pública, ha lanzado una campaña «por una
escuela pública laica para todas y todos» que plantea como principal
reclamación que la religión quede fuera del horario lectivo.
Recordando que «las leyes garantizan el derecho de los
padres y madres a dar a sus hijos e hijas una educación acorde con sus
creencias», Ehige aporta el dato de que «el 70% de las familias de
primaria y el 80% de secundaria no elige Religión», por lo que el
«alumnado que no elige Religión se ve obligado a recibir una asignatura
denominada Alternativa Educativa Organizada, que en muchas ocasiones
resulta ser de relleno, en vez de recibir otras materias». Así, «se
segrega al alumnado en base a sus creencias y se pierden entre una y dos
horas a la semana en vez de dar otras materias». En el documento que
están difundiendo critican, además, que «se permite que profesorado que
no ha pasado por el mismo proceso que el resto (oposiciones, concurso de
méritos), enseñe a nuestras hijas e hijos además de Religión otras
asignaturas del currículum».
La confederación que agrupa al 90% de las asociaciones de
la CAV propone que, «si queremos una formación religiosa para nuestras
hijas e hijos busquemos otros lugares para transmitirles nuestras
creencias en lugares destinados a ellos: iglesias, sinagogas,
mezquitas...», dejando la Religión fuera del horario lectivo y
permitiendo que los alumnos que no cursen esa asignatura puedan
«aprovechar esas horas para las áreas curriculares obligatorias».
El 45% cursa Religión
Según datos referidos al curso 2010-2011, los más
recientes facilitados por el Departamento de Educación del Gobierno
Vasco, algo más del 45% de los alumnos que cursan enseñanzas no
universitarias en la CAV asistía a clase de religión católica: 125.782
de los 278.998 matriculados.
Pese a ser esa la media, sin embargo, los porcentajes
eran muy distintos en la red privada concertada y en la pública. Si en
la primera 67 de cada 100 alumnos habían elegido Religión, en la pública
el porcentaje no llegaba al 23%. En el primer caso, es obvia la
incidencia de los centros pertenecientes a la red de la escuela
cristiana vasca.
A la hora de medir la presencia de las religiones en el
sistema educativo vasco se advierte que la que tienen confesiones
diferentes a la católica es prácticamente testimonial. En el curso
2010-2011, tan solo 132 alumnos recibían clase de religión islámica, en
tanto que 306 tenían como asignatura la historia y la cultura de las
religiones, y 15 recibían enseñanzas evangélicas. Y todos ellos estaban
escolarizados en la red pública, donde los alumnos que cursaban religión
católica eran 31.260, más de la mitad de ellos en primaria, en tramo
con un mayor porcentaje de alumnos con clase de religión.
Fuente: http://www.diariovasco.com/v/20120128/al-dia-sociedad/ehige-propone-religion-quede-20120128.html
Comentario del blogger:
- ¿No hay otros problemas más importantes de la educación en el País Vasco que las clases de Religión? ¿No deberían plantear como principal reclamación otras cuestiones mucho más importantes para la educación de sus hijos e hijas?
- ¿Conocen los afiliados a dicha organización que dice representar al 90 % de las asociaciones (que no es lo mismo que el 90% de los padres y madres, la ideología laicista (y no laica) contraria al hecho religioso? Más de una de dichas asociaciones agrupadas debería plantearse, si no está de acuerdo con dicha ideología, el separarse o buscar otro tipo de agrupación más acorde con sus ideales o intereses. Al igual que los padres y madres contrarios a este laicismo, asociarse a otro tipo de organizaciones de padres y madres. Es la única forma que los dirigentes luchen por los intereses reales de quienes dicen representar.
- Por ley, la oferta de cursar religión es obligatoria. Al igual que la alternativa. Ésta es una materia curricular obligatoria con una programación pública y aprobada por el consejo escolar. Si la Alternativa "resulta ser de relleno", quien infringe la ley son los centros educativos y el profesorado que la imparte al no dotarla de contenido curricular de forma pública. La Enseñanza Religiosa sí posee un contenido curricular y es público.
- Hay manifiestos denunciando que precisamente si el porcentaje de quienes no eligen religión en los centros no es porque no lo elijan, sino precisamente porque la directiva no tiene en cuenta dichas solicitudes y hacen proselitismo en contra. Véase la noticia más abajo.
- Curioso planteamiento: como no eligen el área de Religión el 70% en Primaria y 80% en Secundaria, quitémosla. Si se hace el mismo planteamiento, pero al revés, quedaría así: como en nuestro país más de un 80% del alumnado elige religión, esta asignatura debe ser obligatoria. Imaginaos los ríos de tinta que correrían en la prensa escandalizándose, y con razón, de dicho argumento. ¿Por qué no lo hacen del primero, siendo igual de radical?... ¡Qué bien viene siempre ir contra la Religión para hacerse propaganda política de forma gratuita!
- Curioso planteamiento: como no eligen el área de Religión el 70% en Primaria y 80% en Secundaria, quitémosla. Si se hace el mismo planteamiento, pero al revés, quedaría así: como en nuestro país más de un 80% del alumnado elige religión, esta asignatura debe ser obligatoria. Imaginaos los ríos de tinta que correrían en la prensa escandalizándose, y con razón, de dicho argumento. ¿Por qué no lo hacen del primero, siendo igual de radical?... ¡Qué bien viene siempre ir contra la Religión para hacerse propaganda política de forma gratuita!
- Ánimo al profesorado de Religión, padres y madres que eligen dicha asignatura, en el País Vasco y demás comunides autónomas.
«No se respeta el derecho a que nuestros hijos cursen Religión»
Padres católicos y profesores piden
«amparo a la Administración». Aseguran que muchos centros públicos no
tienen en cuenta la voluntad de los padres e incumplen la ley en nombre
de «un laicismo mal entendido»
Según la ley que regula las enseñanzas educativas en
España, en virtud de los acuerdos suscritos entre el Estado español y la
Santa Sede, la inclusión de la religión católica como materia -la
mención a las restantes confesiones no es tan precisa en la disposición
legal- es «de oferta obligatoria para los centros y de carácter
voluntario para los alumnos». No hay cupos, ni mínimos, ni salvedades:
según la normativa vigente, tal como confirman desde el Departamento de
Educación del Gobierno Vasco, «basta con que un único alumno solicite
clases de religión católica para que tenga derecho a las mismas».
La cuestión cobra una importancia especial cuando es
inminente la apertura del período de inscripción de alumnos de Educación
Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria, que afecta principalmente a
los que se iniciarán en la vida escolar el próximo otoño. Es en esa
primera solicitud de inscripción en la que los progenitores tienen la
oportunidad de poner de manifiesto si desean que sus hijos o hijas
cursen la asignatura de religión o no.
«No está bien vista»
Sobre el papel, y más allá de las opiniones que cada uno
pueda tener al respecto, el asunto no parece plantear demasiadas
complicaciones. Padres y madres que desean que la escolarización de sus
hijos incluya la Religión como asignatura y profesores de esa materia
aseguran, sin embargo, que en la práctica la situación es muy distinta.
En representación de ambos colectivos, Pedro Ereña, profesor, e Iñaki
Bengoetxea, padre de familia, aseguran que «en nombre de un laicismo mal
entendido» muchos centros públicos hacen oídos sordos «a la voluntad
que manifiestan muchos padres».
De hecho, aseguran, en Gipuzkoa el 40% de centros
públicos no imparte la asignatura de Religión. Para saber si eso se
debía a que, efectivamente, ningún alumno pedía clase de Religión o a
alguna otra circunstancia, solicitaron en su día los datos de
prematriculación -en los que sí figura la opción inicial de los padres-;
obtuvieron los correspondientes al curso 2010-2011 y, según afirman,
constataron que «en muchos de los centros en los que no se da la
asignatura había padres que lo habían pedido». Cursada y resuelta la
correspondiente reclamación, quince centros que en principio no la
impartían recuperaron la asignatura.
A pesar de todo, «hay numerosas familias víctimas de una
situación en la que muchos centros están negando la posibilidad de que
nuestros hijos reciban la clase de religión católica», asegura
Bengoetxea, miembro de la asociación de padres 'Anitzak', que todavía no
ha realizado su presentación en sociedad pero ya se ofrece para
asesorar y orientar a padres y madres que se encuentren en esa situación
-«muchos ni saben que tienen ese derecho»- y a canalizar sus
inquietudes y demandas ante la Administración, cuyo amparo solicitan
ante las reiteradas «vulneraciones de nuestro derecho» de las que
aseguran ser víctimas. Porque las reclamaciones que se canalizan a
través del Obispado, que tiene sus canales formales de interlocución con
el Departamento de Educación, son una cosa, y otra muy distinta es la
situación en la que se encuentran «algunos padres, que se lo tienen que
luchar solos. Tienen que soportar presiones, hasta los niños llegan a
ser señalados... Pasan por muchas incomodidades y, al final, desisten».
En realidad, la Administración no es el objeto de sus
críticas, sino que destacan la ayuda que reciben por parte de Educación.
Ereña, uno de los 204 docentes de religión católica (y uno de religión
islámica) de Primaria transferidos el pasado año del Ministerio de
Educación al Gobierno Vasco reconoce que, «convertidos en miembros de
pleno derecho de los claustros», su situación ha mejorado
considerablemente, aunque en algunos centros «el clima es bastante
hostil». El problema, aseguran, está en algunas escuelas -insisten no
obstante en afirmar que en la mayoría impera la normalidad-, y resulta
especialmente difícil de resolver cuando el centro que no cumple la ley
es el único que existe en una localidad, lo que dificulta
extraordinariamente la capacidad de libre elección de los padres.
Bengoetxea ha experimentado con sus propios hijos la
situación que denuncia. La razón que le dieron en un centro público para
que «no pudiera hacer efectivo mi derecho a transmitir a mi hija
valores cristianos también en la escuela» fue que habían «apostado por
una escuela laica». «Nosotros también -apostilla Ereña-, pero eso no
tiene nada que ver con un laicismo mal entendido que no está aceptando
la pluralidad y está negando la posibilidad de formar integralmente a
los alumnos». Formación para la que, a su juicio, la Religión -«que en
la actualidad no está bien vista»- es un elemento incuestionable.
«Vulneración de derechos»
Apuntan a «algunas APAs que están impulsando la
vulneración de derechos de otros padres» y recuerdan que «la decisión de
un Consejo Escolar no puede estar por encima de lo que dicta la ley».
Bengoetxea cree que en muchos casos también subyacen problemas
prácticos, «como qué hacer con los demás alumnos, que no pueden
adelantar materia curricular, mientras algunos están en clase de
Religión». Entiende que puede generar trastornos, «pero no pueden
resolverlos a costa de no impartir la asignatura».
En la misma línea, el obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha
criticado que la enseñanza religiosa se «vea sometida a presiones para
excluirla del ámbito educativo público» y ha afirmado que instituciones y
centros educativos deben «velar para que la legalidad sea respetada»
para que las familias puedan elegir «conforme a sus convicciones».
Hay que orar mucho, porque lo que es de Dios nada ni nadie puede debilitarlo, Mt. 16,18. Amén
ResponderEliminarHay fórmulas, como la que planteaba la LOCE, que respetan las distintas "posiciones" y aporta una asignatura para cada "opción ideológica".
ResponderEliminarSeguiremos rezando.
saludos
bati