Benedicto XVI ha convocado para el 12 de
octubre de 2012 el “Año de la fe” ¿Por qué no iniciar ya nuestro interés por el
Evangelio y la nueva evangelización? Estas diez pistas nos pueden servir, para
comenzar ya en Adviento y Navidad, a prepararnos para este ‘Año’
especial
1. Escucha con más atención la Palabra del
Señor ¿Cómo vamos hablar de aquello que no conocemos? "El que escucha la palabra
y la entiende, ése dará fruto" (Mt 13, 23). “Desconocer la Sagrada Escritura es
desconocer a Cristo” (S Jerónimo cf DV 25).
2. Coloca, en un lugar relevante de tu casa, la
Biblia "Donde está tu tesoro, allí está tu corazón" (Mt 6,19- 23).
3. Adorna el exterior de la puerta de tu casa
con la Corona de Adviento ¿Qué significa? Entre otras cosas que tu familia
prepara la Navidad con sentimientos cristianos. “Velad, pues, porque no sabéis
ni el día ni la hora” (Mt 25, 1-13).
4. Vive y celebra con interés la Eucaristía. No
te conformes con participar en la misa dominical ¿No te sientas a la mesa todos
los días? ¿Acaso Dios, y tu vida interior no merece un poco más? “La Eucaristía
es fuente y cima de toda la vida cristiana” (LG 11). “La Iglesia y el mundo
tienen una gran necesidad del culto Eucarísitico. Jesús nos espera en el
sacramento del Amor. No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo” (Juan Pablo II
en Dominicae cenae, 3).
5. ¿Cuánto hace que no buscas el silencio, la
contemplación en el interior de una iglesia? Procura, en este tiempo de
Adviento, tener experiencia de silencio: el encuentro personal, sin más añadidos
que el silencio, con Dios que viene a tu encuentro. Será una sensación muy
oxigenante para tu vida "Señor enséñanos a orar" (Lc 11, 1).
6. Benedicto XVI nos recuerda constantemente
una exigencia actual: la Nueva Evangelización ¿Transmites las verdades
cristianas en tu familia? ¿Bendices la mesa antes de comer? ¿Te santiguas en el
momento de salir a la calle o emprender un viaje? La Nueva Evangelización no es
hacer cosas nuevas… sino el recuperar lo esencial: no dejarnos descafeinar por
el secularismo galopante. “El que se avergüence de mí y de mis palabras, de éste
se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y la del Padre, y
la de los ángeles" (Lc 9,26).
7. No olvides, en este tiempo de Adviento, la
presencia y la figura de la Virgen María. Nunca, una mujer tan sencilla, fue tan
feliz por dentro y por fuera. ¿Rezas el ángelus? ¿Cuánto hace que no visitas un
santuario mariano o que no rezas el Ave María, el Rosario? "Desde ahora me dirán
bienaventurada todas las generaciones" (Lc 1,48).
8. El Adviento es una puerta abierta a la
esperanza ¿Cuáles son tus sueños?, ¿Juega la fe un papel fundamental en tu vida?
Testimonia tu fe allá donde estés. No te dejes asediar por la timidez. No
encierres dentro de ti aquello que, en Navidad, es lo más grande: Cristo. “Y
sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt
28,16-20).
9. Benedicto XVI ha convocado, a partir del 12
de octubre de 2012. ‘El Año de la Fe’ ¿Por qué no iniciar ya nuestro interés por
el Evangelio? Un regalo para el alma, el espíritu y el bienestar físico y moral
es el Evangelio de! 2012. ¡Cómpralo y obséquialo! "Lo que hiciereis con uno de
estos pequeños, a mi me lo hacéis" (Mt 25.40).
10. El Adviento y la Navidad es un despertador
de nuestra conciencia cristiana. Tenemos la oportunidad de vivir la Navidad
compartiendo especialmente con los más necesitados. “Amando al prójimo y
preocupándote por él, progresas sin duda por tu camino. Aún no hemos llegado
hasta el Señor, pero al prójimo lo tenemos ya con nosotros. Preocúpate, pues de
aquel, que tienes a tu lado mientras caminas por este mundo y llegarás a aquel
con quien deseas permanecer eternamente” (S. Agustín Tratado 17, sobre el
Evangelio de Juan).
Tomado de Iglesia en Zaragoza, núm. 1.605-18
de diciembre 2011
Tomado de Ecclesia
Digital
Profesorado de religión
católica de Asidonia-Jerez
Editor: Delegado Diocesano
Editor: Delegado Diocesano
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