V-Estacion 
Jesús es ayudado por el Cireneo
A Jesús le alivia el peso de los sufrientes una Iglesia que es cirenea, que carga con las historias de las personas que, empujada por el Espíritu, pone con alegría su esfuerzo al servicio de su Señor.
Y, Jesús, en medio de su Pasión sonríe y se alegra de comprobar que la Iglesia samaritana, la Iglesia de los pequeños, la Iglesia que anuncia lo que vive le ayuda en su misión del Calvario.
Seamos esa Iglesia. Ahora, en Cuaresma. Y siempre.
Oración: Señor Jesús, coronado de espinas con la cruz a cuestas, no te olvides de tu Iglesia. Pide al Padre por ella e ilumínala con la memoria de tu Espíritu. Ojalá en medio del mundo, tu Iglesia de testimonio de frescura, entrega, sencillez, alegría. Iglesia samaritana, misionera y cirenea. Tu comunidad, tu pueblo, tu gente. No te olvides de tu Iglesia. Impúlsala con tu amor a servir. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.