CARTA DESDE EL MONASTERIO
Queridos Padres:
Me encuentro en el Monasterio de las hermanas Clarisas. Durante mi corta estancia hasta el momento he aprendido labores que me han servido para acercarme más al Señor. Las Madres me han enseñado sin ningún problema todo lo que debemos desarrollar en el convento que son más de las que parecen. No tengo mucho tiempo libre ya que ante todo estamos aquí para orar, pero no es como todo el mundo se piensa, tenemos labores que hacer proyectadas hacia los demás.
El horario es muy estricto pero con el tiempo se te hace muy normal. Cuando nos levantamos a las 5 de la mañana antes del amanecer hacemos las primeras oraciones que nos reunimos todas en la misma sala. Posterior a la oración i meditación durante aproximadamente una hora (que no es fijo ya que dedicamos todo el tiempo necesario), nos disponemos a desayunar que no es muy abundante pero no necesitamos más. Solemos tener pan, y de vez en cuando algunos de los dulces que hacemos aquí en el convento. Después del desayuno solemos dedicarle un rato a alguna labor que hacer. Mucha gente de la zona de aquí nos trae ropas que arreglares, o vamos a la cocina a hacer dulces, bollos, panes, etc. que luego vendemos a todo aquel que quiera. Yo como no llevo mucho tiempo aquí suelo estar en las labores menos complejas y cuando no me necesitan me retiro a mi celda a dedicarle un rato a la lectura. Antes de comer tenemos una misa diaria a la que acudimos en la Iglesia del convento. A la hora de comer nos reunimos en el refectorio y allí comemos reunidas, solemos comer cosas que cultivamos en nuestra propia huerta. Cuando terminamos de comer nos retiramos a descansar, en este rato no tenemos ningún deber que hacer pero lo que más nos gusta es dedicarlo a la oración personal, o damos paseos por los jardines i patios del convento o incluso si hay algún peregrino hospedado pasamos un rato ablando con ellos. Tras el tiempo de celda solemos bajar a seguir con algunas tareas que muchas veces no se quedan terminadas por las mañanas, pero que no hacen falta terminarlas porque solemos tener plazos mayores. Tras unas horas cenamos, igual que la comida. Luego solemos estar reunidas en patios, o jardines pero no mucho rato, además aquí hace mucho frio. Tras esto, nos retiramos y nos acostamos temprano ya que a la mañana siguiente nos espera otro día igual de ocupado.
Sin más que decir me despido atentamente.
BEATRIZ REPRESA
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