Estimado Pablo:
Soy Quique García, tengo 15 años y estoy en el Colegio Madre Asunción de Málaga. Llevo desde pequeño siendo educado en la fe cristiana y hay algunos aspectos de tu vida que me gustaría resaltar:
Según he leído, vivías en Tarso y provenías de de una familia de tradición judía. Tu padre era judío y desde pequeño has sido educado en la doctrina judía, junto con la cultura y la ciencia.
Todo eso está muy bien, pero hay otras cosas de tu vida que no me parecieron muy bien. Actos como las persecuciones a los cristianos o el apedreamiento del mártir Esteban. Se que es lo que tus maestros te enseñaban, pero no es razón para hacer daño a alguien que no te había hecho nada por sus creencias religiosas. ¿Qué se te pasaba por la cabeza al hacer eso?...menos mal que ese día que ibas a Damasco, el señor se te mostró y escarmentaste.
A partir de ese momento, la verdad, eres mi ídolo. Empezaste a predicar el evangelio y a convertir a muchas personas en cristiano gracias a tus célebres cartas. Creo que tu buena cultura te ayudó a hacer esto.
Pienso que nunca es tarde para ser cristiano y, aunque hicieras lo que hiciste cuando eras judío, supiste mejorar y dedicar tu vida completamente a Dios, incluso convertirte en mártir muriendo por ser cristiano.
Me sorprende gratamente la fuerza que tuviste para cambiar de ideas, ya que eras una persona adulta con unos credenciales ya asimilados, pero aun así, siendo una persona culta y gracias al Señor, supiste cambiar para mejor.
Ojalá todas las personas pudiéramos cambiar tanto para bien como lo hiciste tú.
Un abrazo,
Quique
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